Inglaterra ante el espejo
¡®El ingenuo salvaje¡¯, de David Storey, narra un camino de aprendizaje a trav¨¦s del deporte en el que conviven la gloria y el fracaso, el barro y el sudor, la fama y el amor. Y el reverso de todo ello
La imagen de la cubierta es un interesante resumen de lo que es el deporte. Y tambi¨¦n la vida. Es una escena de un partido de rugby. Est¨¢ retocada para resaltar algunos colores. Al fondo, en blanco y negro, se ve al p¨²blico. Se?ores con abrigos largos y pose monol¨ªtica. En primer t¨¦rmino aparecen dos jugadores. Uno de ellos, con el cuerpo ligeramente inclinado, se dispone a iniciar una carrera. Lleva en las manos la pelota ovalada. En su cara se adivina la ilusi¨®n. A sus pies, yace un rival. Est¨¢ en una postura complicada de desentra?ar. Se ha lanzado a por su rival y ha fallado. No se ve su cara. El c¨¦sped, verde brit¨¢nico y de aspecto mullido, junta en un peque?o espacio el triunfo y el fracaso. Lo que suceda en la siguiente jugada ser¨¢, de nuevo, una representaci¨®n de la existencia humana a escala deportiva.
As¨ª es la portada de El ingenuo salvaje (Impedimenta), la novela de David Storey que, con su publicaci¨®n en 1960, puso frente al espejo a la sociedad brit¨¢nica de la ¨¦poca. En el libro Storey (que fue jugador de rugby) narra la historia de Arthur Machin, un joven que vive en una ciudad industrial del norte de Inglaterra y cuya vida cambia por completo cuando el equipo local lo ficha para disputar la liga nacional.
Pasar¨¢ de ser una persona an¨®nima sin apenas poder adquisitivo a que todo el mundo quiera estar con ¨¦l y a poder comprar todo lo que se le antoje. Pero el reconocimiento social y la independencia econ¨®mica no ser¨¢n sin¨®nimo de felicidad. En el rugby, como en la vida, siempre hay una jugada a continuaci¨®n.
Storey relata el proceso por el que un jugador (y persona) va perdiendo la naturalidad que le ha hecho llegar a la cima. ¡°Me dedicaba a imitar, no a jugar al rugby. [...] Me repet¨ªa a m¨ª mismo que hab¨ªa estado en lo cierto: no ten¨ªa sentimientos. No val¨ªa la pena seguir actuando como si los tuviera¡±. Un camino de aprendizaje a trav¨¦s del deporte en el que conviven la gloria y el fracaso, el barro y el sudor, la fama y el amor. Y el reverso de todo ello.
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