El Valladolid recobra el pulso
El equipo de Sergio Gonz¨¢lez destila un f¨²tbol de muchos quilates para desmontar a un Girona an¨¦mico y sin recursos
La afici¨®n del Valladolid arm¨® la marimorena antes del encuentro para contagiar su aliento e ilusi¨®n a sus jugadores, asombrados por el recibimiento que tuvo el autob¨²s a su entrada al estadio Jos¨¦ Zorrilla. C¨¢nticos, bengalas que supuraban humo violeta, bufandas al viento y jarana tremenda la que organiz¨® la hinchada, recompensada despu¨¦s a lo grande porque sus futbolistas, con un juego de muchos quilates, se impusieron a un Girona an¨¦mico que se mete de lleno en la zona de la quema.
Volvi¨® a los or¨ªgenes Eusebio, al 5-3-2 que impuso su predecesor Mach¨ªn y que tan buenos resultados le dio al Girona, que nunca se las tuvo que ver con el fantasma del descenso desde que se atornillara en Primera. Pero la ecuaci¨®n ya no era as¨ª, condenado el equipo con el 4-2-3-1 tras caer ante el Celta y firmar la quinta derrota consecutiva, por lo que la amenaza de caer al foso era (y es) latente. As¨ª, el ¨ªdolo Stuani reclam¨® desde Bala¨ªdos y ante los micros que regresaran al planteamiento t¨¢ctico anterior, por m¨¢s que alabara la capacidad del t¨¦cnico en validar otros sistemas que trataron de dominar sin ¨¦xito. Acept¨® Eusebio el consejo de su goleador, pero el Girona no jug¨® a nada, acaso a ponerle la pausa al partido o cantarle una nana, tambi¨¦n a abrigarse en su ¨¢rea con la ¨²nica idea de saltar como un resorte al contragolpe. Pero no funcion¨® y el bal¨®n y el protagonismo recayeron en un Valladolid mucho m¨¢s valiente y de juego atildado, incongruente a todas luces con su necesidad clasificatoria.
El Valladolid llegaba por las bandas, por los pasillos interiores y hasta en profundidad, pero le faltaba ingenio en el ¨²ltimo pase y precisi¨®n en el disparo. Se expres¨® como un equipo en combusti¨®n, con muchos recursos y rampas para llegar hacia el gol, lejos de ser un conjunto que se bate con desespero frente al descenso. Lo intent¨® en un inicio con balones largos a las espaldas de la zaga rival, toda vez que el Girona jug¨® en los primeros compases con una flema de lo m¨¢s brit¨¢nica, como si quisiera domar al contrario con pases en la retaguardia, sin prisas por adentrarse en campo ajeno. Pero como el argumento del Valladolid funcion¨® con una carrera de Sergi Guardiola ¨Clogr¨® rematar pero Bernardo se corrigi¨® a tiempo para desviar el esf¨¦rico a c¨®rner- y otra de Unal -sufri¨® un gatillazo a ¨²ltima hora-, el Girona se repleg¨® cerca del ¨¢rea, hasta el punto de que en ocasiones hab¨ªa ocho jugadores dentro de la casa de Bono. Y ah¨ª es donde encontr¨® el sendero hacia el tesoro porque aprovech¨® la verticalidad de los carrileros rivales (Ramalho y Ra¨²l Carnero) para atacar al espacio. Lo hizo Waldo, todo un incordio, con un recorte y un disparo seco demasiado centrado, tambi¨¦n con una pared con Unal que Bono se encarg¨® de desactivar con su salida. Y tambi¨¦n lo intent¨® ?scar Plano por la derecha, con centros que no encontraron rematador. Entre otras cosas porque con tres centrales, al Girona le sobraban cent¨ªmetros.
Poco o nada replic¨® el Girona, incapaz de enlazar con Stuani ni con Portu, que parec¨ªan batallar contra molinos de viento. Ni siquiera pudo subrayarse a bal¨®n parado como acostumbra, poco fino Granell en los golpeos y mucho m¨¢s intenso el Valladolid, que gan¨® las batallas a¨¦reas y las segundas jugadas. Por lo que el f¨²tbol corr¨ªa al otro lado de la red, donde Sergi Guardiola y Unal se esmeraban en los desmarques de apoyo y ruptura para abrir a la abigarrada zaga rival. En una de esas, con un pase de cuchara de Unal que fue una delicatesen, Guardiola logr¨® controlar y chutar cruzado a las mallas. El colegiado, sin embargo, advirti¨® fuera de juego y el VAR le dio la raz¨®n. Tambi¨¦n la tuvo Unal tras una jugada de laboratorio, pero cruz¨® en exceso el bal¨®n y, probablemente, el mismo VAR le negar¨ªa el festejo porque se ayud¨® del brazo para someter al bal¨®n.
Sin otro argumento del Girona que no fuera achicar espacios y subir la cremallera, persisti¨® el Valladolid en su intentona por las alas. Como ese centro de Plano que se pase¨® por el ¨¢rea chica y ese chut de Waldo que Bono acurruc¨®. Pero la tenacidad tuvo su premio porque en una de esas, Waldo asisti¨® por dentro a Unal, que recibi¨® con un control orientado de tac¨®n y media vuelta para absorber a tres rivales y dar un pase hacia atr¨¢s a la llegada de M¨ªchel, que levant¨® la cabeza y meti¨® el interior del pie para colocar el esf¨¦rico ben ajustado al palo y lo suficientemente lejos de las manos de Bono.
Pudo incluso ampliar el resultado el Valladolid con tiros desviados de Unal, de Plano, de Sergi Guardiola, otro m¨¢s acrob¨¢tico de Moyano y uno ¨²ltimo de Villa que chut¨® desviado y desde la medular sin oposici¨®n alguna porque Bono subi¨® a rematar un c¨®rner, puesto que el Girona pretendi¨® recuperar en un suspiro lo que tir¨® durante todo el encuentro. Pero no hubo m¨¢s dianas y los vallisoletanos celebraron un triunfo que les saca del atolladero al tiempo que condena al Girona al fango cuando quedan cuatro encuentros para cerrar el curso.
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