Victoria de Bennett en solitario y accidentado sprint en Oviedo la v¨ªspera de la monta?a asturiana
El Astana de Superman y el Movistar de Valverde y Nairo advierten de la necesidad de ataques lejanos para poder hacer temblar al l¨ªder Roglic
La Vuelta, que ha hecho de las etapas monopuerto su raz¨®n filos¨®fica y de las lamentaciones tard¨ªas su motor estrat¨¦gico invent¨® en Oviedo, ca¨ªda mediante, el monosprint en las cuestas de la calle de Azc¨¢rraga hacia Jovellanos.
La especialidad la pone en ¨®rbita Richeze que, despedazado el pelot¨®n por una ca¨ªda, no espera a disputar la llegada de t¨² a t¨² al grup¨²sculo resistente, sino que ataca a solas, desde lejos, a medio kil¨®metro de la meta, donde una montera picona espera al ganador, y tiritas a los ca¨ªdos en el acorde¨®n de los sprinters y sus equipos a 800 metros de la llegada, entre ellos, Valverde. Chillan y sangran, como el prodigioso Pogacar que sonr¨ªe y hace rodillo en meta mientras desde su codo el l¨ªquido rojo que mana empapa su brazo y el manillar de su bicicleta.
Al Richeze, sprinter argentino, de profesi¨®n lanzador, le responde un centenar de metros m¨¢s all¨¢ el irland¨¦s Bennett, que le pasa f¨¢cil y gana solo el sprint contra s¨ª mismo, y t¨ªmidamente saluda con la mano apenas levantada, dos dedos extendidos, dos victorias en su primera Vuelta, pues no est¨¢ seguro del todo de que, en el caos, no hubiera pasado otro.
No deb¨ªa temer el magn¨ªfico Bennett, un duro que sobrevive en una Vuelta enemiga de los sprinters ¡ªtres llegadas de pelot¨®n a tope en 14 etapas¡ª motiv¨¢ndose los d¨ªas de ayuno y abstinencia pensando que m¨¢s grande es el goce que produce el derroche de adrenalina cuando es escaso y espaciado. El gran sprinter colombiano Gaviria, que sigue seco, no debi¨® hallar a¨²n una raz¨®n at¨®mica para superar otra de las caracter¨ªsticas de los sprints de la Vuelta, que son escasos y especiales, con trampa oculta todos: el de Alicante estuvo precedido por un puertarraco y 40 grados de temperatura; el del Puig, por un ataque loco del loco Cavagna; el de Oviedo, por una rampa de 200 metros al 10% digna de la ascensi¨®n a los Lagos de Covadonga.
La ca¨ªda permiti¨® a la ciudad de Clar¨ªn sentirse un poco m¨¢s especial, a Bennett, inventor, y poco m¨¢s, y no afect¨® mucho a los mejores. A Valverde, que sufri¨® su primera ca¨ªda dura despu¨¦s de romperse la rodilla hace dos a?os, no le duele nada; Roglic roz¨® el desastre que m¨¢s teme ¡ªuna ca¨ªda en el Giro, explica siempre, fue la raz¨®n de su hundida ¨²ltima semana¡ª, debi¨® frenar para no caer en el mont¨®n de ciclistas y hierros que cortaban el paso y hasta sac¨® un pie del pedal. Fue todo para el l¨ªder al que la dieta t¨¢ctica monopuerto ¡ªesperar a los ¨²ltimos metros de la ¨²ltima subida para atacar¡ª de sus rivales le permite dominar silbando.
No parece que vaya a tener la misma suerte el fin de semana a la asturiana ¡ªdomingo y lunes, Fiesta Nacional en el Principado¡ª, en el que le esperan buenas monta?as, con encadenamientos previos a la subida final. El domingo, antes de llegar al Santuario del Acebo (1.200m, tradicional meta de la Vuelta a Asturias, pista de prueba de los mejores), se deber¨¢ pasar una primera vez por el mismo Acebo, en versi¨®n short, 900m, antes del Connio y las Mujeres Muertas, tres primeras. El lunes, el del final temido en la in¨¦dita subida a La Cubilla, ¡ªhors cat¨¦gorie, 18 kil¨®metros; ¡°el Galibier de Asturias¡±, dice Roglic que le han dicho que lo llaman¡ª antes se pasa por los duros primeras San Lorenzo y Cobertoria. Es la etapa corta, 144 kil¨®metros, m¨¢s dura de toda la Vuelta. ¡°Es el d¨ªa D¡±, dicen el Movistar. ¡°Hasta que no se pase, nadie podr¨¢ decir que la Vuelta tiene un color¡±.
Despu¨¦s de lamentar errores anteriores, los equipos que deben atacar preparan t¨¢cticas arriesgadas, valientes, de largo alcance. O eso dicen, hay que atacar de lejos, lanzar corredores por delante, buscar emboscadas, y a Superman se le alegra un poco la sonrisa que el infortunio ha entristecido, y los contrapi¨¦s estrat¨¦gicos de su Astana, tan poderoso, que Roglic ha aprovechado como ninguno, y Pogacar.
Minutos despu¨¦s de ver c¨®mo un desconocido llamado ?ngel Madrazo se llevaba la etapa del Javalambre, y flores, y laureles de h¨¦roe tambi¨¦n, los del Astana lamentaron no haber ido a cazar la fuga para intentar ganar la etapa, pues Superman se habr¨ªa hecho grande con la victoria; a la lamentaci¨®n le sigui¨® el error de Los Machucos, donde el equipo kazako decidi¨® a ¨²ltima hora que quer¨ªa ganar la etapa, y condujo una caza tan acelerada que, llegado el momento decisivo, Superman ni ten¨ªa compa?eros ni ten¨ªa pierna. ¡°Ay, si Superman hubiera acompa?ado a Nairo en su ataque¡±, lamenta Arrieta, el director del Movistar, por una acci¨®n que no sucedi¨® como Superman lamenta su error en el barro andorrano de Engolasters al intentar quitarse las gafas y que le mand¨® al suelo y acab¨® con su ¨²nico ataque lejano, organizado y t¨¢ctico. Lo que se necesita ya. Y, a?aden los impacientes, que Valverde y Nairo se organicen, por favor.
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