El Madrid de Laso devora otra Liga en el Palau
El equipo madridista hace valer la pegada de Rudy Fern¨¢ndez, el recital de Campazzo y el rebote de Tavares, asfixia al Bar?a y suma su cuarto t¨ªtulo en los ¨²ltimos cinco a?os
El Real Madrid es el rey absoluto. Su magia no encuentra ant¨ªdoto. Sea ante el Baskonia, el Barcelona, en el WiZink, el Araba o el Palau. Cerr¨® la final, 3-1, ante el Barcelona, en un duelo en que deshizo el crucigrama estrat¨¦gico de Pesic que tanto le complic¨® la vida. Prevaleci¨® finalmente el estilo cultivado a lo largo del ¨²ltimo lustro por Pablo Laso en un partido terriblemente f¨ªsico y eminentemente defensivo. La garra de Rudy Fern¨¢ndez y el recital de Campazzo encarrilaron el triunfo definitivo del Madrid, pero el goteo de canastas finales de Causeur, Taylor y Tavares lo remataron. El dominio del Madrid en el rebote fue esclarecedor: 30-46. El Barcelona qued¨® derrengado, al borde del colapso, incapaz finalmente de recuperar como lo hizo en el tercer duelo. No tuvo a quien asirse, con Heurtel, con dos puntos, y Tomic, con cuatro, oscurecidos en ataque.
BARCELONA, 68; REAL MADRID, 74
Barcelona Lassa: Heurtel (2), Hanga (11), Claver (4), Singleton (12), Oriola (4) ¡ªcinco inicial¡ª Pangos (16), Ribas (4), Smits (3), Pustovyi (0), Kuric (8), Tomic (4).
Real Madrid: Campazzo (15), Rudy Fern¨¢ndez (12), Deck (0), Randolph (10), Tavares (10) ¡ªcinco inicial¡ª Causeur (10), Ay¨®n (5), Carroll (4), Llull (0), Thompkins (6), Taylor (2).
Parciales: 21-24, 12-13, 14-18 y 21-19.
?rbitros: Antonio Conde, Carlos Peruga, Fernando Calatrava. Sin eliminados.
Palau Blaugrana, 7.301 espectadores.
El Real Madrid se permiti¨® echar el broche al campeonato en el escenario m¨¢s exigente y por lo tanto uno de los que mayor regodeo le producen. Son dos t¨ªtulos consecutivos, cuatro en los cinco ¨²ltimos a?os, 35 en su historia. En el ¨²ltimo lustro, solo el Valencia de Pedro Mart¨ªnez rompi¨® en 2017 la hegemon¨ªa del Madrid de Pablo Laso que sobrevuela el baloncesto espa?ol y, en este periodo, por dos veces tambi¨¦n el europeo. Posee mando, una confianza y seguridad extremas, un carrusel de jugadores capaces de darse el relevo m¨¢s candente y una exigencia infinita, tal como deja ver meridianamente Pablo Laso. Y as¨ª lo dej¨® patente una vez m¨¢s. Jug¨® el Madrid con la misma determinaci¨®n y garra que le dio el triunfo explosivo y ag¨®nico del partido del lunes. Campazzo se hizo acreedor al MVP con 15 puntos, nueve rebotes, seis asistencias.
Rudy Fern¨¢ndez embal¨® a los suyos, con tres de sus cuatro triples en los primeros tres minutos. Pesic encarg¨® a Hanga la vigilancia sobre Campazzo y a Heurtel, la de Rudy Fern¨¢ndez. La teor¨ªa, se supone, se sustentaba en que el base argentino fue el que m¨¢s problemas dio a la defensa del Barcelona en el partido anterior. Rudy Fern¨¢ndez, ante el franc¨¦s, dispar¨® a discreci¨®n y con un acierto asombroso, tres triples en los tres primeros minutos. El Madrid zumbaba en el Palau y Campazzo y Randolph, con otros dos triples, marcaron un pico considerable mediado el primer cuarto (8-19). El plan no le val¨ªa a Pesic.
Pero los relevos dieron sus frutos al Barcelona. Pangos jug¨® sus mejores minutos con un recital, como si se hubiera intercambiado los papeles con Heurtel. Sus ocho puntos en un santiam¨¦n y la rapidez y agilidad con la que movi¨® a su equipo, junto al estir¨®n que le dio Tomic y los triples con los que el Barcelona igual¨® la producci¨®n del Real Madrid, propiciaron el volteo del marcador (28-26).
El juego se embruteci¨®. Campazzo abrillant¨® el parquet, Pangos se llev¨® un coscorr¨®n, Heurtel y Llull estaban a cero, Pau Ribas, in¨¦dito en el tercer partido, compareci¨® para apretarle las tuercas al base argentino, algunas jugadas parec¨ªan surgidas de una mel¨¦... Los ataques se atascaron. El 12-13 del segundo acto fue revelador. El Real Madrid se fue por delante en el marcador con un balance reboteador como factor muy a tener en cuenta: 16-22 en su favor. Los nueve que captur¨® en ataque, cuatro Tavares, pincharon la defensa del Barcelona.
?Rudy Fern¨¢ndez y Randolph, que acab¨® con 10 puntos y 14 rebotes, volvieron a darle repr¨ªs a los suyos (37-47). Y Pangos volvi¨® a responder por su cuenta y riesgo. El Barcelona obtuvo un parcial de 8-0 y volvi¨® a estrechar la brecha (45-47). La determinaci¨®n del jugador canadiense desbordaba a los peque?os del Madrid en un momento en que ambos entrenadores situaron a sus cuatro bases a la vez en la cancha. Laso a?adi¨® al contingente a un tercer bajito, Causeur. El alero franc¨¦s espole¨® de nuevo a su equipo, que lleg¨® al receso del tercer cuarto animando en tropel a Tavares, que fall¨® una canasta f¨¢cil que hubiera dado 10 puntos a su equipo. Bien lo val¨ªa porque el gigante de Cabo Verde se elev¨® sobre todos en el tramo final para acabar con 10 puntos y 13 rebotes y una intimidaci¨®n tremenda en el interior de la zona.
El Madrid se asom¨® al ¨²ltimo asalto mirando al Bar?a por encima del hombro, al igual que durante la mayor parte de toda la serie final. Heurtel meti¨® su primera canasta, pero el Barcelona estaba al borde del colapso tras haber sumado 26 puntos entre el segundo y el tercer cuarto. Su sequ¨ªa se extend¨ªa al ¨²ltimo. El Madrid dominaba de largo el rebote, elaboraba mejor y contaba con dos jugadores m¨¢s frescos que ninguno otro, Causeur y Taylor, que le dieron aire y puntos. Faltaban cinco minutos y el Madrid volv¨ªa a tener al Barcelona contra las cuerdas (55-64). Se recordaba la remontada del tercer duelo, el 7-0 final. Pero esta vez el Madrid estaba mucho m¨¢s entero y el Barcelona, sin la chispa de Heurtel, y derrengado, se qued¨® ya sin nada que decir. El Madrid sigue siendo el rey absoluto del baloncesto espa?ol en los ¨²ltimos tiempos.
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