La marea de la Premier y la oposici¨®n espa?ola
La Premier tiene todo, pero el Real Madrid y el Bar?a son todav¨ªa los dos grandes polos magn¨¦ticos del f¨²tbol mundial
Antes de que los ricachones de ahora olviden sus humildes or¨ªgenes y conviertan el f¨²tbol en una aborrecible fiesta privada, se pronostica un cambio de ciclo en Europa, donde cuatro equipos ingleses han disputado las finales de las dos grandes competiciones. No hay novedad por lo que respecta al car¨¢cter c¨ªclico del f¨²tbol. Con las excepciones de rigor, se considera que los a?os cincuenta y sesenta fueron dominados por los equipos del sur de Europa (Espa?a, Italia y Portugal) y que la d¨¦cada de los setenta fue definida por los norte?os y centroeuropeos (Ajax y Bayern fundamentalmente). As¨ª sucesivamente hasta ahora. La ¨²ltima hegemon¨ªa ha correspondido al f¨²tbol espa?ol, con siete t¨ªtulos de campe¨®n de Europa ¡ªcuatro el Real Madrid, tres el Bar?a¡ª en los ¨²ltimos 10 a?os, pero todo indica que la ola inglesa ha llegado.
Las razones del advenimiento son f¨¢ciles de descifrar: la Premier League ingresa m¨¢s dinero que ning¨²n otro campeonato, administra con sabidur¨ªa su prestigio y por fin ha sido capaz de romper algunos de los desgastados c¨®digos que le imped¨ªan avanzar. M¨¢s que los jugadores, y los hay magn¨ªficos en la Premier, la revoluci¨®n ha correspondido a los entrenadores, y en particular a dos de ellos: Pep Guardiola, ganador este a?o del triplete ingl¨¦s con el Manchester City, y J¨¹rgen Klopp, el hombre que ha acabado con las tribulaciones del Liverpool.
Nada cambiar¨¢ en el escenario de la Premier. Sus grandes clubes acudir¨¢n al mercado en una posici¨®n ventajosa. Klopp, Guardiola, Pochettino, Emery y quiz¨¢ Sarri seguir¨¢n en los mejores equipos ingleses. Los recientes ¨¦xitos en Europa ser¨¢n convenientemente publicitados en el mundo, con el rendimiento que eso supone en derechos televisivos en otros continentes, sobre todo en Asia, y patrocinios de toda clase. Todos se beneficiar¨¢n, incluidos los clubes medianos y peque?os, en perfecta disposici¨®n para desplegar el fulgor de la libra en los mercados correspondientes de Espa?a, Francia y Portugal, principales proveedores de futbolistas para la zona media y baja de la Premier.
La marea avanza, pero no es inevitable. El f¨²tbol espa?ol dio un salto atr¨¢s con el caso Neymar. Dej¨® el Bar?a por el Par¨ªs Saint Germain, operaci¨®n de gran contenido simb¨®lico. La estrella de una formidable instituci¨®n eligi¨® un club sin apenas historia, pero con dinero a mansalva. Tampoco ayud¨® el traspaso de Cristiano a la Juve, quiz¨¢ menos en el terreno simb¨®lico que en el estrictamente futbol¨ªstico. El Madrid ha sido una sombra de equipo. Aunque podr¨ªa sospecharse un declive de LaLiga, la realidad invita a una cierta esperanza.
La Premier tiene todo, pero el Real Madrid y el Bar?a son todav¨ªa los dos grandes polos magn¨¦ticos del f¨²tbol mundial. La situaci¨®n de Neymar, sumido en decepciones con el Par¨ªs Saint Germain, confirma que los dos grandes clubes espa?oles ofrecen un valor a?adido, incluso cuando se encuentran en estado de crisis, como ocurre este a?o. Desprenden un fulgor que ning¨²n equipo ingl¨¦s iguala.
Basta observar el pr¨®ximo mercado de verano, extremadamente agitado por lo que parece, para se?alar la capacidad del Bar?a y del Madrid para competir y ganar. Eden Hazard, que tiene todo el f¨²tbol ingl¨¦s a su disposici¨®n, ha elegido el Real Madrid. Frenkie de Jong, el reputado centrocampista del Ajax, se decidi¨® por el Bar?a en lugar del Manchester City, donde Pep Guardiola le preparaba un equipo a su medida.
Hace tiempo, Txiki Begiristain dijo que cuando el Real Madrid iba a por un jugador hab¨ªa que apartarse, no hab¨ªa forma de resistir. Algo parecido suele ocurrir con el Bar?a. Es verdad que la Premier se ha revitalizado y vive d¨ªas felices, pero de ah¨ª a pensar en una inmediata hegemon¨ªa, dista un abismo.
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