Llega la tierra, la hora de Nadal
El balear irrumpe en la arena de Montecarlo despu¨¦s de un duro ciclo en pistas r¨¢pidas y pendiente de la respuesta de su rodilla derecha: ¡°Es complicado decir en qu¨¦ punto estoy, he tenido muchas paradas¡±
Llega la tierra, y con ella toda la m¨ªstica, y seguramente los b¨ªceps hinchados y los dientes rechinando como signos de hambre y victoria, los brazos alados. Llega la arcilla, y con ella reaparece Rafael Nadal, bunkerizado durante el ¨²ltimo mes en Manacor para ponerse a tono, reestablecer su cuerpo y afilar las garras antes del ¨²ltimo desaf¨ªo, reto mayor donde los haya puesto que lo defiende pr¨¢cticamente todo sobre la superficie que ha edificado la leyenda. Llega la arena, la t¨¢ctica y los deslizamientos, Montecarlo de entrada; pero antes, procede la pregunta: ?C¨®mo est¨¢ esa rodilla?
¡°La rodilla est¨¢ bien. Comenc¨¦ a entrenar hace tres semanas y estoy feliz¡±, tranquiliza el balear en unas palabras recogidas por el diario L¡¯?quipe, despu¨¦s de un mes de cautela y preparaci¨®n progresiva, porque la articulaci¨®n derecha volvi¨® a avisar en la gira norteamericana de cemento y no hay enemigo m¨¢s feroz para ¨¦l. "Los ¨²ltimos 18 meses fueron dif¨ªciles para m¨ª, es complicado decir en qu¨¦ punto estoy porque he tenido muchas paradas", precisaba hace unos d¨ªas, admitiendo que ha sufrido ¡°muchos altibajos psicol¨®gicos¡± y recordando que ha renunciado o se ha tenido que retirar de 11 torneos desde que triunf¨® en Par¨ªs hace un a?o.
No pisa Nadal la pista desde el pasado 15 de marzo, cuando venci¨® dolorido al ruso Kharen Khachanov en los cuartos de Indian Wells. Luego renunci¨® al pulso con Roger Federer y desde entonces trabaja con precauci¨®n porque se avecina su hora, la estaci¨®n terr¨ªcola, programada con paradas en el Principado, Barcelona (22-28 de abril), Madrid (6-12 de mayo), Roma (13-19) y Roland Garros (a partir del 27). Dice encontrarse bien el de Manacor y lo reafirma su entorno, pendientes, eso s¨ª, de la respuesta de la articulaci¨®n y con la esperanza de que no se resienta a lo largo del pr¨®ximo mes y medio, sin tregua en el calendario.
Nadal, de 32 a?os, defiende 4.680 puntos en los 50 pr¨®ximos d¨ªas. El curso pasado lo gan¨® casi todo ¡ªsolo se le escap¨® el triunfo en la Caja M¨¢gica, frenado por Dominic Thiem¡ª y ahora aborda el punto dulce de la temporada habiendo disputado ¨²nicamente 13 partidos previos en Melbourne (7), Acapulco (2) y el desierto californiano (4). En la l¨ªnea marcada para salvaguardar el tend¨®n rotuliano que siempre enreda por ah¨ª, en mayor o medida, renunci¨® a Miami en marzo y en la casilla de salida de enero tuvo que prescindir de Brisbane por una lesi¨®n en el muslo. Solo una vez, el a?o pasado (7), aterriz¨® en la gira sobre arcilla habiendo jugado menos.
No obstante, llega la hora de Nadal, el paisaje rojizo de la primavera en la arena, y su silueta se multiplica. De inicio, encara hoy a Roberto Bautista (hacia las 15.00, #Vamos) en Montecarlo, terreno propicio donde los haya. En la lujosa colina monegasca ha levantado 11 veces el t¨ªtulo, m¨¢s que en ning¨²n otro Masters 1000, y luce un aplastante registro de 68 victorias y solo cuatro tropiezos. No hay un dominador m¨¢s contundente que ¨¦l sobre una superficie, independientemente de pol¨¦micas absurdas sobre si aparece m¨¢s o menos grande en el cartel de la ATP: Nadal es la tierra y la tierra es Nadal.
Djokovic, la gran amenaza
¡°Cada vez que volv¨ª fui muy competitivo¡±, record¨®. ¡°Nunca tuve la necesidad de inspirarme en alguien. Siempre supe regresar y no hay nada nuevo para m¨ª en esta nueva situaci¨®n¡±, continu¨® en el Media Day del evento el mallorqu¨ªn, que vivi¨® la jornada del domingo con los nervios a flor de piel por el desenlace del Masters de Augusta, fan¨¢tico como lo es del golf y sobre todo de su amigo Tiger Woods: ¡°Probablemente mi deportista favorito desde hace mucho tiempo. Es muy dif¨ªcil todo lo que ha hecho, el proceso que ha tenido que superar para estar de vuelta¡±.
Con Novak Djokovic en el horizonte ¡ªel n¨²mero uno bati¨® ese martes a Philipp Kohlschreiber por 6-3, 4-6 y 6-4¡ª, Nadal percibe al serbio como la amenaza m¨¢s firme en el periplo venidero. Al fin y al cabo, la meta principal es Par¨ªs y all¨ª no cae desde que le derrib¨® Nole en los cuartos de 2015. La circunstancia fue un serio aviso. Djokovic ven¨ªa como una bala y con la obsesi¨®n por hacerse con el ¨²nico grande que le faltaba. Ahora, renacido tras un par de a?os en la guarida, el balc¨¢nico vuelve a intimidar m¨¢s que nadie.
Queda por ver si Thiem, el ¨²nico que le derrot¨® en 2018, es capaz de tutearle en un pulso a cinco mangas y si surge alguna alternativa atractiva, porque a Alexander Zverev se le atragantan los majors y tampoco es un especialista. No parece que Roger Federer pueda hacerle demasiadas cosquillas y el resto de tenistas no resisten hasta ahora a los envites de Nadal en su oasis de tierra. Vuelve al primer plano el espa?ol, en su escenario predilecto y con las piernas frescas. Es su momento. Ya suena su tambor de guerra.
LOS N?MEROS DEL REY DE LA TIERRA
92,01%, el estratosf¨¦rico promedio en arena. Nadal ha disputado 451 partidos, con un balance de 415-36.
94,4% en Montecarlo. En 72 sus partidos en el Principado, el registro es de 68-4.
11 Grand Slams. De los 17 grandes que posee, la mayor parte de ellos los ha obtenido en Roland Garros.
24 Masters 1000, de los 33 que figuran en su palmar¨¦s, llevan el sello de la arcilla.
57 t¨ªtulos, de los 80 que colecciona. R¨¦cord de trofeos en Montecarlo (11), Barcelona (11), Madrid (5), Roma (8) y Par¨ªs (11).
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