Nagorno Karabaj, el conflicto sin fin
Armenia y Azebaiy¨¢n pugnan por el dominio del territorio desde el fin de la URSS
Aunque unos son cristianos y los otros musulmanes, armenios y azer¨ªes hab¨ªan vivido razonablemente en paz, como buenos vecinos, en la mezcolanza ¨¦tnica del C¨¢ucaso sur, al menos hasta los ¨²ltimos compases de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Al calor de la mayor libertad que supuso la perestroika, los armenios iniciaron un movimiento de protesta para exigir la anexi¨®n de la monta?osa provincia del Nagorno Karabaj, integrada en la Rep¨²blica Socialista de Azerbaiy¨¢n pero de mayor¨ªa armenia, a la vecina Rep¨²blica de Armenia.
Las protestas contra el movimiento separatista karabaj¨ª se extendieron en Azerbaiy¨¢n, alentadas por la nueva hornada de pol¨ªticos nacionalistas, y en 1988 desembocaron en un bestial pogromo contra la minor¨ªa armenia de Sumgayit, en Azerbaiy¨¢n. Casa por casa, los nacionalistas azer¨ªes sacaron a la fuerza a los armenios y los asesinaron. Los supervivientes huyeron de Azerbaiy¨¢n, y el mismo camino, en sentido inverso, hicieron los azer¨ªes que durante siglos vivieron en Armenia.
Poco despu¨¦s estall¨® el conflicto armado. Fue una guerra cruel y poco contada en la que se mat¨® con sa?a: se comenz¨® luchando con tractores y escopetas de caza para terminar ¡ªuna vez completamente desmoronada la URSS¡ª acogiendo a mercenarios de toda ralea y combatiendo con las armas dejadas por el Ej¨¦rcito Rojo. Los milicianos armenios del Karabaj, con ayuda de la Rep¨²blica de Armenia, limpiaron de azer¨ªes el Karabaj y las provincias circundantes, lo que supuso que Azerbaiy¨¢n perdiese cerca de un 15% de su territorio. Murieron unas 30.000 personas y m¨¢s de un mill¨®n se convirtieron en refugiados.
En 1994 se firm¨® un precario alto el fuego y ha habido sucesivas rondas de negociaciones para tratar de solventar el conflicto. Todas han terminado en rotundos fracasos. Las escaramuzas son constantes y han ocasionado m¨¢s de 3.000 muertes desde la tregua.
Nagorno Karabaj se ha proclamado rep¨²blica independiente y funciona como tal ¡ªMkhitaryan, como muchos armenios, ha donado fondos para su supervivencia econ¨®mica¡ª, pero ning¨²n otro pa¨ªs del mundo lo reconoce como Estado, ni siquiera Armenia, que es la que paga su existencia y otorga pasaportes a su poblaci¨®n. En las dos carreteras que unen ambos territorios, s¨®lo un peque?o puesto fronterizo, en el que muchas veces ni siquiera exigen ense?ar el pasaporte, es la ¨²nica se?al de que se est¨¢ cambiando de pa¨ªs.
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