El Giro comienza cuesta arriba para Mikel Landa
El favorito Primoz Roglic, primer l¨ªder tras un pr¨®logo de ocho kil¨®metros en el que el espa?ol perdi¨® 1m 7s
La subida a San Luca, el sudor de los ciclistas sobre un asfalto nuevo y duro, empinado como una vida sin esperanza, se podr¨ªa mirar con los ojos del cronometrador atento a solo los datos o con los ojos del so?ador capaz de exaltarse ante la nietzscheana demostraci¨®n del fascista Fiorenzo Magni, que ascendi¨® hasta el santuario de la virgen de Bolonia con la clav¨ªcula rota y un trozo de tubular con una punta en sus dientes, que lo mord¨ªan fuerte, y la otra atada en el manillar. Alfredo P¨¦rez Rubalcaba habr¨ªa pasado r¨¢pido de la lectura heroica de la acci¨®n del novio de la muerte toscano y habr¨ªa analizado fr¨ªamente el truco del tubular y el efecto que sobre la tracci¨®n del manillar para tomar impulso tuvieron los dientes en comparaci¨®n con el brazo inutilizado por la articulaci¨®n fracturada. Rubalcaba, un cartesiano, hace m¨¢s de 25 a?os, le discuti¨® al fisi¨®logo Sabino Padilla las conclusiones que hab¨ªa alcanzado sobre el superior gasto energ¨¦tico (a¨²n no se hablaba de vatios) de Indur¨¢in en las monta?as del Giro en comparaci¨®n con escaladores 15 kilos m¨¢s ligeros, como Franco Vona. Y de la misma manera, tan fr¨ªa y desapasionadamente, habr¨ªa concluido, visto lo que se vio, que a Mikel Landa le espera un Giro muy cuesta arriba. Y habr¨ªa preguntado, y este Primoz Roglic, este esloveno tranquilo y t¨ªmido que a todos ha batido con tanta superioridad, ?hasta d¨®nde puede llegar? ?Y qu¨¦ har¨¢n ahora Dumoulin, Nibali, Yates y Superman, los favoritos ya alejados tanto en apenas ocho kil¨®metros de Giro?
En un papel habr¨ªa escrito los resultados de la etapa de 2019, y en paralelo, los tiempos que hace m¨¢s de 60 a?os, cuando ¨¦l era un ni?o, Charly Gaul y Federico Mart¨ªn Bahamontes, los dos mejores escaladores de la historia seg¨²n los cl¨¢sicos del ciclismo, emplearon en la misma subida, y, haciendo funcionar a tope la inteligencia anal¨ªtica con la que observaba la vida y el deporte, Rubalcaba habr¨ªa terminado bufando y quiz¨¢s proclamando que la teor¨ªa de que toda evoluci¨®n es siempre para bien, conduce a una vida mejor, tanta tecnolog¨ªa, y hasta un b¨®lido McLaren para transportar al entrenador de Nibali durante la ascensi¨®n, est¨¢ equivocada. Cuando les cronometraron en la cronoescalada del Giro de 1956, Gaul marc¨® 6m 56s y Bahamontes, 3s m¨¢s. Teniendo en cuenta que les midieron en un tramo de 2.450m, 350m m¨¢s que los 2.100m tomados ayer en cuenta, no solo no habr¨ªan quedado muy lejos de los mejores de ahora (6m 6s, Roglic; 6m 7s, Yates; 6m 23s, Dumoulin; 6m 25s Superman y Nibali) sino que habr¨ªan ganado a otros de los mejores, como a Landa, que en la ascensi¨®n tard¨® 6m 50s.
"Empezar as¨ª no es lo so?ado, evidentemente", dice Landa, quien cuenta que entr¨® a tope en la curva de la ascensi¨®n famosa por la curva de las huerfanitas, al 16% y una pancarta y pintadas a?orando siempre a Pantani, y miles de personas amontonadas en los interminables soportales, 666 arcadas justamente, la galer¨ªa m¨¢s larga de Europa, que acompa?a toda la subida. "Y cuando alcanc¨¦ el primer pico de potencia estall¨¦, los 29 dientes del pi?¨®n me parec¨ªan pocos¡"
En ciclismo, en atletismo, en todos los deportes que se resumen en una competici¨®n de uno contra sus propios l¨ªmites, un combate, el cron¨®metro explica y manda y el esp¨ªritu, el alma atribulada, excusa, ofrece esperanzas. "No s¨¦, no quiero que sea una disculpa, pero llevo unos d¨ªas un poco as¨ª, as¨ª", dice Landa. "Quiz¨¢s sea la alergia, tanto viento, los olivos¡ Pero, bueno, en el pr¨®logo del Tour de 2017 perd¨ª 1m 7s, lo mismo que aqu¨ª con Roglic, y termin¨¦ cuarto, a 1s del podio, y eso que me frenaron".
Lucio Dalla, que vagabunde¨® entre estudiantes por los mismos soportales de Bolonia cantaba, melanc¨®lico y pesimista, qu¨¦ profundo es el mar. Tambi¨¦n el optimismo del coraz¨®n de Landa podr¨ªa elegir la canci¨®n como himno, qu¨¦ largo es el Giro, todo es posible a¨²n.
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