El Real Madrid arrolla a un Estudiantes sin defensa
Los de Laso abruman al conjunto del Ramiro con 109 puntos y lo colocan con el agua al cuello a falta de tres jornadas para el final de la liga regular
En Madrid descuenta los d¨ªas y los partidos para defender la corona continental en la Final Four. El Estudiantes asiste a una angustiosa cuenta atr¨¢s para escapar de la quema del descenso. Los blancos se ventilaron el derbi como un tr¨¢mite, los colegiales suspendieron otro parcial de filosof¨ªa y coquetean con el drama. Aplicados y afilados, a los de Laso les bast¨® con un primer cuarto de intensidad para llegar a la meta ajust¨¢ndose el maillot y superando los 100 puntos ante un rival sin defensa.
Llegaba a trasmano el derbi madrile?o, entre semana y en horario de late night, con el Estudiantes inmerso en la pelea por evitar el descenso y el Madrid mirando ya m¨¢s que de reojo a la Final Four de Vitoria. A cuatro jornadas del final de la liga regular y a ocho d¨ªas de la cita continental, los colegiales buscaban romper con la calamitosa secuencia de siete derrotas en los ¨²ltimos ocho encuentros (ya son ocho de nueve) que les ha puesto con el agua al cuello y los blancos apuraban el reenganche en la pugna con el Bar?a por el liderato antes del playoff. Laso compareci¨® con su quinteto habitual (Campazzo, Rudy, Taylor, Randolph y Tavares) y Berrocal apenas tard¨® seis minutos en recurrir al recuperado Gentile. Tras un mes de baja por una lesi¨®n en el hombro, el italiano esquiv¨® en la v¨ªspera el papel de ¡°salvador¡± y, lo cierto, es que no tuvo tiempo si quiera de replantearse su rol cuando el Madrid ya hab¨ªa lanzado el demarraje. Apenas hubo historia, ni rastro de tensi¨®n en un episodio plano de la rivalidad capitalina.
Los blancos descosieron la enclenque defensa de sus vecinos con un chaparr¨®n de ocho triples en el primer cuarto (dos por barba para Taylor, Randolph y Rudy y un par m¨¢s de Campazzo y Carroll) que dej¨® tiritando el derbi (30-16, m. 9). Para entonces, Caner-Medley era el ¨²nico argumento del conjunto estudiantil (10 puntos y ocho rebotes en los primeros 20 minutos) mientras Laso lanzaba sus renovaba sus quintetos como vueltas de tuerca para agilizar tr¨¢mites. Con Llull, Carroll, Deck, Thompkins y Ay¨®n en pista la renta madridista sigui¨® creciendo a buen ritmo (42-22, m. 14, tras el primer bingo de Llull desde el 6,75). Tirando m¨¢s de tres que de dos como marca la tendencia, el Madrid lleg¨® a los 10 triples con solo 16 intentos mientras su rival apenas hab¨ªa embocado dos (11 de 18 para el campe¨®n en la primera mitad). No cambi¨® el aire de la noche.
Los tiempos muertos del Estudiantes eran una mezcla de velatorio y gabinete de crisis mientras el Madrid cumpl¨ªa su hoja de ruta. Tras otro triple, ahora de Thompkins, la diferencia super¨® la barrera de la competitividad (51-30, m. 18), a imagen y semejanza del choque de los cuartos de final de la Copa. Aquel d¨ªa, la artiller¨ªa madridista derriti¨® en un santiam¨¦n la pasi¨®n del Estudiantes y el derbi madrile?o se convirti¨® en un paseo militar del conjunto de Laso hasta semifinales. A estas alturas, los del Ramiro hab¨ªan sumado la angustia clasificatoria a su crisis de juego, identidad y car¨¢cter. El lenguaje corporal de los colegiales y su defensa disoluta hablaban de una rendici¨®n anticipada, dejando los deberes en el aire peligrosamente. El calendario marca una visita a Valencia el domingo, un ¨²ltimo duelo en el WiZink ante Obradoiro, y un cierre de liga en la pista del Joventut. Todos enfrentamientos peliagudos, tanto por la entidad o necesidad de los contendientes como por la hipotensi¨®n de los del Ramiro.
En la reanudaci¨®n, Gentille sac¨® lustre algo de lustre a su hoja de servicios pero Taylor mantuvo la pujanza de su versi¨®n anotadora y conserv¨® la renta local siempre en la frontera o por encima de los 20. Una bandeja del sueco, con la que sumaba 15 puntos, despej¨® cualquier dilema (76-54, m. 27) y le vali¨® la ovaci¨®n de la parroquia madridista en su viaje al banquillo para medir fuerzas. Un mal apoyo de Tavares, aparentemente sin consecuencias, fue el ¨²nico sobresalto para Laso.
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