Djokovic saca los colmillos
El n¨²mero uno, de camino hacia su mejor versi¨®n, tumba a Thiem en un estrat¨¦gico duelo definido por su acierto en los momentos cr¨ªticos: doble 7-6, en 2h 22m. Se medir¨¢ en la final al griego Tsitsipas
Ya est¨¢ aqu¨ª, ya vuelve, ya da miedo. Es Novak Djokovic, que acaba de cerrar el pulso contra un rival estupendo que lo intent¨® todo, por tierra, mar y aire, batallador de inicio a fin Dominic Thiem, pero al final rendido porque no hay tenista que domine mejor que el serbio las situaciones de emergencia. Despleg¨® el austriaco todo su cat¨¢logo, pero Nole est¨¢ de vuelta, hambriento y fiero, con el apetitoso objetivo de cazar los 33 t¨ªtulos de Masters 1000 de Rafael Nadal, al que espera ya en el episodio definitivo de este Mutua Madrid Open. Doble 7-6, en 2h 22m, y una seria advertencia: va con todo.
Se golpea el pecho el n¨²mero uno como si fuera Tarz¨¢n, porque acaba de rendir a un Thiem guerrillero a m¨¢s no poder. Grita el serbio hacia el cielo de Madrid, y cuando se le pregunta por qu¨¦ har¨¢ en las pr¨®ximas horas, mientras el otro finalista quemar¨¢ gasolina en el horario nocturno, sale el Nole gallito, el genuino, el que impone respeto como ning¨²n otro: ¡°Esta noche vamos a bailar un poquito, y despu¨¦s pensamos en tenis¡±.
Le basta a Djokovic una chispa m¨ªnima para entrar en combusti¨®n, para liberar a la bestia competitiva que habita en su interior, y esta vez le activ¨® definitivamente el juez de silla. Se demoraba el serbio en el servicio botando una y otra vez la bola, hasta en 14 ocasiones en alg¨²n turno, y el catal¨¢n Nacho Forcadell le castig¨® con un primer warning. Se mantuvo en sus trece Nole, exprimiendo al m¨¢ximo el cron¨®metro, jugando con fuego, y recibi¨® una segunda reprimenda muy severa, a tenor de lo visto en otros partidos del torneo. El balc¨¢nico se encogi¨® de hombros, atraves¨® al ¨¢rbitro con la mirada y la grada cuestion¨® la decisi¨®n con silbidos. A partir de ah¨ª, su juego repunt¨®.
Djokovic ya era un poco m¨¢s Djokovic, el campe¨®n rob¨®tico al que para hacerle un punto hay que hac¨¦rselo cinco veces. Hasta entonces hab¨ªa mandado Thiem, estiloso y violento en el golpe a dosis iguales, cada vez con m¨¢s mimbres y cada vez m¨¢s compacto, camino de ser quien te¨®ricamente apunta a ser: el gran gobernador de la tierra en la era post-Nadal. El pulso transcurr¨ªa al dictamen de su derecha y su rev¨¦s, tan bueno lo uno como lo otro, pero la rigidez de Forcadell espole¨® la versi¨®n combativa de Nole y este fue agrand¨¢ndose para compensar el break de desventaja primero (del 2-4 al 5-5), y soltar una tarascada de las suyas en el desempate (7-2).
Aun sin ser el Djokovic de los grandes d¨ªas, porque viene de periodo de barbecho ¨Cning¨²n t¨ªtulo de Melbourne aqu¨ª, y un rendimiento muy discreto¨C, se pudo intuir por momentos al tirano ejerciendo su papel. Mientras Thiem bombardeaba y propon¨ªa un perfil m¨¢s incisivo, ¨¦l decidi¨® jugar al despiste. El austriaco volvi¨® a romperle el servicio y a ponerse por delante, pero Nole cocinaba los puntos a fuego lento y despu¨¦s hincaba las garras. Replic¨® no solo una, sino dos veces, y aunque Thiem es un tipo cada vez m¨¢s duro de mollera y se reenganch¨®, fotocopi¨® la estrategia del primer parcial.
En el tie-break, con la mente blindada a prueba de bombas, fue otra vez superior (7-4). Volvi¨® a ser un escudo, control¨® la situaci¨®n y aterriz¨® en la que ser¨¢ su tercera final en la Caja M¨¢gica; las dos anteriores, en 2011 y 2016, las resolvi¨® a su favor. Recupera poco a poco Djokovic la forma y tiembla el resto del circuito. A dos semanas de Roland Garros, el de Belgrado ense?a los colmillos y abre las alas. Viene Nole con fuerza, como si ¨¦l marcara los tiempos.
Despu¨¦s de tres meses camuflado, se quit¨® la m¨¢scara y habl¨® alto y claro: quiere reinar en Par¨ªs otra vez, y para ello ten¨ªa que subir varios escalones y dar el salto. Y ¨¦l tambi¨¦n lo ha dado.
TRIPLE SANCI?N A NOLE POR LOS RETRASOS
Al final, Djokovic fue sancionado ayer en tres ocasiones por la demora con el saque. Sin embargo, preguntado por ello, el serbio le rest¨® importancia. "Fue un partido muy f¨ªsico", introdujo, "as¨ª que hab¨ªa que tomarse un poco m¨¢s de tiempo entre los puntos, sobre todo en los momentos importantes. S¨¦ que boto mucho la pelota... Pero no me quejo porque s¨¦ que me exced¨ª de tiempo. No mucho m¨¢s que decir, salvo en una situaci¨®n, en la que creo que el warning fue innecesario", continu¨®.
Posteriormente, le preguntaron por la norma de los 25 segundos y la implantaci¨®n del reloj en la pista, que entr¨® en vigor el curso pasado de forma oficial. ¡°Creo que los 25 segundos est¨¢n bien, son m¨¢s que suficientes. 25 son muchos segundos. Mi rutina es botar mucho la pelota, y creo que mi rutina no es muy complementaria con la norma¡¡±, brome¨®.
¡°Para ganarle a este tipo de jugadores, como Novak o Rafa, necesitas que ese punto de suerte caiga de tu lado, y hoy no fue el caso¡¡±, expres¨® Thiem, finalista el a?o pasado en la Caja M¨¢gica ¨Ccedi¨® contra Alexander Zverev, apeado el alem¨¢n esta vez en los cuartos por Stefanos Tsitsipas¨C y que pese a la derrota apunta a ser una firme oposici¨®n dentro de dos semanas, en Roland Garros.
¡°Su nivel siempre es muy elevado, y hoy jug¨® muy bien¡±, le elogi¨® a Djokovic; ¡°si Novak hubiera jugado as¨ª en los torneos previos, hubiera conseguido mejores resultados. Cuanto m¨¢s cerca est¨¢n los Grand Slams, mejor juega. Estamos bastante cerca de Par¨ªs, as¨ª que ¨¦l est¨¢ alcanzando su cien por cien¡±, cerr¨® Thiem, que en la ronda anterior hab¨ªa despachado a Roger Federer.
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