Con el 9, Negrata

¡°?Qu¨¦ somos? Un equipo. ?Qu¨¦ somos? Una familia. ?Qui¨¦nes somos? Alma de ?frica¡±. Este es el lema que retumba en el vestuario de un equipo de la Tercera Andaluza de Jerez. Un grupo formado por jugadores inmigrantes, donde los cinco espa?oles que forman parte del mismo son conocidos como ¡°los extranjeros¡± por el resto de sus compa?eros. Una mezcla de inmigrantes de hasta 12 nacionalidades (llegaron a ser 15) que ha dado un paso muy llamativo para denunciar los insultos racistas que todav¨ªa reciben cuando disputan sus encuentros en la provincia de C¨¢diz.

La iniciativa consisti¨® en que cada uno de los jugadores del equipo luciera en la camiseta estos insultos en lugar de sus nombres. En las camisetas se pod¨ªa leer ¡°Mono¡±, ¡°Negrata¡±, ¡°Esclavo¡±, ¡°Simio¡±, Sudaca¡±, ¡°Sin papeles¡±, ¡°Gorila¡±, Gitano¡±, ¡°Indio¡±, ¡°Nigga¡±, ¡°Moro¡±, ¡°Ilegal¡±, ¡°Morenito¡±, ¡°Escoria¡±, ¡°Inmigrante¡± y ¡°Negro¡±. As¨ª posaron los componentes de este equipo de cinco a?os de antig¨¹edad en el espacio donde deb¨ªan aparecer nombres como los de Omar, Bassirou, Eric, Abdoulaye, Osaivbie, Ivan, Issa Abdou, Mourtalla, Abdelmounim, Modou o Mohamed. Fue el domingo en el ¨²ltimo encuentro de la temporada.

¡°Yo jugu¨¦ con la palabra 'Mono' a la espalda. Lo hicimos para decirle a todo el mundo que no somos delincuentes. Que somos personas y que no molestamos a nadie. Todav¨ªa escuchamos estos insultos y es algo que sufrimos nosotros y tambi¨¦n los profesionales. Hace poco, un jugador de la Juventus se encar¨® con toda una grada. Recuerdo tambi¨¦n que Eto¡¯o estuvo a punto de parar un partido¡±, afirma Eric Josu¨¦ Amang, mediocentro y defensa central del Alma de ?frica. ¡°Queremos que se nos respete. Estamos en el siglo XXI y no entiendo c¨®mo todav¨ªa pueden darse estos insultos. Estamos hartos de este desprecio¡±, aclara Eric, camerun¨¦s, que lleg¨® a Espa?a en 2013. Cada uno de los jugadores inmigrantes del Alma de ?frica tiene una historia detr¨¢s. La de Eric comenz¨® con un viaje desde Camer¨²n a Marruecos para en 2013 alcanzar Espa?a en una patera. ¡°No volver¨ªa a hacerlo por nada del mundo. Di dos viajes y me cogi¨® la polic¨ªa. Me gast¨¦ mucho dinero y al final pude pasar por 80 euros. Pas¨¦ miedo y dej¨¦ atr¨¢s a muchos compa?eros y amigos que murieron en la traves¨ªa. Es una experiencia dur¨ªsima¡±, recuerda el futbolista del Alma ?frica. ¡°El f¨²tbol te ayuda a integrarte. En el Alma somos una familia. Yo har¨¦ siempre todo lo que pueda por este equipo. El f¨²tbol te ayuda mucho¡±, a?ade.

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¡®Somos todos¡¯, el lema de un equipo y de una comunidad

Eric trabaja ahora en un matadero de la localidad sevillana de Marchena, donde vive desde hace dos a?os, pero todos los fines de semana se desplaza para jugar con el Alma. ¡°Lo ayudar¨¦ siempre¡±, aclara. Muchos de sus compa?eros no tienen el permiso de residencia y juegan porque la Federaci¨®n Andaluza permite que se hagan la ficha con el pasaporte de su pa¨ªs.

¡°Hemos intentado hacer una campa?a de sensibilizaci¨®n porque todav¨ªa nuestros jugadores reciben insultos racistas. Hay maleducados que la toman con nuestros jugadores¡±, afirma Alejandro Ben¨ªtez, un agente inmobiliario que ejerce de presidente del equipo gaditano por solaridad. ¡°Es una locura. Tambi¨¦n queremos mostrar que nuestros futbolistas est¨¢n tan por encima de esos insultos que nos lo ponemos en la espalda, para que todo el mundo pueda verlos. La iniciativa fue muy bien recibida¡±, aclara Ben¨ªtez.

Ayudas laborales

En muchas ocasiones, los insultos racistas provienen de los propios rivales. ¡°Es una est¨²pida forma de picaresca. A ver si entre todos podemos acabar con esta lacra. Es cierto que la tendencia es a la baja, pero todav¨ªa se siguen dando y quer¨ªamos llamar la atenci¨®n de la gente¡±, finaliza el presidente del Alma.

¡°Lo que menos nos dicen es 'vete a tu pa¨ªs' y este es mi pa¨ªs. Creo que cosas de este tipo sobran en el deporte y en la sociedad¡±, afirma Issa Abdou, otro de los miembros del equipo, tambi¨¦n camerun¨¦s y lateral izquierdo. Sali¨® con 14 a?os de su pa¨ªs y tard¨® hasta tres a?os en llegar a Espa?a. Vivi¨® una aut¨¦ntica odisea. Salt¨® la valla de Melilla al segundo intento y se hizo una herida considerable. Ahora, gracias al Alma, que ayuda a buscar trabajo a sus jugadores, es operario del Ikea.

Despu¨¦s del descenso en la pasada temporada, las cosas no le han ido bien en lo deportivo al Alma. Ha terminado la temporada como colista y despu¨¦s de perder este ¨²ltimo y especial ¨²ltimo partido de Liga ante el Algaida, l¨ªder la competici¨®n. Los jugadores del Alma regalaron sus camisetas a los rivales como detalle de confraternizaci¨®n.