Nadal mete la sexta marcha

¡°?Pero has visto eso?¡±.

Es puro v¨¦rtigo. Se gira el preparador Francis Roig boquiabierto en el box porque Rafael Nadal acaba de encontrarse una pelota a placer, a media altura y mansita, ligeramente escorada pero perfecta para aplicarle un impacto violento y trazar un rev¨¦s cruzado que arranca un oooooohhhhhhhh interminable de la grada de La Catedral. Precede la escena a otra victoria m¨¢s, pero no una cualquiera: el triple 6-2 al luso (en 1h 45m) iguala autom¨¢ticamente el marcador m¨¢s abultado del espa?ol en el major brit¨¢nico, el que infligi¨® hace un par de a?os a John Millman; entonces, mismas cifras y mismo tiempo.

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Sigue Nadal ofreciendo argumentos y un magn¨ªfico tenis para postularse como uno de los firmes candidatos al t¨ªtulo en Wimbledon. Sigue progresando el balear, adoptando d¨ªa tras d¨ªa y ronda tras ronda mejor color, ense?ando el colmillo y despachando a los rivales como si fueran moscas. Sigue haciendo muchas cosas bien y, hasta ahora, pr¨¢cticamente ninguna mal, de modo que ya no solo oposita sino que apunta a la copa dorada con la mirada firme y ofreciendo muestras escala a escala: Nadal, a estas alturas del torneo, est¨¢ inmenso.

Sorteado el peliagudo escollo de Nick Kyrgios en la segunda estaci¨®n, el balear se ha quitado de encima a los otros tres adversarios con una triple prueba de fiabilidad, sin un solo sobresalto. Ya est¨¢ en los cuartos y apenas se llev¨® un rasgu?o del australiano y poco m¨¢s. Joao Sousa, el ¨²ltimo en pasar por la silla del dentista, no le hizo ni cosquillas. Es el portugu¨¦s un chico aplicado y met¨®dico, buen amigo de Nadal, deferente e instruido (habla seis idiomas), pero la bonhom¨ªa se traduce tambi¨¦n en su tenis. En exceso.

Lo hace todo bien Sousa, pero es dif¨ªcil que llegue a ning¨²n sitio. De la misma forma que tiene f¨ªsico, piernas (es rapid¨ªsimo) y t¨¦cnicamente admite pocos reproches, se queda corto en todo. No tiene un tiro definitivo. Hace falta much¨ªsimo m¨¢s argumentario para derribar a un Nadal que en este Manic Monday ¨Cel ¡®lunes de locos¡¯ que concentra todos los cruces de octavos, masculinos y femeninos¨C firm¨® su triunfo 70 en Londres y disfrut¨® en la pista central, a la que se le empieza a agudizar la calvicie de los fondos.

El primer servicio y la intimidaci¨®n en la red

Esto a?ade alg¨²n que otro resbal¨®n de m¨¢s, caso de Sousa esta vez. Lo puso todo sobre la mesa el portugu¨¦s, pero su derecha fam¨¦lica no inquiet¨® lo m¨¢s m¨ªnimo al mallorqu¨ªn, que aprovech¨® para ir afilando el cuchillo pensando ya en encuentros m¨¢s comprometidos; el siguiente, ante el ca?onero estadounidense Sam Querrey (6-4, 6-7, 7-6 y 7-6 a Tennys Sandgren). Se desesper¨® Sousa (sapos y culebras por esa boca¡­) y lo atorment¨® el arrollador Nadal, que como ya hiciera contra el franc¨¦s Jo-Wilfred Tsonga volvi¨® a dejar una hoja estad¨ªstica muy rese?able.

De nuevo, cedi¨® solo cinco puntos con los primeros servicios e intimid¨® en la red, con 16 aciertos en 19 aproximaciones; dej¨®, adem¨¢s, 30 golpes ganadores y redujo la cuota de errores propios a solo 10, sin brindar una sola opci¨®n de quiebre al rival. ¡°Al final, no todo son estad¨ªsticas, sino tambi¨¦n la sensaci¨®n personal, y hoy me he sentido genial desde el fondo. He pegado muchos golpes buenos tanto con el drive como con el rev¨¦s, he cortado bien y cuando he subido he voleado bien¡±, radiografi¨® el de Manacor, que aun y todo se reproch¨® haber reducido el porcentaje de primeros: ¡°Hoy ha sido del 57% y el otro d¨ªa [contra Tsonga] fue del 70%...¡±.

Su¨¢rez y la ¡®muralla Williams¡¯

Con esos n¨²meros, Nadal ya pisa los cuartos de final, a los que lleg¨® acompa?ado de Roberto Bautista. El castellonense se deshizo del franc¨¦s Benoit Paire (6-3, 7-5 y 6-2) y alcanz¨® por primera vez una cota tan alta en Wimbledon. En ella se enfrentar¨¢ al argentino Guido Pella, que remont¨® (3-6, 4-6, 6-3, 7-6 y 8-6) al gigant¨®n Milos Raonic. Avanzaron los dos, pero no pudieron hacerlo Fernando Verdasco (7-6, 2-6, 6-3 y 6-4 con David Goffin) ni Carla Su¨¢rez, que de nuevo se top¨® con la gigantesca oposici¨®n de Serena Williams. La estadounidense, de 37, le venci¨® por un doble 6-2, sin abrir la m¨¢s m¨ªnima rendija a la esperanza.

¡°Me acelera mucho, hace que juegue muy acelerada y no pueda estar tranquila. Cometo m¨¢s errores de los que cometo normalmente. Es algo m¨ªo, pero debo tener m¨¢s tranquilidad. Hace que tire muchas m¨¢s bolas a la red sacando, y no puede ser que juegue un punto bien y cinco mal... La ¨²nica que me causa esto es Serena. Creo que el marcador ha sido m¨¢s abultado de lo que se ha visto¡±, coment¨® Su¨¢rez. ¡°Se le puede hacer m¨¢s da?o, pero para eso hay que tener tranquilidad. Ella tiene la misma hambre y va a por el torneo. Cada vez que juego contra Serena me pasa lo mismo y son ya muchas veces¡±, lament¨® la canaria.