Y la vieja banda volvi¨® a tocar
El Real Madrid, que no entrena situaciones de 10 contra 11, reaccion¨® de manera instintiva a la roja a Modric y revivi¨® en su victoria en Vigo el aroma de f¨²tbol coral de la ¨¦poca dorada de Zidane
Al acabar el partido que el Real Madrid gan¨® en Vigo de una forma que no hab¨ªa anunciado, casi lo primero que dio Zidane como explicaci¨®n fue una de esas frases que no dicen nada, y que podr¨ªan explicar todo. ¡°No ha cambiado nada¡±, dijo Zidane, aunque lo que se hab¨ªa visto en Bala¨ªdos era muy diferente de lo que esos mismos jugadores hab¨ªan mostrado en los ¨²ltimos meses, en particular durante la pretemporada. Hab¨ªa recordado, eso s¨ª, a aquel equipo coral, culminado en la final de Cardiff, en el que casi todos los jugadores encontraban su momento en los partidos. De nuevo hubo algo de ese aroma en Bala¨ªdos. Respecto a aquello, no parec¨ªa haber cambiado tanto. Es decir, hab¨ªa cambiado casi todo. Tanto, que hoy, aunque sea por una jornada, el Madrid ve al Bar?a por el retrovisor.
Horas antes, Zidane hab¨ªa decretado en Valdebebas una especie de volver a empezar con dos jugadores importantes, que no lo fueron tanto en Cardiff. Esa final Bale, reci¨¦n recuperado de una lesi¨®n, la empez¨® en el banquillo, y James, la vio desde la grada. ¡°La din¨¢mica y las cosas cambian y ahora voy a contar con ¨¦l¡±, dijo del gal¨¦s. Y sobre el colombiano: ¡°Est¨¢ en forma y estoy contento de tenerlo en la plantilla¡±.
El s¨¢bado en Vigo, Bale volvi¨® a ser la amenaza m¨¢s explosiva del equipo, pero sin desentenderse del destino com¨²n cuando la pelota pasaba al otro bando. ¡°Defendieron muy bien en la l¨ªnea¡±, dijo Zidane de ¨¦l y de Vinicius, los dos acompa?antes de Benzema en el ataque. Bale frecuent¨® el lateral, en auxilio de Odriozola, el m¨¢s desafinado, como no se le recordaba, de nuevo sincronizado con el vaiv¨¦n gremial. La entrada al partido de los blancos no fue una invitaci¨®n a que el rival le pegara desde el principio como hab¨ªa sucedido en la pretemporada.
Casi todos acumularon fotos airosas. Varane sopl¨® con los tacos un bal¨®n cruzado de Aspas que por ese soplido no alcanz¨® a rematar Fern¨¢ndez. Ramos coloniz¨® unos minutos en los que dio un recital de cortes. La fuerza gravitatoria de Marcelo atrajo el juego y las compa?¨ªas a su banda, de donde nacieron los tres goles.
Aunque el tramo durante el que m¨¢s pareci¨® que no hab¨ªa cambiado nada no lleg¨® hasta el minuto 58, todav¨ªa con 0-1, cuando Modric vio una tarjeta roja por la que el Madrid presentar¨¢ alegaciones. En ese momento, todo fue muy distinto de la ¨²ltima vez en la que el equipo se hab¨ªa visto en una situaci¨®n de apuro, en una competici¨®n por cuyo t¨ªtulo a¨²n pod¨ªan pelear. Hab¨ªa sido 165 d¨ªas antes, en el Bernab¨¦u, contra el Ajax en la Champions. Con 0-2 en el marcador desde el minuto 18, la rebeld¨ªa la puso Vinicius, un reci¨¦n llegado a la cumbre, donde el curso pasado se encontr¨® solo ante un desplome general. Despu¨¦s de una de sus carreras desesperadas hacia la meta rival, Vinicius se rompi¨®, y ah¨ª termin¨® de entregarse el Madrid. El s¨¢bado en Vigo no import¨® que el brasile?o, tan desamparado aquella noche, pasara desapercibido.
Con uno menos en el campo, el toque de corneta en Bala¨ªdos fue una estupenda intervenci¨®n de Courtois, por fin decisivo. Ah¨ª naci¨® la sacudida que termin¨® en el golazo de Kroos, que en mayo hab¨ªa cerrado la ¨²nica temporada en la que no hab¨ªa marcado de blanco. Con ese tanto, el alem¨¢n culminaba una tarde que no se pareci¨® a esas del curso pasado en las que a menudo sobrevolaba su zona a la espera de un bal¨®n que golpear con exquisitez. El s¨¢bado Kroos fue el jugador del Madrid que m¨¢s balones recuper¨® (10), por delante de Casemiro (9), adem¨¢s de ser el que m¨¢s veces toc¨® la pelota (77) y el que mejores pases dio (58). El viejo Kroos poni¨¦ndo el lazo a una reacci¨®n que desde el club se ve como un ¡°gesto coral e instintivo¡±.
A diferencia de Mourinho y Ben¨ªtez, Zidane no entrena situaciones en las que su equipo se queda con diez frente a once. Pero, a partir de la roja, y ante lo que calcularon que pod¨ªa ser un ¡°golpe may¨²sculo¡±, el f¨²tbol del Madrid fluy¨® de manera natural hasta desembocar en un gran tercer gol.
¡°No ha cambiado nada¡± tambi¨¦n puede aludir a que este regreso coral de la vieja banda, m¨¢s vieja que antes, ha sucedido a¨²n solo en el primero de 38 partidos de Liga. Quedan a¨²n por tocar Hazard, y quiz¨¢ James, y sobre todo aquella segunda unidad que permiti¨® llegar al puerto de Cardiff, y al primer doblete Liga-Copa de Europa en m¨¢s de medio siglo.
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