La Champions m¨¢s alucinante

Hubo un punto de comuni¨®n de vencedores y vencidos. Cuando la semifinal que disputaron el Ajax y el Tottenham se cerr¨® en el Johan Cruyff Arena los jugadores de ambos equipos se desplomaron sobre el campo. La mayor¨ªa hundi¨® el rostro en la hierba buscando un contacto sensual con la tierra. Al entrar en el t¨²nel de vestuarios, Mauricio Pochettino, t¨¦cnico del Tottenham, se sacudi¨® la suciedad de su chaqueta arrastrada por el pasto e invoc¨® entre l¨¢grimas el esp¨ªritu que agitaba el ambiente: ¡°?Gracias, f¨²tbol!¡±.

Durante un par de horas, en ?msterdam, los protagonistas y el p¨²blico experimentaron algo que se ha repetido de manera inaudita a lo largo de esta edici¨®n de la Champions: en Par¨ªs, Tur¨ªn, Manchester, Liverpool, Madrid y ?msterdam. Transidos por un desenlace inesperado, se dejaron arrebatar por la emoci¨®n que induce a pensar que el f¨²tbol es mucho m¨¢s que una industria.

El sentimiento generalizado coincide con la Champions m¨¢s inesperada que se recuerda. Tres meses despu¨¦s de que la tecnolog¨ªa haya comenzado a limitar la arbitrariedad de los ¨¢rbitros mediante el empleo del VAR, a partir de los octavos de final, se han sucedido resultados sorprendentes. Contra los paradigmas del presente siglo. No triunfaron los clubes que m¨¢s dinero gastaron en comprar jugadores; ni se impusieron los poderes tradicionales que dominaron el torneo en las ¨²ltimas d¨¦cadas, abatidos estrepitosamente Madrid, Bar?a, Bayern y Juventus, cuatro gigantes; ni se confirm¨® el t¨®pico que se?ala que la experiencia es un grado pues esta vez prevaleci¨® la cantera del Ajax, la juventud del Tottenham, y la vitalidad del Liverpool.

Tampoco la final ser¨¢ el escenario en el que los jugadores m¨¢s cotizados del mundo reforzar¨¢n su valor. Messi, Mbapp¨¦, Neymar, Cristiano, Hazard y Pogba la ver¨¢n por televisi¨®n. Por no cumplirse, ni se cumplieron los pron¨®sticos m¨¦dicos. Aquello que repet¨ªa Arrigo Sacchi, que la Champions la ganan los equipos que llegan m¨¢s enteros f¨ªsicamente a marzo. Descans¨® el Ajax, privilegiado en el calendario por la federaci¨®n holandesa; y se dosific¨® el Bar?a, que se proclam¨® campe¨®n de Liga hace dos semanas. Contra la norma biol¨®gica alcanzaron la final el Liverpool y el Tottenham, dos de los equipos que m¨¢s partidos han disputado en Europa este curso, sobre los 50 cada uno. El Liverpool jug¨¢ndose la Premier plagado de bajas que incluyen a Mo Salah y Firmino, dos de sus estrellas; y el Tottenham sin fichar desde 2017 y sin los lesionados Winks, Dier, y Kane, su gran capit¨¢n, mientras sus compa?eros pelean por clasificarse entre los cuatro primeros de Inglaterra.

A falta de balones de oro que los arrastren al Wanda, los h¨¦roes de los finalistas fueron dos suplentes habituales. Por el Tottenham el melanc¨®lico Lucas Moura; y por el Liverpool el belga Divock Origi, de 24 a?os.

La carrera inflacionista: 2009-2018

Las Champions que levant¨® el Bar?a de Guardiola en 2009 y 2011 estimularon la concurrencia mediante la inversi¨®n en fichajes. Entre 2009 y 2013 el Madrid hizo el mayor desembolso en jugadores en la historia del f¨²tbol a lo largo de un periodo de cuatro cursos: cerca de 500 millones de euros, seg¨²n la web Transfermarkt. Los sucesivos ¨¦xitos del Madrid en Champions, con cuatro t¨ªtulos en un quinquenio, crearon tendencia. Entre 2013 y 2018, el PSG (700 millones), el United (650), el City (800) y la Juventus (750) provocaron la mayor carrera inflacionista que se conoce. El Bar?a les imit¨® gastando en un a?o los 220 millones que obtuvo por Neymar. Ninguno estar¨¢ en la final.

El nuevo rey de Europa surgir¨¢ de confrontar dos proyectos de gasto contenido y decisiones predominantemente marcadas por entrenadores sensibles a la promoci¨®n de j¨®venes. El Liverpool de J¨¹rgen Klopp solo rompi¨® el mercado para reforzar dos puestos que no ten¨ªa: un central de jerarqu¨ªa, Virgil van Dijk, y un portero internacional, Alisson Becker, ambos incorporados por unos 140 millones de euros. Exactamente lo que cobraron los reds por vender a Coutinho al Bar?a.

Solo el Tottenham de Pochettino supera a su rival en moderaci¨®n despu¨¦s de destinar su presupuesto a construir el estadio que acaba de inaugurar. Enfocado en las infraestructuras, el club vendi¨® a Modric y Bale, sus dos figuras, y desde 2014 recort¨® gastos. El verano pasado no fich¨®.

Cuando el pasado mi¨¦rcoles en la multitudinaria conferencia de ?msterdam un periodista le pregunt¨® a Pochettino si Harry Kane se recuperar¨ªa para jugar la final, el m¨¢nager de los Spurs se levant¨® de su silla y abandon¨® la sala: ¡°?Hoy no me pueden preguntar por Kane!¡±, protest¨®.

Hoy la gloria corresponde a los antih¨¦roes.