El Athletic tendr¨¢ que esperar pese a su victoria

El Athletic cumpli¨® su obligaci¨®n, le gan¨® al Celta, que tendr¨¢ que esperar a la ¨²ltima jornada para salvarse: le basta un punto o defender una diferencia de seis goles a favor respecto al Girona, que se conden¨® al perder en casa contra el Levante (1-2). Los rojiblancos tienen mejores perspectivas y tendr¨¢n la posibilidad de jugar en Europa la pr¨®xima temporada, aunque le espera un ¨²ltimo escal¨®n en Sevilla. El empate frente al equipo de Caparr¨®s le asegura la s¨¦ptima plaza; una victoria le elimina la molestia de las previas, pero la emoci¨®n se extender¨¢ hasta el final. Una victoria de la Real Sociedad o del Espanyol, que se enfrentar¨¢n entre ellos el pr¨®ximo domingo, les puede arrebatar la s¨¦ptima plaza si los rojiblancos caen.?

Era d¨ªa de despedidas y celebraciones en San Mam¨¦s. La tradici¨®n dice que estos acontecimientos se le suelen atragantar al Athletic, y adem¨¢s las cosas empezaron regular cuando el gigantesco tel¨®n del le¨®n rugiente se qued¨® atascado a media tribuna. Luego Iago Aspas le birl¨® en el sorteo el campo en el que atacan siempre los rojiblancos. ?Malos augurios? Pues no, porque en el minuto 14, cuando la grada aplaud¨ªa la despedida de Markel Susaeta, que durante tantos a?os luci¨® ese n¨²mero a la espalda, Muniain recibi¨® al borde del ¨¢rea y, cuando se iba, fue zancadillleado por Ara¨²jo. Ra¨²l Garc¨ªa transform¨® el penalti. Dos minutos m¨¢s tarde, sin que el Celta pudiera reponerse del golpe, hizo el segundo, tras empujar a la red el pase de Muniain, que hab¨ªa recibido de Williams en una combinaci¨®n letal.

Para un equipo que hace equilibrios en la cuerda floja, un resultado as¨ª no es lo m¨¢s adecuado para atemperar los nervios de la tropa, que acabaron destrozados cuando en una salida con el pie, Rub¨¦n Blanco estrell¨® la pelota en Williams, que solo tuvo que recorrer 15 metros para marcar el tercero a puerta vac¨ªa.

Con tres goles en contra, al Celta se le presentaba un panorama f¨²nebre para la segunda parte. Quedaba a expensas de los resultados ajenos, con lo que eso pesa en la moral de los futbolistas. Su bagaje en la primera hab¨ªa sido un gol anulado en un fuera de juego claro, y un disparo de Boudebouz despu¨¦s de un par de recortes en el ¨¢rea.

El primer gol le hizo mucho da?o al Celta, que hab¨ªa salido con chispa y se fue diluyendo. Pr¨¢cticamente no volvi¨® a emerger en el partido, porque el Athletic se encarg¨® de que en la segunda parte no sucediera nada. Solo los cambios despertaban a la grada, sobre todo cuando salt¨® al campo Markel Susaeta para disputar sus ¨²ltimos minutos como rojiblanco en San Mam¨¦s. Fue aclamado como se merec¨ªa, se coloc¨® el brazalete de capit¨¢n, como tantas tardes, y se puso a jugar.

El Celta, que hab¨ªa creado peligro a bal¨®n parado, segu¨ªa desaparecido. A Williams le anularon un gol por mil¨ªmetros, el VAR es implacable en los fueras de juego, y mientras la grada c¨¦ltica festejaba el gol del Levante, que pr¨¢cticamente les asegura la salvaci¨®n, el ¨¢rbitro se?al¨® penalti por mano de Aduriz que transform¨® Aspas. Ya lo mismo daba, la suerte estaba echada para los dos equipos. En Vigo seguir¨¢n una semana m¨¢s con la incertidumbre, pero poquito, y en Bilbao esperan resolver en Sevilla el tr¨¢mite camino de Europa. Todos acabaron moderadamente contentos. Despu¨¦s llegaron los homenajes. San Mam¨¦s se cierra hasta el verano.