A Messi le gusta Valverde
La palabra del 10 resulta reveladora ante el debate futbol¨ªstico que siempre se genera alrededor del Bar?a y la libreta t¨¢ctica de sus entrenadores
Messi sali¨® muy contento y largamente aplaudido del Villamar¨ªn. La ovaci¨®n record¨® a la recibida por Ronaldinho en el Bernab¨¦u. Seguramente no hay nada m¨¢s emocionante para un futbolista que le feliciten en campo contrario despu¨¦s de una gran actuaci¨®n como la que tuvo el 10 del Bar?a contra el Betis. La reacci¨®n espont¨¢nea de la afici¨®n debe de ser m¨¢s reconfortante que algunos premios que parecen resueltos antes de ser anunciados y tambi¨¦n que algunos m¨¢s sorprendentes como el Bal¨®n de Oro. No conviene olvidar que Messi fue el quinto clasificado en la ¨²ltima edici¨®n, la del a?o pasado, ganada por el madridista Modric.
El 10 se mostr¨® agradecido con la hinchada verdiblanca y tambi¨¦n con su entrenador, Valverde. Afirm¨® que el t¨¦cnico hab¨ªa le¨ªdo muy bien el partido, que t¨¢cticamente hab¨ªan hecho un encuentro perfecto y que lo hab¨ªan controlado con y sin pelota ante un rival que juega muy bien como es el equipo de Seti¨¦n. Acostumbrado a reinventarse desde que debut¨® en 2003, a Messi se le ve m¨¢s maduro y responsabilizado como capit¨¢n del Bar?a. Ahora mismo parece tener buena sinton¨ªa con Valverde. Y el argentino no acostumbra a hablar bien ni mal de sus entrenadores, ni en el Bar?a ni en Argentina.
Messi se siente a gusto con Valverde. El Txingurri no piensa en trascender, no tiene delirios de grandeza ni ataques de importancia, tampoco se le considera el guardi¨¢n del estilo sino que hace todo lo posible por ganar, m¨¢s pendiente de la plantilla que de otra cosa, dentro y fuera del Camp Nou. No es solo una persona honesta y decente sino que es respetuosa con el rival, y por descontado, con el club; adem¨¢s, prepara a fondo cada partido y act¨²a con naturalidad, consciente de que no depende de las relaciones p¨²blicas sino de los resultados.
La sencillez de Valverde ha seducido a Messi sin necesidad de llenarse la boca en cada rueda de prensa con el nombre del 10. La messidependencia se impone sin forzar, simplemente por sentido com¨²n, como corresponde despu¨¦s de la salida del equipo de futbolistas como Puyol, Vald¨¦s, Xavi o Iniesta. Ya no se habla de Messi como 7, o como falso 9, o como punta del tridente, sino como delantero absoluto y l¨ªder del equipo que se presenta ante la afici¨®n con un discurso tan sereno como ambicioso, que no es otro que el de jugar para intentar ganar la Champions.
Ha menguado el debate sobre el Dream Team, el Bar?a de Pep e incluso sobre el tridente para hablar del equipo de Messi, que lo absorbe todo con la complicidad de Valverde. El Txingurri no ha presumido nunca de nada, ni tan siquiera de saberse de memoria el libro futbol¨ªstico a pesar de haber jugado con Cruyff. A diferencia del propio Cruyff, de Guardiola, de Tito y hasta de Rijkaard, no ha sido un templario del juego del Barcelona ni ha tenido necesidad de hacer ver que se lo sab¨ªa todo, como ocurri¨® con Tata Martino. Tampoco tiene nada que ver con Luis Enrique.
Valverde tiene su propia personalidad, es un posibilista que no renuncia al ADN del Barcelona ni tampoco a jugar de manera convencional en el Villamar¨ªn. Tiene su libreta t¨¢ctica, su manera de hacer, alejada de la grandilocuencia, muy a la medida de Messi. A diferencia de lo que pas¨® con Tata Martino contra el Rayo, nadie le criticar¨¢ por el hecho de que su equipo perdiera la posesi¨®n de la pelota contra el Betis por primera vez esta temporada, si despu¨¦s Messi dice que el planteamiento de Valverde fue perfecto.
La opini¨®n p¨²blica y publicada puede discutir y discute sobre Cruyff y sobre Guardiola, pero dif¨ªcilmente cuestionar¨¢ a Messi, protagonista de un partido extraordinario en el Villamar¨ªn, autor de tres goles extraordinarios, siempre respetuoso con el rival, con la afici¨®n contraria y con las reglas del juego, al final aplaudido por la gente del Betis. La actuaci¨®n de Messi fue in crescendo hasta conseguir la plenitud con la jugada del 1-4, una par¨¢bola que se estudiar¨¢ en tercero de F¨ªsica y cuarto de Arquitectura, como escribi¨® el admirado Jordi Punt¨ª en El Peri¨®dico.
Messi quiso que se supiera que, pese a que la estrella era ¨¦l, el entrenador lo hab¨ªa hecho muy bien; y puestos a buscar novedades en sus actuaciones, tan extraordinarias como cotidianas, esta es una noticia que no conviene disimular precisamente, sobre todo porque Valverde nunca ha presumido de nada en el Bar?a y Messi se las tuvo con Luis Enrique y tambi¨¦n con Guardiola. A Messi le gust¨® Valverde, palabra del 10.
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