Un libro de aventuras real

Steven Callahan nunca imagin¨® que aquel libro de aventuras que descubri¨® de joven lo llevar¨ªa a vivir una dram¨¢tica y extrema experiencia que se convertir¨ªa, a su vez, en otro gran exponente de dicho g¨¦nero literario. En 1982, casi dos d¨¦cadas despu¨¦s de haber le¨ªdo la experiencia de Robert Manry cruzando el Atl¨¢ntico en 78 d¨ªas en un barco que no llegaba a los cuatro metros de eslora, Callahan se encontrar¨¢ en el Atl¨¢ntico a bordo de su barco Napole¨®n Solo. Lo hab¨ªa construido ¨¦l mismo. Conoc¨ªa cada clavo de la embarcaci¨®n. Quer¨ªa emular a Manry. Ninguna aseguradora se atrevi¨® a respaldar la expedici¨®n.

A las 22.30 del 4 de febrero de 1982, frente a las Islas Canarias, se desat¨® una tormenta. Un sonido de madera resquebraj¨¢ndose rompe a su vez el ¨¢nimo de Callahan, que en unos segundos se encuentra con el agua a la altura de la cintura. La embarcaci¨®n pierde velocidad y vira el rumbo hacia el fondo del oc¨¦ano. Logra lanzar al mar la lancha de salvamento. Siente p¨¢nico. Le duele el fr¨ªo. ?l a¨²n no lo sabe, pero le quedan por delante dos meses y medio a merced del mar. A la deriva (Capit¨¢n Swing) es el libro en el que recuerda todo lo sucedido en aquellos 76 d¨ªas perdido en el Atl¨¢ntico.

Antes de partir, Callahan hab¨ªa escrito en su libreta: ¡°Desear¨ªa poder describir el sentimiento de estar en mar abierto; la angustia, la frustraci¨®n y el miedo, la belleza que acompa?a al siempre amenazante espect¨¢culo del oc¨¦ano, la comuni¨®n espiritual con las criaturas en cuyos dominios navego. La vida adquiere una magn¨ªfica intensidad cuando no tenemos el control, sino que solo reaccionamos, vivimos y sobrevivimos. [¡­]. Sobre las olas del oc¨¦ano reparo en mi insignificancia y la de todos los hombres y se adue?a de m¨ª una humildad que vivo como una sensaci¨®n maravillosa¡±. Parece como si los dioses del mar hubieran decidido tomar partido en aquella historia personal que se inici¨® con una lectura infantil.