El cambio de Bartomeu
El presidente del Bar?a quiere escribir su propio relato y para eso necesita influir en la pol¨ªtica deportiva
La temporada empieza en el Camp Nou con una noticia sorprendente: a Josep Maria Bartomeu le ha dado un ataque de importancia en calidad de presidente del Bar?a. Ha sido tan inesperado que todav¨ªa no fue descifrado sino que simplemente ha sido descalificado por la cr¨ªtica y la oposici¨®n, considerado temerario, propio de quien ha decidido tirar la casa por la ventana, el anuncio de una quiebra, palabra de Joan Laporta en una entrevista concedida a Salvador Sostres en ABC.
A falta de saber si se trata de un ejercicio de exhibicionismo o por el contrario de responsabilidad, se sabe en cualquier caso que el mandatario azulgrana se cans¨® de ser ninguneado: a veces se le compar¨® por su inanici¨®n con Mariano Rajoy; en ocasiones se le ha tenido por un siervo de Leo Messi; y es de dominio p¨²blico que si sustituy¨® a Sandro Rosell fue por los trapicheos en el fichaje de Neymar Junior que acabaron en los juzgados y con la condena al FC Barcelona.
Bartomeu quiere que se sepa qui¨¦n es de verdad Bartomeu y por tanto necesita marcar distancias con respecto a aquel personaje dif¨ªcil de clasificar, mediocre y f¨¢cil de ridiculizar para sus detractores, divertido y agradecido a ojos de sus defensores, un mandatario que no se hac¨ªa respetar ni perd¨ªa su condici¨®n de interino, incluso despu¨¦s de ser elegido presidente en 2015. Aquel don nadie, menospreciado en Espa?a y en Europa, es temido ahora en el PSG por el posible regreso de Neymar Junior.
No quiere estar de paso por el Camp Nou. Bartomeu necesita escribir su propio relato como presidente plenipotenciario antes de que se acabe su mandato en 2021. Y para trascender hay que influir en la pol¨ªtica deportiva, convenientemente reconducida de acuerdo a sus intereses, despu¨¦s de prescindir del tercer secretario t¨¦cnico (Pep Segura, Robert Fern¨¢ndez y Andoni Zubizarreta) en cuatro a?os y de asumir tambi¨¦n las funciones del vicepresidente deportivo Jordi Mestre.
La comisi¨®n deportiva gana peso en el campo y en un palco desanimado desde la salida de Carles Vilarrub¨ª. La sensaci¨®n es que Bartomeu pretende exhibir la mejor s¨ªntesis del Bar?a. El nombre de Johan Cruyff ya figura en la colecci¨®n de ropa Gallina de piel, en un mural y en el nuevo campo de la Ciudad Deportiva; su hijo Jordi es tentado cada verano para que vuelva de lo que quiera al Camp Nou; a Carles Puyol se le ha ofrecido el cargo de manager; y V¨ªctor Vald¨¦s entrenar¨¢ al Juvenil A.
Tambi¨¦n se ha recuperado a Patrick Kluivert como responsable de la Masia. A Xavi Hern¨¢ndez y Pep Guardiola les tienen dicho que les aguardan con ganas cuando gusten para lo que sea menester; y en los Legends se alinean hasta Rivaldo y Ronaldinho. Aspira Bartomeu a tener buen p¨®ster de la familia azulgrana y a completar las plantillas m¨¢s profundas posibles en los distintas secciones profesionales despu¨¦s que la temporada pasada se quedara a las puertas de siete Copas de Europa
Bartomeu quiere que se sepa qui¨¦n es de verdad Bartomeu y por tanto necesita marcar distancias con respecto a aquel personaje dif¨ªcil de clasificar
As¨ª se explican los fichajes en baloncesto (Cory Higgins, Brandon Davies, Nikola Mirotic y ?lex Abrines), balonmano (Abel Serdio y Luka Cindric), hockey patines (Helder Nunes), f¨²tbol sala (Daniel Shiraishi), f¨²tbol femenino (Jenni Hermoso, Andrea Falc¨®n y Caroline Graham Hansen, Cata Coll) y f¨²tbol masculino (Antoine Griezmann, Frenkie de Jong y Norberto Neto). Griezmann interesaba a Valverde y De Jong es la apuesta de Bartomeu para que se visualice tambi¨¦n el Bar?a post-Messi.
Al 10 le proponen que renueve el contrato que expira el mismo a?o en que se despedir¨¢ Bartomeu: 2021. El presidente quiere que en sus equipos haya tensi¨®n competitiva a partir de la presi¨®n y la ambici¨®n generada desde la propia junta, consciente de que se maneja mejor desde el riesgo, la mejor manera de acabar con la rutina y la inercia, no envejecer con las pesadillas de Roma y Liverpool. Bartomeu ha cambiado para evitar el fracaso y pide que cambie tambi¨¦n Valverde.
La apuesta se supone peligrosa a juicio de quienes nunca han cre¨ªdo en Bartomeu. No adivinan en su forma de ser ning¨²n liderazgo, tampoco le dan credibilidad por su capacidad para enamorarse y desenamorarse y advierten que su actual estrategia consiste en comprar complicidades sin criterio ni una idea de juego, de manera que las piezas del puzle dif¨ªcilmente encajar¨¢n en un club ahora hipotecado por una inversi¨®n millonaria mientras quedan paralizados proyectos como el Espai Bar?a.
El presidente, sin embargo, est¨¢ convencido de que se sienta sobre una caja de fuegos artificiales y no de explosivos como le advierten los m¨¢s esc¨¦pticos del Camp Nou. La respuesta depender¨¢ de Messi, el ¨²nico capaz de dar sentido a la obra barcelonista y que de momento no ha anunciado todav¨ªa el plan para 2019-2020, despu¨¦s que la temporada pasada anunciara en la presentaci¨®n que el equipo iba a jugar por traer de nuevo esa copa tan linda y deseada llamada Champions.
La hinchada aguarda expectante a su capit¨¢n, consciente de que el ¨¦xito pasa porque Messi sea el jugador que no para de atacar, siempre cerca de la porter¨ªa, empujado por un equipo que presiona porque juega muy junto, convencido de la victoria en Liga, Copa y Champions. Habr¨¢ que ver la cara que pone Messi cuando reconozca a Bartomeu con o sin su amigo Neymar. La suerte del Bar?a no depende de que Messi cambie sino de que sea m¨¢s Messi que nunca y no quiera ser Maradona.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.