Condenado a dos a?os de c¨¢rcel el expresidente del Valencia Juan Soler por intentar secuestrar a su sucesor

La Audiencia de Valencia ha condenado a dos a?os de c¨¢rcel a Juan Soler, empresario de la construcci¨®n y?presidente del Valencia entre 2004 y 2008 por tramar el?secuestro de su sucesor en el cargo, Vicente Soriano, que le deb¨ªa 85 millones de euros por la venta del club, una conspiraci¨®n que fue desarticulada por la?polic¨ªa.

Soler, uno de los reyes del ladrillo durante los a?os del boom de la construcci¨®n, hombre de confianza de los entonces presidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps y alcaldesa de la ciudad Rita Barber¨¢, cuyo negocio se hundi¨® con la crisis, urdi¨® junto a un empresario de la hosteler¨ªa y un portero de discoteca un plan digno de una novela negra en el que todo sali¨® mal, seg¨²n consta en la sentencia dictada por los jueces de la Secci¨®n Segunda Jos¨¦ Mar¨ªa G¨®mez Villora y Sandra Schuller, que cuenta con el voto particular del magistrado Jos¨¦ Luis Fenell¨®s, partidario de la absoluci¨®n.

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Soler, seg¨²n declara probado el fallo, acord¨® con sus c¨®mplices, a finales de 2013, secuestrar a Soriano cuando saliera de desayunar en la cafeter¨ªa Vela, un local situado en el centro de Valencia al que acud¨ªa a diario, subirlo a una furgoneta y trasladarlo a un lugar seguro, en Alfafar, y retenerlo mientras entraban a robar en su casa y en tanto no les facilitara sus claves bancarias. Para ello decidieron contratar a unos sicarios colombianos, que deb¨ªan ocuparse del trabajo sucio.

Soriano ¡ªesto no lo detalla la sentencia¡ª hab¨ªa eludido pagar a Soler las 70.889 acciones con las que en 2008 se hizo con el control del Valencia CF declar¨¢ndose insolvente, pero el constructor estaba convencido de que su sucesor escond¨ªa una fortuna en su domicilio y en cuentas ocultas en varios pa¨ªses.

La cosa, prosigue la sentencia, fue mal desde el principio porque entre el grupo de conspiradores hab¨ªa un cuarto hombre, un delincuente fichado que la sentencia identifica como R. B., que era confidente del Grupo de Atracos de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Valencia. Nada m¨¢s acabar de perfilarse el rapto, R. B. telefone¨® a su contacto policial y lo mantuvo al tanto de cada paso, lo que permiti¨® a los investigadores grabar varias reuniones.

El 7 de abril de 2014, T, como identifica la sentencia al antiguo portero de discoteca conectado con el lado tenebroso de la noche, detect¨® tras bajarse del coche la presencia del dispositivo que la polic¨ªa hab¨ªa organizado para registrar el encuentro que los secuestradores iban a mantener en el bar Punto Verde, propiedad del empresario hostelero condenado y situado en el Mercado de Col¨®n de Valencia, desde cuyas mesas puede verse el edificio donde viv¨ªa Soriano.

T abandon¨® el lugar al sentirse vigilado y a partir de ese momento los sucesos se precipitaron. Al d¨ªa siguiente, en un giro que la sentencia no aclara, el confidente policial se present¨® en el despacho de Soriano y le revel¨® que Soler hab¨ªa encargado su secuestro, pero que pod¨ªa estar tranquilo porque ¨¦l era uno de los participantes y hab¨ªa decidido no llevarlo a cabo. Soriano, que fue presidente del Valencia durante apenas de un a?o, llam¨® poco despu¨¦s a la polic¨ªa para explicarles lo que R. B. acababa de contarle. Cinco d¨ªas antes, el comisario hab¨ªa citado a Soriano en jefatura para advertirle de que deb¨ªa cambiar sus rutinas, pero hab¨ªa evitado precisar el tipo de amenaza que se cern¨ªa sobre ¨¦l.

Despu¨¦s de saber que el confidente hab¨ªa alertado a Soriano, la polic¨ªa decidi¨® detener a Soler, al empresario hostelero y al portero de discoteca. Los tres han sido condenados ahora a dos a?os de c¨¢rcel por un delito de conspiraci¨®n para secuestro en concurso con otro de conspiraci¨®n para robo con violencia en casa habitada. La polic¨ªa no detuvo a su confidente, pero el juez de instrucci¨®n s¨ª lo imput¨® despu¨¦s y los magistrados lo condenan a un a?o y tres meses de c¨¢rcel como autor de los mismos delitos.