Kasp¨¢rov, incisivo y letal (I)
K¨¢rpov, obligado a ganar, sacrifica un pe¨®n por ataque, pero el campe¨®n reacciona con gran vigor
El reglamento del Campeonato del Mundo inclu¨ªa el derecho a la revancha del campe¨®n. Y para que no hubiera dudas, la Federaci¨®n Internacional de Ajedrez (FIDE) -cuyo ¨ªnclito presidente, el filipino Florencio Campomanes, era amigo de Anatoli K¨¢rpov- y las autoridades sovi¨¦ticas presionaron mucho a Gari Kasp¨¢rov para que firmase un documento espec¨ªfico en esa l¨ªnea. Se decidi¨® que la sede fuera doble: Londres y Leningrado (actual San Petersburgo). Y por si hubiera alguna duda sobre la gran importancia simb¨®lica del ajedrez en la URSS, su ministro de Asuntos Exteriores, Eduard Shevarnadze, regal¨® un precioso juego de tablero y piezas a la primera ministra brit¨¢nica Margaret Thatcher en una reuni¨®n previa puramente pol¨ªtica, sin relaci¨®n alguna con el ajedrez.
Thatcher comprendi¨® de inmediato ese tremendo valor simb¨®lico, y decidi¨® inaugurar personalmente el duelo. Su imagen, en posici¨®n de firmes, flanqueada por K¨¢rpov y Kasp¨¢rov, escuchando el himno sovi¨¦tico y el Dios salve a la Reina emocion¨® a muchos. Entre ellos, a Campomanes, quien, situado entre el p¨²blico, junto al enviado especial de EL PA?S, le susurr¨®: ¡°?Ves? ?Tanto criticarme! Si yo no hubiera cancelado sin vencedor el primer duelo, hoy no estar¨ªamos disfrutando de este momento tan solemne¡±.
El duelo alcanz¨® un inesperado grado de emoci¨®n cuando parec¨ªa visto para sentencia. Kasp¨¢rov gan¨® la 4? partida, perdi¨® la 5?, gan¨® la 8? y la 14?, y todo indicaba que daba la puntilla con su impresionante victoria en el asalto que glosa este v¨ªdeo. Pero luego encaj¨® tres derrotas seguidas, mientras arreciaban las sospechas de que alguno de sus ayudantes hab¨ªa vendido an¨¢lisis secretos a K¨¢rpov, adem¨¢s de rumores sobre su vida privada. Y as¨ª, el tercer duelo fue a¨²n m¨¢s novelesco que los anteriores.
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