El Espanyol coge color europeo
El equipo de Gallego tira de las llegadas de los laterales y de los remates de los puntas para cerrar la eliminatoria ante al Stjarnan
Fue un gesto irreflexivo, pero a Borja Iglesias se le escaparon varios aspavientos cuando el portero rival, apenas en el minuto 20 del encuentro, agarr¨® el esf¨¦rico para, de inmediato, pegarle tan duro que acab¨® en el ¨¢rea blanquiazul. Sin intenci¨®n, sin sentido. All¨ª no hab¨ªa un solo jugador del Stjarnan como tampoco lo estaban en la mitad del campo del Espanyol, sino que todos los islandeses estaban de la mano de su portero, ¨²nicamente preocupados por defender y, en caso de milagro, tirar alg¨²n contragolpe espor¨¢dico. No se dio. Y por eso fue irreflexivo el gesto de Iglesias, porque por mucho que en ese segundo le molestara no haber cazado el bal¨®n a¨¦reo y la consiguiente poca predisposici¨®n del Stjarnan a jugar, el partido estaba en el mejor de los escenarios: el Espanyol jugaba en campo rival y solo era cuesti¨®n de tiempo y persistencia, tambi¨¦n de punter¨ªa, resolverlo. Cost¨® lo suyo, pero fue suficiente para cerrar la eliminatoria de la ronda previa de la Liga Europa.
Nada m¨¢s abrirse el tel¨®n, sin embargo, fue el Stjarnan quien asust¨® con un disparo de media distancia de Halld¨®rsson, ¨²nico en pedir la pelota y repartirla. Pero su propuesta chirriaba y todo se qued¨® en un espejismo porque el Espanyol cogi¨® el bal¨®n y ya no volvi¨® a soltarlo. El problema fue que de inicio se encasquill¨® de manera grotesca en la zona de tres cuartos, sin ingenio para desarbolar la abigarrada defensa rival, sin finura para descorchar el duelo con el ¨²ltimo pase. Por lo que se remitieron a disparos lejanos como el de Pedrosa o el de Lu¨ªs L¨®pez, como la falta lateral de Granero que se envenen¨® o como el chut de Darder, todos torcidos o altos.
M¨¢s centros al ¨¢rea
Hoja de ruta que no gust¨® a Gallego, que desde el ¨¢rea t¨¦cnica reclamaba la profundidad de sus laterales para abrir el campo, para llegar con m¨¢s efectivos y para lanzar centros que evitaran a las torres islandesas. Por lo que las incursiones de Pedrosa y Javi L¨®pez dieron aire al Espanyol, m¨¢s c¨®modo en las triangulaciones. Y cuando tocaron de primeras, por poco no cantaron bingo; Javi L¨®pez la puso a la llegada de V¨ªcor S¨¢nchez, que centr¨® raso a un Ferreyra que le peg¨® con el alma pero tambi¨¦n a la pierna rival.
No se sal¨ªa con la suya el Espanyol, que reserv¨® a los nuevos fichajes ¡ªaunque Vargas estaba en la grada porque no lleg¨® su ficha a tiempo¡ª para desilusi¨®n de la grada. Pero el disgusto dur¨® el tiempo que tard¨® en Ferreyra en marcar su primer gol, con una carrera por el costado y centro lateral de Pedrosa como exig¨ªa el partido y su t¨¦cnico. Momento del descorche porque desde ese instante el Epanyol ya no mir¨® hacia atr¨¢s sino que jug¨® al abordaje y con las alas abiertas. As¨ª, por la derecha, llegaron los dos siguientes goles; asistencia de Iglesias que Ferreyra empuj¨®; y centro raso de Javi L¨®pez que el mismo Iglesias solucion¨® con un disparo raso y cruzado, bien ajustado al palo y a la red para delirio de la grada. Artima?a que repiti¨® poco despu¨¦s, aunque recibi¨® desde la izquierda, de Wu Lei.
El Espanyol no jugaba en Europa desde la fat¨ªdica final de la UEFA de 2007 en Glasgow ante el Sevilla, resuelta por penaltis. Pero frente al Stjarnan, 4.453 d¨ªas despu¨¦s, volvi¨® a sonreir. La Liga Europa est¨¢ m¨¢s cerca.
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