La Vuelta se envenena en Escalona, donde se caen Superman y Roglic

La Vuelta sale de ?vila, donde la despide Julito Jim¨¦nez y la impregna de su memoria, y al nombre de cada uno de los pueblos que atraviesa junto al Alberche y el Ti¨¦tar, los aficionados le asocian el nombre y los hechos de un ciclista que les marc¨®. El Barraco tiene dos, Chava, tr¨¢gico, y su cu?ado, Carlos Sastre, heroico ganador de un Tour, salidos de la misma escuela, la de Arroyo y V¨ªctor Sastre; fuera de ruta est¨¢ la Navaluenga de Paco Mancebo, y m¨¢s adelante el Tiemblo y el embalse de Burguillo, donde el padre de ?ngel Arroyo, El Salvaje, trabajaba las tierras de la familia de Adolfo Su¨¢rez, y siguiendo, pasados los Toros de Guisando, Sotillo de la Adrada, el pueblo de Curro Garc¨ªa, y antes de girar hacia el oeste, hacia Cenicientos, el San Mart¨ªn de Valdeiglesias de Pablo Lastras, que pasa tocando alegre el claxon del coche del Movistar, que dirige.

La nostalgia se hace insoportable, pero el olor dulz¨®n de la sacarina que empieza a envolver los recuerdos, y muchos desean que se desvanezca, pero lo hace de una manera tan violenta como el viento que sacude m¨¢s que agita los m¨ªnimos ¨¢rboles y las retamas de Escalona, ya en donde, junto a los muros tan rotundos del castillo de ?lvaro de Luna, ajusticiado en Valladolid, la Vuelta no es memoria infantil, pero violencia, veneno y caos de coches e insultos, y la sangre y los gemidos de Tony Martin, again, roto y ca¨ªdo, y con ¨¦l su protegido, el l¨ªder Roglic, que rompe su bicicleta, como su maillot rojo colorada su cara ¨C¨²nico gesto que trasluce lo que podr¨ªa llamarse su nerviosismo o su enfado--, como p¨¢lido, tan p¨¢lido como su maillot blanco inmaculado, y tembloroso brilla, de pie sobre el asfalto tan negro de la carretera, Superman, tambi¨¦n ca¨ªdo, tambi¨¦n desarmado, again, una agitaci¨®n hecha ciclista que intenta calmar su compa?ero Fuglsang. La ca¨ªda se ha producido justo en la cabeza del pelot¨®n, una curva a derecha tomada a toda velocidad, y el viento de espaldas, en la que patina un Deceuninck, y choca contra el quitamiedos de la izquierda de la carretera, y a sus espaldas, un Cafarna¨²m, y Tony Martin da una vuelta de campana completa sobre su bici, salto mortal imperfecto, que acaba con sus huesos. Por all¨ª, por donde el tumulto no se ve a ning¨²n Movistar. Sus bicis y sus esfuerzos y sus preocupaciones, las de Nairo y Valverde, ya est¨¢n m¨¢s delante. Han pasado veloces por la derecha, como les hab¨ªa recomendado, ya kil¨®metros antes, su director, Jos¨¦ Luis Arrieta.

La curva del castillo de Escalona era el lugar elegido para el ataque del Movistar con el viento. Lo han hablado en la reuni¨®n t¨¢ctica. Eusebio Unzue marcha 10 kil¨®metros por delante y cuando pasa por all¨ª y ve que el viento sopla tremendo, y que ante ¨¦l se abre una interminable recta que en escalones y toboganes desciende por la comarca hacia Maqueda, Torrijos y Albarreal, donde los chopos del Tajo, informa a Arrieta: se dan las condiciones, adelante. Producida la ca¨ªda, Marc Soler, el m¨¢s r¨¢pido de los Movistar, se encuentra en cabeza. Duda. ?Sigo o no? Le pregunta por el pinganillo al director. ¡°Adelante¡±, le responden. La operaci¨®n no se aborta. En pocos minutos, el Movistar ha organizado un abanico en toda regla. Detr¨¢s, desperdigados, desorganizados, los rivales m¨¢s importantes. Otra vez en la Castilla m¨¢s desnuda, la Vuelta est¨¢ a punto de sufrir un terremoto m¨¢s fuerte que el de Guadalajara. Solo la intervenci¨®n de los comisarios, que permiten que los coches de los equipos se organicen para que a su rebufo se organicen hileras de corredores que retornan veloces al pelot¨®n, puede frenar la ofensiva apenas iniciada y ya destructora.

La nostalgia es entonces un memorial de agravios. Todos recuerdan ocasiones en las que todos fueron v¨ªctimas. Gois, Tour del 13. Ca¨ªdas. Y t¨² m¨¢s.

El pelot¨®n se re¨²ne y los ciclistas de los equipos insultan y quieren avergonzar a los del Movistar, a Valverde en cabeza, por lo que consideran su nula deportividad. Los del Movistar se escudan en que solo cumplieron ¨®rdenes. Los ca¨ªdos apelan a su idea de fair play, una noci¨®n moral de geometr¨ªa variable en el ciclismo; a un herido no se le ataca. Y Superman, a quien ni el fr¨ªo dan¨¦s Fuglsang puede frenar, salta al insulto televisado: ¡°Han actuado muy mal. Ha sido una falta de respeto¡±, dice el colombiano, tan maldito en las carreras que si no se cae solo le derriban hasta los espectadores, como en el pasado Giro y que apela al deber de ¡°solidez¡± (por solidaridad) de todo el pelot¨®n. ¡°Lo han hecho los de siempre, los del Movistar, los t¨ªpicos que se aprovechan de todos, los mismos tontos de siempre. Me da rabia estas actuaciones tan tontas del equipo del campe¨®n del mundo. Vaya campe¨®n del mundo tenemos¡±.

¡°No paramos¡±, dice Arrieta, quien critica a los comisarios por permitir llegar a los coches cuando en otras ocasiones no lo permiten, ¡°porque ya est¨¢bamos en cabeza los equipos que quer¨ªamos salir a la zona del aire. Interpreto que era una accidente de carrera¡±.

A Eusebio Unzue no le gust¨® hacer lo que estaban haciendo, pero reclama que de una vez se establezca en los reglamentos cu¨¢ndo un pelot¨®n se tiene que detener en caso de ca¨ªda. Horas despu¨¦s, el Movistar se disculp¨® en Twitter: "Queremos pedir disculpas por los hechos acaecidos.Nuestra actuaci¨®n ha respondido exclusivamente a lo planificado de antemano y, en modo alguno, a un intento de aprovechar la ca¨ªda de nuestros rivales"

Roglic, concentrado en lo suyo, afirm¨®: ¡°Mi opini¨®n es que no s¨¦ lo que pas¨®¡±.

Fran Ventoso, neutral, del CCC, da la raz¨®n a las dos partes y recalca que hay equipos que aceleran en los descensos "buscando crear peligro y miedo". Jos¨¦ Herrada, del Cofidis, una voz neutral, recuerda que las ca¨ªdas no son inocentes. En un tuit de respuesta a Purito Rodr¨ªguez, muy cr¨ªtico con el Movistar, afirma: "Que Tony Martin tire para abajo r¨¢pido provocando tensi¨®n y ca¨ªdas durante toda la Vuelta no es una verg¨¹enza, pero luego, si se caen, hay que esperarles y meter coches". El alem¨¢n que tambi¨¦n estuvo implicado en la ca¨ªda que casi acaba con Rigo Ur¨¢n y varios m¨¢s, fue retirado en ambulacia con "traumatismo facial, herida incisocontusa supraciliar derecha y malar derecha. M¨²ltiples erosiones en hombro y extremidades".

Ajeno a todos, de la fuga olvidada surge un caballo loco, R¨¦mi Cavagna, que llega, imparable, primero y solo, a su destino final en la altura del Alc¨¢zar de Toledo y de Bahamontes, desde donde se ve La Sagra y m¨¢s all¨¢ los campos de Torrijos, donde el veneno crece.

La Vuelta llega a Gredos el s¨¢bado, donde sopla el aire y llover¨¢.