El Levante se lleva un punto de Anoeta

El Levante se llev¨® un punto de Anoeta a pesar de que tuvo un problema gordo en San Sebasti¨¢n: decidi¨® no presentarse en la primera parte. Entre resbal¨®n y resbal¨®n, la Real jug¨® un poquito; los granotas, nada, tal vez porque andaban los futbolistas ajustando la pisada y la frenada, que parec¨ªan deslizarse y tropezar sobre una pista de hielo. Ser¨¢ el roc¨ªo nocturno sobre el c¨¦sped de Anoeta. El relente que viene de la mar, ahora que el fondo por donde azota el viento del norte est¨¢ a la intemperie.

Ser¨¢ eso o la apat¨ªa levantina, la guerra que hicieron por su cuenta algunos jugadores vestidos de color pistacho. Ese conformismo que suele ser fatal. Mientras la Real trataba, sin mucho ¨¦xito, de hacer su tarea, el Levante segu¨ªa resbal¨¢ndose en una primera parte infame. Pier, Borja Mayoral, Morales. Todos perdieron pie. Tambi¨¦n Merino o Sandro, pero al menos ellos intentaban aprender a patinar sobre la hierba, mientras los levantinos se agarraban a la barandilla, incapaces de interpretar por qu¨¦ los realistas ganaban todas las disputas y reba?aban todos los rebotes.

Lo m¨¢s l¨®gico, claro, fue lo que sucedi¨®. Que llegara el gol donostiarra en una pared entre Oyarzabal y Theo, en la que el marsell¨¦s se encontr¨® una autopista por la banda izquierda para llegar al fondo y centrar. La conexi¨®n franc¨®fona la complet¨® el remate del bruselense Januzaj.

El Levante despreci¨® medio partido y un poco m¨¢s, porque la salida al campo en la segunda parte no parec¨ªa demasiado esperanzadora para su suerte. Cada salida de bal¨®n era un tiro en el pie. Los valencianos se jugaban cada acci¨®n a la ruleta rusa cerca de su porter¨ªa.

La Real pudo sentenciar con Sandro, que sigue sin fortuna frente a la porter¨ªa, o con Bautista, que cogi¨® su sitio despu¨¦s, pero dej¨® con vida al Levante. Con una ventaja m¨ªnima, cualquier zarpazo visitante pod¨ªa bastar, y eso ocurri¨®. Fue un un c¨®rner que sac¨® Campa?a, raso, y Borja Mayoral remat¨® con la derecha y junto al palo. Era la primera opci¨®n seria del Levante en todo el partido. Luego tuvo una m¨¢s al contragolpe, cuando la Real, despu¨¦s de haber dado un peque?o paso atr¨¢s, se desesperaba para enmendar sus errores. No pudo, ni en el minuto final, cuando no resolvi¨® un barullo en el ¨¢rea tras un saque de esquina.

El Levante, desaparecido en la primera parte, apareci¨® un ratito en la segunda y le hizo un descosido a la Real, que se march¨® entre silbidos.