Real Madrid, reconstrucci¨®n a bandazos
El club blanco, que plane¨® rehacerse sin Bale ni James, se apoya en ellos mientras busca una idea de juego, espera a Hazard, lesionado, y aguarda un desenlace del caso Neymar
La peripecia de James resume la indefinici¨®n de este Madrid de bandazos que trata de remontar el vuelo tras el hundimiento y a¨²n no afina el rumbo. El colombiano regres¨® a Valdebebas despu¨¦s de dos temporadas a pr¨¦stamo en el Bayern, adonde lo enviaron sus diferencias con Zidane. El t¨¦cnico no contaba con ¨¦l, el alto mando lo ve¨ªa con mejores ojos; pero, a la espera de un traspaso, no jug¨® un segundo en pretemporada, ni se subi¨® a un avi¨®n con el equipo. Sin embargo, fue suplente en el primer partido de Liga en Vigo, y titular una semana despu¨¦s ante el Valladolid. Este lunes se supo que se hab¨ªa roto.
Sin Modric, sancionado, y con una plantilla desbrozada de centrocampistas (Llorente, vendido al Atl¨¦tico; Kovacic, al Chelsea; y Ceballos, cedido en el Arsenal, y ninguna incorporaci¨®n), el colombiano fue contra el Valladolid de lo m¨¢s punzante del ataque blanco. En el minuto 56, Zidane lo sustituy¨® y ambos se entretuvieron en gestos en la banda, como si sellaran la reconciliaci¨®n. ¡°Ha salido del campo porque estaba tocado¡±, explic¨® el t¨¦cnico. ¡°Se le ha diagnosticado una lesi¨®n muscular en el s¨®leo derecho¡±, dijeron ayer los servicios m¨¦dicos.
El destello que supuso el partido de James, despu¨¦s de una pretemporada en la que el equipo recolect¨® un ramillete de decepciones e inc¨®gnitas, dur¨® apenas una hora. No podr¨¢ jugar el domingo contra el Villarreal, y en el club se estima que volver¨¢ a estar disponible despu¨¦s del par¨®n de selecciones, para el 14 de septiembre, contra el Levante en el Bernab¨¦u.
El se va, se queda, se lesiona de James remite a lo inconcluso de un proyecto de reconstrucci¨®n que nac¨ªa de las palabras de Zidane en su regreso al banquillo el mes de marzo pasado: ¡°Vamos a cambiar cosas¡±. Sin embargo, de momento lo de ahora es lo de antes, con el a?adido de las vacilaciones entre una defensa de tres o de cuatro.
Despu¨¦s de 300 millones en fichajes, ni uno de los nuevos ha sido titular en la Liga, ya sea por lesi¨®n (Hazard, Rodrygo y Mendy) o por decisi¨®n del t¨¦cnico (Jovic y Milit?o). Ni el entusiasmo veraniego de los fichajes ha durado.
Apenas termin¨® el campeonato pasado, el club ejecut¨® la primera fase de las compras en unos pocos d¨ªas fren¨¦ticos, complet¨® una buena remesa de cesiones y alguna venta, pero los siguientes planes de contrataciones ambiciosas se atascaron en varias salidas encalladas. De modo que Zidane se ha encontrado sin lo que quer¨ªa (Pogba), y con lo que no quer¨ªa (James y Bale). Sobre el gal¨¦s, quedar¨¢ como paradigma del deseo fallido la frase del entrenador sobre su venta: ¡°Si es ma?ana, mejor, ojal¨¢ que sea inminente¡±. Y lo que sigui¨®: ¡°No tengo nada en contra de Bale, pero tomo decisiones. Llega un momento en el que hay que cambiar¡±.
Pese a todo, sin cambiar lo que se adivinaba que cambiar¨ªa, el Madrid se present¨® en Vigo en el estreno liguero y despleg¨® una s¨®lida actuaci¨®n coral lanzada por Bale, Kroos y Benzema. La victoria (1-3), subrayada por la derrota del Bar?a en San Mam¨¦s, procur¨® a los blancos un optimismo desconocido durante meses. Pero tampoco eso ha durado demasiado.
El renacer de Bala¨ªdos y el curso reci¨¦n estrenado propiciaron que el s¨¢bado siguiente el Bernab¨¦u recibiera con aplausos incluso a Bale, a quien hab¨ªa pitado incluso por entrar al campo la ¨²ltima vez que hab¨ªa jugado all¨ª. En el universo blanco tampoco permanecen los disgustos, las decepciones y las fobias de la grada. El chasco fue tremendo, empezando por el propio Zidane, que desterr¨® un legado de estilista a?orando mandar el bal¨®n ¡°a tomar por saco¡±. Una semana fue un equipo al que no le tembl¨® el pulso ni con la expulsi¨®n de Modric y la siguiente, un conjunto que borde¨® la desesperaci¨®n de no marcar: de lanzar cinco centros al ¨¢rea en Vigo, a 29 en el Bernab¨¦u; de que quienes m¨¢s balones recuperaran fueran los centrocampistas (Kroos, Casemiro, Modric), a que fuera la ¨²ltima l¨ªnea (Ramos y Courtois).
Adem¨¢s de Bale en lo positivo, lo m¨¢s igual entre ambas tardes fue el desdibujado Vinicius. S¨ªmbolo de la pujanza de lo nuevo el curso pasado, en lo que va de este parece reflejar que lo que sigue en pie es lo viejo, se?alado como objetivo de reforma, o demolici¨®n.
Las se?ales apuntan a un tr¨¢nsito a¨²n por cuajar que sigue alg¨²n plan enmendado sobre la marcha. Y todav¨ªa con seis d¨ªas de mercado para seguir jugando con los mismos nombres: Mariano, Keylor, Neymar.
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