Al Baskonia se le atraganta el primer asalto ante el CSKA

Al Baskonia le aguant¨® el fuelle hasta el descanso en el primer partido de la serie de cuartos frente al CSKA en Mosc¨², justo hasta que apareci¨® Sergio Rodr¨ªguez, vestido de rojo, para encauzar la eliminatoria que lleva a la Final Four. Despu¨¦s de un inicio acad¨¦mico, de competir en la primera parte, el conjunto de Perasovic entreg¨® el primer cap¨ªtulo a los moscovitas, que cogen ventaja de salida y se posicionan de camino a la fiesta del baloncesto que se prepara en Vitoria.

El Baskonia plant¨® cara en la primera parte, aunque en los minutos finales se empezaron a intuir los primeros s¨ªntomas de lo que acabar¨ªa sucediendo. El CSKA, con un equipo mucho m¨¢s equilibrado, tuvo paciencia para esperar su momento, cuando sus estrellas est¨¢n preparadas para dar el paso adelante que se les supone.

El primer cuarto fue un intercambio de golpes entre dos equipos desinhibidos, sin complejos. Cada uno utilizaba los recursos que ten¨ªa a mano, casi sin fijarse en lo que propon¨ªa el rival. Un triple de Jennings puso por delante al Baskonia al final de los primeros diez minutos, y durante mucho tiempo del segundo parcial, las cosas siguieron igual, aunque empezaron a aparecer las individualidades del equipo ruso. Primero Nando De Colo, despu¨¦s Sergio Rodr¨ªguez, trazaron un par de coordenadas en el partido, que, silenciosamente, empez¨® a decantarse para el bando local. No era tanto el marcador como las sensaciones de que el Baskonia comenzaba a perder el control que hab¨ªa mantenido durante casi veinte minutos.

Tras el descanso, ese descontrol se hizo patente del todo. Fue cuando apareci¨® definitivamente la figura de Sergio Rodr¨ªguez, que en un par de minutos destroz¨® al equipo vitoriano con tres triples y dos asistencias estelares. En un instante, el Baskonia se vio muy por detr¨¢s en el marcador y ya no encontr¨® el camino de regreso al partido. Nada le sali¨® a Perasovic, que se desesperaba ante la aparente pasividad de los suyos y la hiperactividad de los rusos. La contundencia de Poirier se diluy¨® seg¨²n pasaba el tiempo, y Shengelia no parece todav¨ªa en condiciones de liderar al equipo despu¨¦s de su larga lesi¨®n.

Muchos minutos antes de que el partido acabara, los baskonistas lo vieron imposible. Se dedicaron a lanzar triples sin fortuna, y, tal vez, a reservar fuerzas para el segundo partido de la serie. Pero no se enga?an. Saben que el CSKA es el favorito. M¨¢s todav¨ªa despu¨¦s del primer partido.