Oro m¨¢s all¨¢ de Pau
El primer t¨ªtulo sin su l¨ªder ratifica la fiabilidad y la excelencia del baloncesto espa?ol, por encima de una generaci¨®n
Un a?o despu¨¦s de que Espa?a ganara el Mundial en Saitama (Jap¨®n), Pepu Hern¨¢ndez le pidi¨® a este peri¨®dico una fotograf¨ªa. No correspond¨ªa a aquel campeonato, ni a un podio, ni siquiera a un partido oficial. Se trataba de una preciosa imagen captada por Jos¨¦ Jord¨¢n en los proleg¨®menos de un amistoso de preparaci¨®n para el Eurobasket que iba a celebrarse aquel verano de 2007 en Espa?a. Correspond¨ªa a un instante despu¨¦s del corrillo previo. Los jugadores romp¨ªan filas y unos trotaban, otros daban peque?os saltitos, otros chocaban hombro contra hombro... Los 12 ajenos por completo al objetivo, sonrientes, la viva cara de la felicidad.
Es una imagen definitoria de esta selecci¨®n que perdura en la excelencia, que transmite fiabilidad, engancha al aficionado y da alegr¨ªas verano tras verano. La felicidad de esos rostros en aquel partido rutinario de una preparaci¨®n que puede resultar esforzada y hasta tediosa para muchos de ellos, es reveladora. Esos tipos se lo pasan bien en su intento de formar cada verano un equipo s¨®lido, competitivo y ambicioso. Lo mejor es que, adem¨¢s, acostumbran a salirse con la suya y obtienen recompensa a su talento, a su trabajo individual y a su puesta al servicio del colectivo. Y as¨ª llevan m¨¢s de 20 a?os, por encima de ausencias e incorporaciones.
La diferencia es que, esta vez en China, ha faltado nada menos que Pau Gasol, l¨ªder y basti¨®n del equipo. En ocasiones precedentes su ausencia fue capital y se tradujo en la imposibilidad de subir al podio, caso del Eurobasket de 2005 o del Mundial de 2010. Por primera vez desde 2000 tampoco ha estado en el equipo ninguno de los representantes de la llamada generaci¨®n de oro, ni Pau, ni Navarro, ni Felipe Reyes, ni Calder¨®n, etc¨¦tera. Aunque, no hay que olvidar que llevan una buena colecci¨®n de oros jugadores que se incorporaron en torno a 2006, caso de Marc Gasol, Rudy y el tambi¨¦n ausente Sergio Rodr¨ªguez, o poco despu¨¦s, Ricky Rubio y Claver. M¨¢s a¨²n. Tambi¨¦n ha faltado el nacionalizado de turno. Jugadores de una contrastada calidad como Ibaka o Mirotic, que contribuyeron lo suyo a algunas de las ¨²ltimas medallas.
Espa?a ha extra¨ªdo oro de donde apenas se intu¨ªa que hubiera bronce. Si lo han conseguido es porque todos han dado un paso al frente. Marc Gasol ha sido clave en los partidos clave, l¨ªder despu¨¦s de haber ganado un anillo en la NBA en un equipo en el que desempe?¨® un papel relevante, pero no ese. Ricky Rubio ha defendido y dirigido de maravilla como siempre, pero adem¨¢s ha anotado como nunca. Claver ha desembalado por fin su aut¨¦ntica val¨ªa, superior a la que casi siempre se ha percibido, tal vez por su estilo de juego, tan austero, altruista y a veces un punto falto de autoconfianza. Juancho ha dado el tono como titular, con la mezcla justa de valent¨ªa e inteligencia. Willy ha apuntalado el juego en el interior de la zona. Llull ha sido Llull, como ¨¦l mismo ha dicho, y Rudy, un capit¨¢n con todas las de la ley, capaz de marcar la diferencia. Pau Ribas, serio y eficaz en su defensa y circulaci¨®n de bal¨®n, no muy prol¨ªfico pero certero y providencial con sus triples.
La selecci¨®n se ha enderezado a medida que avanzaba el campeonato. Ha sufrido ante rivales menores. Ha tardado en entrar en combusti¨®n. Es inherente a su manera de afrontar este tipo de campeonatos. Scariolo lo asume. No aprieta el acelerador a fondo desde el principio, aunque eso le haya obligado a fajarse en algunos momentos de apuro ante rivales de medio pelo como Ir¨¢n. Pero ha administrado esfuerzos y recursos para alcanzar su mejor nivel a medida que transcurr¨ªa el campeonato.
Es muy valorable el m¨¦rito de Sergio Scariolo, por fin un t¨¦cnico de recorrido largo para una selecci¨®n comandada por seis diferentes en 14 a?os, con Imbroda, Moncho L¨®pez, Mario Pesquera, Pepu Hern¨¢ndez, A¨ªto y Orenga. La selecci¨®n gana enteros con un entrenador capaz de compenetrarse con este grupo de jugadores, a la vez que exigirles y hacerles rendir desempe?ando papeles a menudo diferentes de los que asumen en sus equipos. Y que aporta tambi¨¦n sus granos de ayuda t¨¢ctica: defensas mixtas, en zona, variaciones en la direcci¨®n de juego, dos contra uno, asignaci¨®n de marcajes, juego entre p¨ªvots y toda suerte de detalles t¨¦cnicos.
As¨ª fue como Espa?a dio cuenta de Italia y desmantel¨® a Serbia, subcampeona ol¨ªmpica y mundial, aspirante a arrebatarle a la selecci¨®n de Scariolo el papel de ¨²nica y s¨®lida candidata a discutirle alg¨²n d¨ªa el trono universal a la mejor selecci¨®n posible de la NBA. Esa selecci¨®n de Estados Unidos no ha comparecido ni de lejos en China, donde se ha evidenciado que solo puede ser ya superior si cuenta con la flor y nata. Francia despidi¨® al equipo de Gregg Popovich.
Y el campeonato adquiri¨® una nueva dimensi¨®n, y Espa?a lo encar¨® ya asumiendo el peso de la p¨²rpura tras zafarse de Australia en otra demostraci¨®n de su capacidad de supervivencia en las condiciones m¨¢s dif¨ªciles. Y en la final, convirti¨® casi en una comparsa a Argentina, de la misma manera que sucedi¨® hace 13 a?os con Grecia. Aquel d¨ªa no jug¨® Pau, pero ya hab¨ªa contribuido decisivamente en todo el campeonato y en aquella sufrida semifinal, precisamente ante Argentina, en la que se lesion¨® gravemente. Pau Gasol hab¨ªa sido fundamental en todas las medallas de oro del baloncesto espa?ol (Mundial 2006 y Eurobasket 2009, 2011 y 2015). De ah¨ª, que conseguirlo sin ¨¦l, tenga un doble valor. Hay vida m¨¢s all¨¢ de Pau Gasol, que, adem¨¢s, volver¨¢ en Tokio 2020.
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