La guerra interminable del Valencia
El estreno europeo ante el Chelsea llega ensombrecido por el conflicto entre jugadores y directiva
Tambores de guerra en el vestuario del Valencia. Singapur ya los escucha. En medio de un clima hostil, desatado por la abrupta destituci¨®n del t¨¦cnico Marcelino Garc¨ªa Toral, el once del murci¨¦lago debuta este martes en la Champions League ante el Chelsea en Stamford Bridge (21.00 horas, Movistar Liga de Campeones).
Desde que el presidente Anil Murthy, por orden de Peter Lim, detonara la bomba en Paterna, el ambiente entre la plantilla de jugadores y la propiedad se ha enrarecido. La relaci¨®n entre futbolistas y entrenador era de tal complicidad que, sin su l¨ªder, los jugadores se han rebelado. El golpe que el due?o ha propinado al proyecto los noque¨® y los enfureci¨®. Sin br¨²jula salieron al Camp Nou el s¨¢bado y fueron barridos por el Bar?a. Ni rastro de aquel Valencia de Marcelino que en mayo tumb¨® al campe¨®n de Liga, Messi incluido, en la final de la Copa del Rey. Los jugadores, exentos de tensi¨®n y blandos, flotaban. Ansu Fati y Carles P¨¦rez se ensa?aron con una defensa de papel sin las ayudas habituales. Fati no olvidar¨¢ nunca la pasividad del Valencia. En Can Bar?a los futbolistas del Valencia guardaron 90 minutos de silencio en se?al de duelo por Marcelino.
Mudos en el campo, los jugadores tampoco hablaron en zona mixta. La plantilla ha instaurado el silenzio Stampa. El distanciamiento con la propiedad es tan evidente que los futbolistas prefieren no comparecer para evitar cargar verbalmente contra el cese de Marcelino. Albert Celades, que ha ca¨ªdo en el vestuario como un paracaidista con sus dos ayudantes, est¨¢ solo a la espera de conocer cu¨¢ndo acabar¨¢ el duelo por Marcelino. Esa es la duda. Si el golpe an¨ªmico los afect¨®, por empat¨ªa con su anterior entrenador solo el s¨¢bado, o si seguir¨¢n depresivos y trasladar¨¢n su melancol¨ªa hasta Stamford Bridge en la apertura de la Champions.
Con cuatro entrenamientos y el partido del s¨¢bado, Celades, que opt¨® por un sistema de juego continuista respecto al del entrenador asturiano, todav¨ªa no ha enganchado al grupo. El s¨¢bado, impotente, asisti¨® en la banda al desplome de un equipo fiable. En manos de los jugadores, el catal¨¢n necesita ganarse al vestuario con celeridad o se convertir¨¢ en otra v¨ªctima de Peter Lim.
La imagen de una silla vac¨ªa en la sala de prensa de Stamford Bridge al lado de la que ocupaba Celades en la rueda de prensa previa al partido es significativa. Esa silla estaba destinada a un futbolista que declin¨® comparecer. Los jugadores le han dado la espalda al club. Han perdido la fe en el proyecto y, con ellos desenchufados, el regreso al pasado oscuro de Meriton es evidente. ¡°Nos quedan 38 puntos por conseguir¡±, coment¨® un empleado tras el partido de Barcelona con evidente preocupaci¨®n.
Para contaminar m¨¢s el ambiente el club, que esconde la cabeza como un avestruz, se limita a expresarse con torpeza en las redes sociales. El dise?o del cartel previo al partido menospreciando el potencial del equipo antes de la visita a Barcelona, que comparaba al Bar?a con Goliat y al Valencia con David olvidando el reciente t¨ªtulo de Copa, crisp¨® a los aficionados, que se encendieron con el tuit que dispararon las redes sociales oficiales tras el partido. ¡°Hemos sufrido pero debemos unirnos los que amamos al @valenciacf. Sin luchas, ni distracciones que solo nos da?an. Es lo que hay. Cerramos filas y defendemos el VCF. Sin mirar nunca atr¨¢s¡±, colg¨® tras el partido el club. La frase ¡°Es lo que hay¡±, incluida en ese tuit, ya se ha convertido en el lema ¨¢cido de la protesta contra Peter Lim.
Otra inc¨®gnita es conocer el futuro de Mateu Alemany. El director general podr¨ªa plantearse llegar a un acuerdo con el club para rescindir su contrato despu¨¦s de ver reducidas sus competencias a la m¨ªnima expresi¨®n. Una cl¨¢usula econ¨®mica lo penaliza si presenta la dimisi¨®n. El mallorqu¨ªn, que est¨¢ en Londres con el equipo, declin¨® el s¨¢bado hacer declaraciones antes del partido por el mismo motivo que los jugadores. No puede decir lo que piensa de la destituci¨®n de Marcelino.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.