El solista de la Champions

Despu¨¦s de su primera visita a Barcelona, cuando Lionel Messi le agasaj¨® en su casa con un asado, el exentrenador de la selecci¨®n argentina Jorge Sampaoli se qued¨® sorprendido por la capacidad del rosarino para entender y explicar el f¨²tbol. ¡°Pens¨¢bamos que era el t¨ªpico genio que solo sab¨ªa jugarlo, pero no entenderlo. Lo razona muy bien, es incre¨ªble cuando habla del juego¡±, contaban quienes participaron de aquella comida en Castelldefels. Ocurr¨ªa, sin embargo, que escuchar a Messi hablar de f¨²tbol en Barcelona era imposible. En realidad, escucharlo hablar de cualquier cosa era casi imposible. Mientras que en Argentina atend¨ªa a la prensa en cada viaje, en el Bar?a costaba verlo aparecer frente a los micr¨®fonos. Y las preguntas en Sudam¨¦rica no siempre iban relacionadas con la pelota. Hasta esta temporada. El rosarino hered¨® el brazalete de Iniesta y ha comenzado a hablar. Y habla de f¨²tbol.

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¡°No s¨¦ si fue por el resultado de la ida, que era medio enga?oso, pero en los primeros cinco o 10 minutos est¨¢bamos algo nerviosos, fr¨ªos¡±, describi¨® Messi, nada m¨¢s sellar el pase a las semifinales, tras la victoria ante el Manchester United; ¡°hay que corregirlo y eso que ya lo hab¨ªamos hablado antes del partido. En la Champions, 10 minutos malos te dejan fuera¡±. El rosarino se retroalimenta con Valverde. El t¨¦cnico quiere un equipo fiable defensivamente; Messi resuelve en ataque. Una f¨®rmula, sin embargo, de la que reniega el Txingurri. Al menos, p¨²blicamente. ¡°Nos encerraremos bien atr¨¢s y esperamos a que Leo meta un gol¡±, ironiza el preparador cuando le cuestionan si su equipo es defensivo. El capit¨¢n, en cambio, no tiene problema en aceptar el paso atr¨¢s. Hasta sali¨® a respaldar sorprendentemente a su entrenador despu¨¦s de que el Bar?a venciera al Betis sin tener la posesi¨®n del bal¨®n en el Villamar¨ªn. ¡°El m¨ªster ley¨® muy bien el partido, no sufrimos en ning¨²n momento¡±, destac¨® La Pulga.

No fue casualidad que Messi destacara el plan de Valverde ante el Betis. En los cuatro duelos que perdi¨® el Bar?a esta temporada (Legan¨¦s y Betis, en LaLiga; Levante y Sevilla, en la Copa), ninguno trascendental para sus aspiraciones, el que le propin¨® el equipo de Quique Seti¨¦n en el Camp Nou fue el que m¨¢s irrit¨® al vestuario, esencialmente porque no pod¨ªan solucionar sus problemas en la zaga. En los primeros 17 duelos, el cuadro azulgrana encaj¨® 22 goles. Una media de 1,3 dianas por partido. Todo cambi¨®. Desde entonces, el cuadro azulgrana disput¨® 34 duelos y encaj¨® 22 tantos: 0,64. La media disminuy¨® a m¨¢s de la mitad. La cuesti¨®n es jugar y resistir en equipo hasta que decida Messi.

Hay que retroceder hasta el Barcelona de Guardiola para encontrar a un Messi m¨¢s influyente en el ataque azulgrana. En la temporada 2011-2012, la ¨²ltima del actual t¨¦cnico del Manchester City en el Camp Nou, el 10 firm¨® 73 dianas y dio 29 asistencias. Particip¨® directamente en el 53% de los goles del cuadro azulgrana. Su porcentaje fue disminuyendo temporada a temporada, especialmente bajo en la ¨¦poca del tridente. En la campa?a 2015-2016, La Pulga tuvo incidencia en el 36% de los goles. Hoy, Messi ha recuperado su participaci¨®n m¨¢s exhaustiva (50%) y se afirma como l¨ªder y capit¨¢n cuando m¨¢s lo necesita el equipo, como pas¨® ante el United.

Sin perd¨®n

¡°Messi nos saca de muchos problemas, pero no vamos a pedir perd¨®n por tenerlo¡±, concluye Valverde. Con el t¨ªtulo de LaLiga a la vuelta de la esquina y a la espera de la final de la Copa, el 10 se desata en la Champions. Ni Cristiano, el m¨¢ximo artillero de la competici¨®n, tiene un promedio de goles superior al del capit¨¢n azulgrana: 0,86 por 0,76. No cambia el hilo conductor del Bar?a: siempre Messi, un aburrimiento que no aburre. Nadie se olvida del discurso del 10 en la presentaci¨®n del equipo azulgrana y su obsesi¨®n por la Copa de Europa

Aparentemente le ha ayudado su descanso en la selecci¨®n y las rotaciones en el Bar?a, aunque se sabe que tiene molestias en el pubis y acus¨® cierta fatiga mental. Aprendi¨® a seleccionar y a atacar sin malgastar esfuerzos, como se vio ante el United. La prensa europea se mostr¨® tan rendida ante el sorprendente Ajax, por joven y coral, como al Bar?a entregado a un solista eterno, de 31 a?os, de nombre Lionel Messi.