El Giro de verdad comienza el domingo ascendiendo a San Marino

Para el ciclista, el presente es un tiempo imaginario que Pello Bilbao descubre mientras, sentado a la mesa del desayuno, un masajista del Astana de aires sovi¨¦ticos y aspecto bruto le masajea suave la espalda y el cuello y deja que le invada el placer mientras, quiz¨¢s, el mar cercano le canta un bolero de soledad, como canta Natalia. Cuando emerge del nirvana, el ciclista que gan¨® la etapa de L'Aquila, ya sabe que el pasado no es nada, que el futuro le acosa en forma de contrarreloj el domingo, el d¨ªa que comenzar¨¢ otro Giro. Antes, ya que pasa por Pesaro, donde los viejos pasean en bicicleta sujetando un paraguas bajo la lluvia por el paseo mar¨ªtimo, cenar¨¢ caneloni. Dicen que la vida es as¨ª.

Dicen que no es as¨ª la vida de Primoz Roglic, el l¨ªder real de una carrera que guiada a¨²n de rosa por el sustituto Valerio Conti, que pas¨® sin problemas el d¨ªa de transici¨®n a tutta hacia el norte a lo largo de la larga costa del Adri¨¢tico revoltoso. Final nervioso de cl¨¢sica fren¨¦tica. Sprint de un pelot¨®n despedazado que corona a Caleb Ewan y premia el trabajo excesivo de su equipo, el Lotto.

El ciclista esloveno que aterroriz¨® a todos en el pr¨®logo de San Luca se reconoce solo en el presente y en su presente vive. Como ha demostrado toda la temporada, con victorias en la general del Tour de los Emiratos, Tirreno-Adri¨¢tico y Tour de Romand¨ªa trufadas con numerosos triunfos de etapa, el pensamiento estrat¨¦gico no forma parte de las preocupaciones de Roglic, lejos de ¨¦l la posibilidad de pensar que la renuncia de hoy puede ser el tesoro de ma?ana. Roglic es un corredor de instinto que si ve una oportunidad de victoria va a por ella, aunque a largo plazo no le rente. Por eso muchos de los t¨¦cnicos rivales pudieron un interrogante junto a su nombre el d¨ªa de Frascati, cuando no intent¨® ganar la etapa en el repecho de Carapaz. Algo falla ah¨ª, pensaron. Roglic no es as¨ª. Roglic deber¨ªa haber intentado ganar y, si hubiera estado bien, habr¨ªa ganado.

Por eso, aunque por la boca digan lo contrario, no todos le temen en la contrarreloj de hoy, un curioso trazado mixto que no es ni cronoescalada ni contrarreloj llana: 22 kil¨®metros m¨¢s o menos salpicados hacia arriba y un puerto de irregulares subes y bajas de 12 kil¨®metros al 4,5% hasta los 648 metros de altura de la capital de la Rep¨²blica de San Marino, el ¨²nico trazado del Giro 19 m¨¢s all¨¢ de las fronteras de Italia. ¡°La contrarreloj ser¨¢ para nosotros un ejercicio puramente defensivo¡±, dice Beppe Martinelli, el responsable del Astana de Superman L¨®pez, plan A, y Pello Bilbao, plan B, y representa a todos los rivales de Roglic, que, retirado Dumoulin, comparten el mismo perfil escalador: Nibali, Yates, Landa, Carapaz. ¡°Es un recorrido que no me recuerda a ninguno en todos los Giros que llevo. Hace 40 a?os, en 1979, ya hubo una contrarreloj Rimini-San Marino que gan¨® Saronni, pero se sub¨ªa por otra carretera, m¨¢s tendida¡±. No cree necesario Martinelli, un veterano t¨¦cnico italiano que guio al mejor Pantani a sus triunfos, y estuvo junto a ¨¦l en su hundimiento, y luego llev¨® a Aru y Nibali, y a Landa, que los ciclistas deban cambiar de bicicleta para subir mejor los ¨²ltimos kil¨®metros. ¡°La cabra tambi¨¦n ayudar¨¢ en la subida¡±, dice. ¡°Hay zonas de descenso en las que vendr¨¢ bien la rueda lenticular¡±.

Martinelli vive en el futuro y en el c¨¢lculo y concluye que todos los favoritos, que se encuentran ahora en un arco de entre 35s (Yates) y 1m 49s (Landa) de Roglic, ceder¨¢n m¨¢s o menos un minuto (2s por kil¨®metro) respecto al esloveno, y con esa desventaja iniciar¨¢n el jueves, en el Piamonte, la remontada de los escaladores.

Unzue, el director de Landa, vive m¨¢s bien en el d¨ªa siguiente al futuro y no habla de tiempo ¡ª"es muy desagradable calcular p¨¦rdidas", dice el director que llev¨® a Indurain, el monstruo que s¨ª que hac¨ªa calcular a todos sus derrotas¡ª sino de rearme moral. ¡°No miro el cron¨®metro, solo espero que le salga bien, que se sienta bien, que sea, de una vez, el Mikel que a¨²n no hemos podido ver¡±, dice Unzue. ¡°Y Carapaz la har¨¢ muy similar. No son especialistas como tampoco lo son Yates, Nibali y Superman, que ser¨¢n las referencias con las que deberemos medirnos¡±.