Dos goles en un partido que ol¨ªa a ¡®cerocerismo¡¯

Athletic y Alav¨¦s rivalizaron en desprop¨®sitos en San Mam¨¦s. Se jugaban ambos la s¨¦ptima plaza, que puede dar acceso a la Europa League, pero el nivel del f¨²tbol que los dos equipos propusieron fue indigno de un choque en la zona media alta de LaLiga. A nadie se le ocurri¨® una idea brillante durante los 94 minutos. Fue solo un dejar pasar el tiempo, como quien espera que finalice el campeonato, con los billetes de las vacaciones comprados.

La angustia del folio en blanco la acrecientan partidos como el de San Mam¨¦s, cuando en el minuto 40 todav¨ªa no ha ocurrido nada digno de ser contado en una ¨¦poca en la que ya no hay ni lipotimias en las gradas que describir. Tiempos aquellos en los que los apretones de las tribunas de pie y una buena comida bien regada propiciaban el ir y venir de los camilleros de la Cruz Roja. Cuando el partido no llevaba a nada, al menos engordaba el p¨¢rrafo de las incidencias. Los millennials no conocen estas cosas.

Pero ahora muchos partidos son antes de comer, cada espectador tiene su asiento y en los campos de f¨²tbol no se bebe alcohol, una medida muy sana, por otra parte, as¨ª que hay que conformarse con describir el f¨²tbol que se ve, y resulta muy complicado hablar de la nada.

Hubo errores, muchos, sobre todo del Athletic, que provocaron sustos en su l¨ªnea defensiva. En uno de Williams, que quiso ser exquisito, se llev¨® la pelota Jony y su remate golpe¨® en el poste y se march¨® fuera. En el ¨¢rea de Pacheco, lo m¨¢s interesante fue un saque de falta que ejecut¨® Be?at y Ra¨²l Garc¨ªa remat¨® alto en una semichilena. Acciones aisladas, por inercia, pero no por f¨²tbol.

Hasta el minuto 40 no hab¨ªa nada que contar, y lo que pas¨® en ese instante lleg¨® tambi¨¦n de la nada. A Susaeta le hicieron una falta cerca del ¨¢rea en una jugada que parec¨ªa intrascendente, pero Be?at, en su lanzamiento, coloc¨® la pelota en la escuadra para abrir el marcador. Cinco minutos m¨¢s tarde, con el ¨¢rbitro a punto de mandar a los futbolistas al descanso, otra falta rutinaria la sac¨® Jony, la despej¨® Herrer¨ªn, y en el segundo rechace, Borja Bast¨®n meti¨® el pie para empatar. Hubo suspense porque el VAR revis¨® la acci¨®n, por un posible fuera de juego que no se produjo.

Ah¨ª acab¨® la primera parte y casi el partido, porque en la segunda, aunque el Athletic quiso darle profundidad a su juego y Williams particip¨® m¨¢s, los centros acababan sobrevolando el ¨¢rea sin encontrar rematador. Hubo un par de amagos, De Marcos y Yuri, que se perdieron en el hipersespacio. En el otro bando, Abelardo parec¨ªa darse por satisfecho por el resultado. Al menos no orden¨® a sus jugadores que se lanzaran al abordaje. El Alav¨¦s cre¨® sus mejores ocasiones a partir de los errores rojiblancos. Wakaso tuvo la mejor despu¨¦s de un saque de banda fallido del Athletic. San Jos¨¦ estuvo al quite para despejar.

Al Athletic no le viene mal del todo el empate; al Alav¨¦s tampoco, pero lo extra?o es que se marcaran dos goles, uno por equipo, en un partido de esos que huelen a cerocerismo casi desde que se anuncian las alineaciones. En la segunda parte no hubo ni lipotimias en las gradas y ni siquiera tarjetas.