La Supercopa inglesa se ti?e de azul

En uno de los duelos m¨¢s apasionantes que ofrece hoy el f¨²tbol europeo solo el azar se sinti¨® capaz de interponerse en el camino. Se decant¨® por el bando del Manchester City, que derrot¨® en los penaltis al Liverpool en la Community Shield (Supercopa inglesa) gracias a la pericia de Bravo, que adivin¨® el lanzamiento de Wijnaldum y entreg¨® a los citizen, campeones de liga y copa la temporada pasada, el primer trofeo del nuevo curso. El acierto del portero chileno socorri¨® a un City que lleg¨® ahogado al final de un partido que mereci¨® ganar el Liverpool, y que mostr¨® un despliegue f¨ªsico impropio una semana de que comience la Premier inglesa.

En el reconocimiento del estilo de cada uno de los equipos no solo est¨¢ la primera piedra para su desactivaci¨®n, sino la representaci¨®n emp¨ªrica de c¨®mo ambos encaran de distinta forma las situaciones que se suceden despu¨¦s con el bal¨®n de por medio. Mientras al Liverpool la pausa le adormece, al City le agudiza el ingenio. Cuando la pelota se desencadena, los reds vuelan a su alrededor mientras que para que eso ocurra en el bando celeste alg¨²n jugador debe regular la velocidad.

Lo divertido para el espectador de esta lucha de filosof¨ªas y egos en la que se han convertido los duelos entre el Liverpool y el City, entre Jurgen Klopp y Pep Guardiola, el caos contra la creaci¨®n, es que todo sucede muchas veces y al mismo tiempo. Rara es la vez en la que alg¨²n equipo pierde varias batallas de manera consecutiva, por lo que la guerra siempre es un objetivo alcanzable. M¨¢s todav¨ªa si el marcador no act¨²a de canciller desnivelando la balanza.

Se entreg¨® a su esp¨ªritu desbocado el Liverpool desde el principio, encarando cada duelo como un combate, y logr¨® ahogar a Rodrigo, piedra angular de la salida de bal¨®n del City. Las cualidades t¨¦cnicas del espa?ol no lograron imponerse a la presi¨®n, y en las primeras veces en las que pudo comunicarse con la pelota lo hizo envi¨¢ndola hacia atr¨¢s. La ayuda de Silva tard¨® en aparecer, y mientras tanto la entrega de Fabinho y Henderson, dos gregarios intachables, ahondaron en esa crisis inicial. Sin embargo, la primera ocasi¨®n clara cay¨® del lado de los de Guardiola, tras un robo de Sterling, quiz¨¢s la creaci¨®n m¨¢s completa del t¨¦cnico, que arranc¨® como falso nueve, pero pareci¨® un falso extremo, un falso centrocampista, pero un fu sobretodo un problema muy real.

La lesi¨®n de San¨¦ a los diez minutos propici¨® una secuencia de acontecimientos en cadena tan inesperados como beneficiosos para el City. La entrada de Gabriel Jesus deriv¨® en un rearme del ataque que un minuto despu¨¦s culmin¨® con el tanto de Sterling a bocajarro tras una cesi¨®n con la zurda dentro del ¨¢rea de Silva. No estuvo demasiado acertado Alisson, que bail¨® con el bal¨®n, pero no acert¨® a marcar el paso y sacarlo fuera de la pista de su guarida.

Ir por detr¨¢s del marcador no alter¨® la perspectiva del Liverpool, que contempl¨® siempre el escenario ofensivo de la misma manera. El paso del tiempo desinfl¨® al City que se encontr¨® a un rival volcado al ataque que se agarr¨® a Salah como rompehielos. El egipcio tuvo enfrente a Zinchenko, un centrocampista reconvertido en lateral que le compiti¨® hasta que el nivel de su pareja subi¨® de revoluciones. Aun as¨ª, el tanto del empate lleg¨® con un cabezazo de Matip, que recogi¨® una dejada de Van Dijk en el coraz¨®n del ¨¢rea tras un saque de falta.

La banda derecha del Liverpool empez¨® a desangrar al City, que a punto estuvo de perder el partido antes de los penaltis si dos disparos consecutivos del egipcio no se hubieran topado con los postes, y si en un tercero, de cabeza, Walker no hubiera volado para despejar la pelota al borde de la l¨ªnea de gol.

Aunque durante el partido Guardiola y Klopp se las tuvieron tiesas en el ¨¢rea t¨¦cnica, acabado el duelo ambos saldaron sus cuitas con uno de esos abrazos que esconden muchas m¨¢s cosas de las que muestran. En Wembley se vivi¨® una lucha destinada a vivir nuevos cap¨ªtulos en un futuro pr¨®ximo y no era plan de sacar los cuchillos tan pronto.