Tottenham y Arsenal reparten zarpazos en el Etihad
La entrada de Ceballos pasada la hora de partido contribuye a elevar la eficacia del equipo de Emery, que logra empatar tras ir 0-2 en el duelo de los segundones de la Premier
Hay f¨²tbol de verano, de oto?o, de invierno y de primavera. Cada estaci¨®n implica un g¨¦nero diferente. El ciclo incrementa progresivamente el car¨¢cter decisivo de los partidos, la urgencia de los resultados y la ansiedad del p¨²blico y los jugadores. El derbi del norte de Londres disputado este domingo se?al¨® el fin del est¨ªo. Arsenal y Tottenham disputaron un duelo primaveral en el Emirates. M¨¢s all¨¢ de la calidad del juego, fue un choque con todos los ingredientes de los partidos que determinan el destino de los equipos al cabo de la temporada. Acab¨® 2-2. Pudo inclinarse a favor de cualquiera.
Asumida la superioridad abismal del City y el Liverpool, en la Premier hay un grupo de equipos que se disputan las posiciones inmediatamente inferiores. La batalla para quedar dentro de la frontera del cuarto puesto, con acceso a las ventajas financieras de la Champions, resulta feroz. Ah¨ª coinciden Arsenal y Tottenham. Despu¨¦s de invertir 380 millones de euros en fichajes a lo largo de los ¨²ltimos tres a?os, el Arsenal se propone dar el salto que le sit¨²e entre los cuatro primeros tras haber quedado quinto en el curso pasado, precisamente un escal¨®n por debajo del Tottenham, que ha gastado 235 millones desde 2016.
Si el derbi calibr¨® la distancia entre expectativa y realidad, los hinchas del Arsenal se llevaron una peque?a decepci¨®n. Sorprendi¨® ver en el banquillo a Ceballos y ?zil, los jugadores mejor dotados para administrar el juego en la madeja defensiva que prepara normalmente Pochettino. En su lugar, Emery apost¨® por Torreira y Guendouzi como interiores de un mediocampo cuyo v¨¦rtice ocup¨® el inestable Xhaka. Por m¨¢s que los atacantes sean formidables, si por detr¨¢s no hay un buen escalonamiento con futbolistas capaces de gestionar los tiempos y los espacios, la circulaci¨®n corre el riesgo de quedarse en nada. Especialmente ante defensas expertas que se manejan de memoria, como la del Tottenham.
Sin espacios para correr ni pasadores que los habilitasen, Aubameyang, Lacazette y Pepe no encontraron su sitio en la trama que moderaron Winks y Sissoko. De nada sirvi¨® que el Arsenal presionara en campo rival si la pelota no flu¨ªa una vez que la recuperaba. El cortocircuito fue sencillamente aprovechado por el Tottenham, que abri¨® la compuerta con la vieja llave: bal¨®n largo de Lloris a Harry Kane para que el punta lo peine al hueco. Desmarque a ese hueco de Son. Pase de Son a Lamela y desborde ante una defensa desajustada. Leno desvi¨® el tiro y Eriksen pesc¨® el rechace para meter el 0-1.
Desnortado el Arsenal en la primera parte, Winks fabric¨® la jugada que desemboc¨® en el penalti. Son recibi¨® la pelota dentro del ¨¢rea y Xhaka lo barri¨® en las narices del jovial ¨¢rbitro Martin Atkinson. Como un alev¨ªn al que le acaban de entregar la licencia. Kane ejecut¨® el 0-2 reventando el lateral de la red y el Arsenal se vio en el pozo ante un adversario que apenas hab¨ªa replicado con un par de contragolpes.
La magia de Lacazette devolvi¨® a su equipo al partido antes del descanso. Autor de un control fin¨ªsimo, un toque burl¨®n para escurrirse entre los centrales, y un disparo seco al primer palo, el franc¨¦s hizo en tres gestos todo aquello que a su equipo le costaba horrores en las transiciones ofensivas. Agarrado a la ¨¦pica de Lacazette se fue al descanso el Arsenal, que regres¨® al campo sin cambios. Emery modific¨® sus planes. Lo pudo pagar caro cuando Harry Kane estrell¨® un tiro con efecto de tres dedos en el palo m¨¢s lejano de Leno.
La entrada de Ceballos por Torreira pasada la hora se?al¨® el principio de grandes dificultades para el Tottenham, que vivi¨® asediado hasta el final. Si hasta entonces el Arsenal hab¨ªa atacado con m¨¢s vehemencia que precisi¨®n, Ceballos le dio el punto de velocidad que dict¨® su pase. Si la entrada del espa?ol no hubiera coincidido con la lesi¨®n de Lacazette, que pidi¨® el cambio, el Tottenham se habr¨ªa visto en un gran aprieto. No fue posible la victoria, pero Aubameyang obtuvo el premio del 2-2 con un desmarque magistral a la espalda de Vertonghen. Remat¨® a un toque el centro de Guendouzi y elev¨® la temperatura de las gradas. El VAR anul¨® un gol al Arsenal, que en la segunda mitad sumaba 14 remates frente a cuatro a falta de cinco minutos cuando Harry Kane, en dos aventuras particulares, estuvo a punto de dar el zarpazo de los tres puntos.
El debri del norte de Londres fue un partido emocionante. Tanto como suelen ser los partidos en primavera. El empate fue circunstancial.
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