El oso Spassky despierta y maravilla
Beliavski rechaza la oferta de tablas del excampe¨®n, este enciende su talento y firma una obra de arte
Blancas: Ta1, Td1, Rg1, Ac2, De2, Ab6, Ch4; peones en a2, b2, c3, e4, f2, g2 y h2.
Negras: Ac8, De8, Tf8, Rg8, Ce7, Ad6; peones en a6, b5, c4, e5, f7, g6 y h7.
Los ¨²ltimos a?os de la carrera deportiva de Bor¨ªs Spassky (Leningrado, 1937) fueron muy peculiares: abundantes tablas sin lucha o con muy poca, y algunas partidas brillantes. Recordaba a un oso perezoso que solo sal¨ªa de su letargo cuando le obligaban a ello. Ciertamente, su hist¨®rica y escandalosa derrota ante Bobby Fischer en 1972, en plena guerra fr¨ªa entre la URSS y EEUU, marc¨® mucho su vida y redujo su ambici¨®n. Pero su enorme talento segu¨ªa ah¨ª, dormido en su cerebro.
Alex¨¢nder Beliavski (Le¨®polis, 1953) era muy consciente del gran riesgo que implicaba rechazar una oferta de tablas del oso aletargado en 1988, durante la Copa del Mundo en Reikiavik (Islandia). Pero el entonces sovi¨¦tico (ucranio) y hoy esloveno ha sido siempre un ejemplo de combatividad incondicional. Se atrevi¨® a decir que no, luch¨® como mejor pudo y fue arrollado por el ilustre veterano en una obra de arte que los aficionados disfrutar¨¢n mientras el mundo exista, gracias a ambos.
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