Un peque?o pueblo donde el esqu¨ª es deporte rey y Blanca, su reina

Entr¨® en el pueblo a hombros y la pasearon de una calle a otra como a una torera. Ella grit¨®: ¡°Se lo dedico a Cercedilla¡±. Mientras, sus vecinos ondeaban banderas de Espa?a orgullosos de su hero¨ªna, la esquiadora Blanca Fern¨¢ndez Ochoa, la primera mujer medallista ol¨ªmpica en la historia del deporte espa?ol. Era febrero de 1992 y, junto a las haza?as previas de su hermano Paquito, fue una de las mayores fiestas que se recuerdan en este peque?o municipio de 6.948 habitantes. Un pueblo de la monta?a madrile?a que ahora sigue con el coraz¨®n encogido las noticias de la gigantesca b¨²squeda de Blanca Nieves Fern¨¢ndez Ochoa, en las monta?as que rodean a Cercedilla.

¡°La llev¨¦ yo encima desde la Plaza Mayor hasta los Cerrillos, donde ella viv¨ªa¡±, dice el exesquiador de 71 a?os Felipe Guti¨¦rrez, un amigo de la familia, tambi¨¦n h¨¦roe local por ser cuatro veces campe¨®n de Espa?a de esqu¨ª. ¡°Tuvimos fiesta en su casa por todo lo alto hasta las tantas de la madrugada¡±.

¡°Era como cuando Espa?a gan¨® el Mundial de f¨²tbol¡±, rememora el alcalde, Luis Miguel Pe?a.

En un pueblo tan peque?o los ¨¦xitos ol¨ªmpicos de Blanca, bronce en eslalon en Albertville 1992, y antes su hermano Paquito, oro en eslalon en Sapporo 1972, han dejado una fuerte impronta. En la Plaza Mayor, junto al Ayuntamiento, hay una estatua de Paco. Su hermana y ¨¦l dan nombre a calles y al polideportivo. Una generaci¨®n se crio tratando de emular a los campeones y la inspiraci¨®n dio r¨¦ditos. Un total de 29 campeones de esqu¨ª nacionales han tenido hogar en Cercedilla, toda una gesta deportiva que es rese?ada en la base de la estatua de Paco.

La familia Fern¨¢ndez Ochoa se instal¨® en Cercedilla cuando los padres trabajaban en la cercana estaci¨®n de esqu¨ª de Navacerrada. All¨ª los hermanos, ocho en total, fueron al colegio en una ¨¦poca en que la poblaci¨®n ten¨ªa la mitad de su tama?o actual. Llegaron al lugar oportuno en el momento oportuno, cuando la estaci¨®n crec¨ªa y el esqu¨ª de competici¨®n espa?ol se desarrollaba, en tiempos de largos inviernos nevados.

Los hermanos lograron sus ¨¦xitos deportivos en una era en que el deporte espa?ol estaba falto de h¨¦roes. Cuando gan¨® Paquito, se uni¨® a un peque?o olimpo donde ya figuraban el atleta Mariano Haro o el ciclista Federico Bahamontes. Cercedilla aparec¨ªa frecuentemente en la prensa, en buena parte porque los hermanos siempre tuvieron presentes sus or¨ªgenes.

¡°Ser medi¨¢ticos no signific¨® que se olvidaran de nosotros¡±, dice Juan Carlos Gonz¨¢lez, un vecino de 57 a?os, que como muchos otros destaca que Blanca siempre tiene tiempo para saludar a sus paisanos y charlar con ellos.

En el museo del esqu¨ª, un edificio de tres plantas en el centro del municipio, todo el piso superior est¨¢ dedicado a los hermanos. En una pared han reproducido palabras de Paco, que muri¨® v¨ªctima de un c¨¢ncer en 2006: ¡°Siento Cercedilla por los cinco sentidos. Mi pueblo huele a salud, guarda el sonido de una campana eterna, tiene el color ocre del oto?o, el tacto de una flor y sabe a torreznos y vinito¡±.

Blanca se instal¨® en Cercedilla tras su retirada profesional, poco despu¨¦s de su mayor ¨¦xito. Aunque recientemente viv¨ªa en Las Rozas, segu¨ªa visitando el pueblo a menudo. Su hermano Juan Manuel vive en el cercano municipio de Los Molinos y ella pas¨® en agosto unos d¨ªas con ¨¦l y su madre nonagenaria.

Los vecinos dicen que Blanca se deja ver a menudo por el pueblo haciendo la compra o tomando un caf¨¦. El mi¨¦rcoles 21 de agosto, tres d¨ªas antes de ser vista por ¨²ltima vez, almorz¨® con su madre y su hermano Juan Manuel en El Rinc¨®n, un bar de tapas en la Plaza Mayor.

Blanca adora el pueblo y su entorno. Las calles desembocan en senderos que conducen a la monta?a. A ella le gusta internarse por esos caminos, en especial las rutas que acaban en los Siete Picos. ¡°Es mi monta?a, mi referente. Es mi lugar de refugio, me calma. All¨ª est¨¢n mis or¨ªgenes¡±, le dijo en 2018 al medio especializado en monta?a nieveaventura.com.

La desaparici¨®n de la leyenda local ha sacudido al pueblo justo cuando se prepara para las fiestas patronales. Este mi¨¦rcoles est¨¢ programado el preg¨®n y un programa de festejos que incluye encierro de toros, conciertos y pasacalles de gigantes y cabezudos.

Algunos vecinos dicen que no tienen ¨¢nimo de celebrar. ¡°Son las fiestas m¨¢s raras que recuerdo¡±, dice Covadonga Botello, de 29 a?os. Muchos se han unido como voluntarios a la b¨²squeda. ¡°Son d¨ªas de angustia e incertidumbre¡±, describe Gonz¨¢lez. ¡°Tenemos ganas de que el desenlace, sea cual sea, llegue lo antes posible¡±.