Burgos, la fiebre feliz

Hace 29 a?os, la principal preocupaci¨®n en Burgos era conseguir una entrada para el partido del domingo en El Plant¨ªo. El 28 de octubre de 1990, el equipo de f¨²tbol de la ciudad, reci¨¦n ascendido a Primera, recib¨ªa la hist¨®rica visita del Real Madrid. Venci¨® 2-1 y comenz¨® a forjar la leyenda del Matagigantes. Un grupo que aquella temporada gan¨® tambi¨¦n en el Bernab¨¦u, el Pizju¨¢n y Mestalla y empat¨® en el Camp Nou y el Calder¨®n. Un proyecto ef¨ªmero que, despu¨¦s de tres a?os en la ¨¦lite, se despe?¨® en 1993 hasta la desaparici¨®n. Un sue?o que dio paso a d¨¦cadas yermas de deporte de primer nivel en tierras del Cid.

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Burgos alza la voz en la ACB

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Mientras el f¨²tbol retroced¨ªa a Atapuerca, la reconquista se traslad¨® del c¨¦sped al parqu¨¦ en una carrera ¨¦pica y maratoniana que culmin¨® con el ascenso del San Pablo Burgos a la ACB en verano de 2017. Tres temporadas despu¨¦s, el equipo est¨¢ en los puestos de honor de la Liga, con cuatro victorias en seis jornadas, sigue invicto en su primera aventura europea y ha convertido cada encuentro en el Coliseum en una fiesta de referencia. ¡°La ciudad lo necesitaba. Eran ya muchos a?os sin deporte de alto nivel aqu¨ª y esas ganas han llevado a que esto se convierta en un fen¨®meno social de primera magnitud¡±, explica el presidente del club, F¨¦lix Sancho, de 40 a?os, art¨ªfice del proyecto que rescat¨® al baloncesto burgal¨¦s de su callej¨®n de frustraciones.

Asentado en la Leb Oro desde 2006, el antiguo CB Tizona (Autocid por el patrocinio) tom¨® vuelo con Andreu Casadevall en el banquillo y lleg¨® a encadenar tres ascensos consecutivos a la ACB (2013, 2014 y 2015). Pero los m¨¦ritos deportivos chocaron una y otra vez con las restrictivas condiciones de inscripci¨®n en la ¨¦lite. Al tercer intento fallido, hastiada del conflicto pol¨ªtico y econ¨®mico con la Liga, la directiva presidida entonces por Miguel ?ngel Benavente tir¨® la toalla y renunci¨® a inscribir al equipo en la Leb Oro. Parad¨®jicamente, la desconexi¨®n fue la espuela para que un grupo de empresarios de la ciudad buscara soluciones.

Sobre la bocina y con la invitaci¨®n de la Federaci¨®n para volver a competir en la Leb, naci¨® el CB Miraflores, San Pablo Burgos con el sustento patrocinador de la empresa inmobiliaria de Sancho. ¡°Montamos el equipo en una semana. Todos los dem¨¢s estaban acabando la pretemporada y nosotros no ten¨ªamos ni balones ni camisetas. En una tarde en un restaurante de Madrid cerramos seis fichajes por tel¨¦fono¡±, desarrolla el presidente del club que recogi¨® el testigo del Tizona. Esa temporada, a pesar de las urgencias en la confecci¨®n del nuevo proyecto y de la marcha del propio Casadevall a mitad de curso rumbo al Zaragoza, el San Pablo acab¨® tercero en la liga regular y cay¨® en semifinales del playoff. ¡°Al a?o siguiente, sab¨ªamos que se iban a flexibilizar las normas de acceso a la ACB y a rebajar el canon. Decidimos invertir un poco m¨¢s en el equipo para dar el empuj¨®n que nos permiti¨® alcanzar el ascenso. No perdimos un solo partido en el playoff, ganamos las tres eliminatorias 3-0 y llegamos a la ACB. Por fin¡±, completa Sancho. A la cuarta fue la vencida.

La fiebre por el baloncesto creci¨® en Burgos hasta romper todos los term¨®metros. ¡°?bamos a pasar del polideportivo municipal de 3.000 personas al Coliseum con 9.000 y est¨¢bamos buscando unas lonas para cubrir el tercer anillo y no dar una imagen de cancha desangelada. Pero enseguida se nos qued¨® peque?a¡±, relata Albano Mart¨ªnez, director deportivo y gerente del club y exjugador de Autocid. ¡°Lo que cuesta se valora mucho m¨¢s y aqu¨ª nos cost¨® mucho llegar a la ¨¦lite. A pesar de los tres ascensos frustrados, la gente sigui¨® teniendo fe en el baloncesto¡±, suma el directivo. ¡°El d¨ªa que se abr¨ªa la campa?a de abonos hab¨ªa una cola de m¨¢s de un kil¨®metro que daba la vuelta a la manzana, con gente que hab¨ªa dormido all¨ª para sacarse el carnet. Hicimos 8.000 de golpe¡±, recuerda Sancho. La afici¨®n de Burgos entr¨® directa al podio de asistencia a los pabellones de la ACB, con m¨¢s de 9.000 espectadores de media las dos temporadas anteriores, a la altura de los datos del Madrid de Laso y solo superada por el Baskonia, ambos con aforos superiores a los 9.500 del Coliseum. ¡°La afici¨®n es nuestro mayor patrimonio, sin duda. Se ha generado un sentimiento de ciudad incre¨ªble. Si tuvi¨¦semos un pabell¨®n para 15.000 personas estoy seguro de que, muchos d¨ªas, estar¨ªa lleno a reventar y tendr¨ªamos un m¨ªnimo de 12.000 siempre¡±, completa el presidente, que ilustra la implicaci¨®n de los seguidores con una an¨¦cdota que se le resulta cotidiana. ¡°Recibo correos de aficionados que me dicen que si hay que poner 100 euros m¨¢s se ponen, pero que hay que fichar a tal o cual jugador para quedar mejor clasificados¡±, revela Sancho.

La aventura comenz¨® con Diego Epifanio en el banquillo ¡ª14? puesto el primer a?o (13 triunfos y 21 derrotas); 11? el curso pasado (15-19)¡ª y, para esta temporada, la vuelta de tuerca pas¨® por el fichaje de Joan Pe?arroya. ¡°A ver hasta d¨®nde podemos llegar con el entrenador revelaci¨®n de la liga¡±, lanza el presidente antes de hacer cuentas. ¡°Nosotros funcionamos con lo que generamos. Gracias a tener siempre el pabell¨®n lleno, estamos en los cinco millones de presupuesto. Mirotic solo cobra m¨¢s que toda nuestra plantilla, y, entre los dos grandes, Baskonia, Unicaja y Valencia, cinco de las ocho plazas de playoff est¨¢n pr¨¢cticamente adjudicadas por presupuesto. Pero a alguno de ellos ya les hemos metido mano. Seguimos dando pasitos, con humildad y seriedad¡±, valora Sancho, que ha comprado el Burgos Promesas de f¨²tbol, en Tercera Divisi¨®n, y tambi¨¦n da sustento al equipo de balonmano.

¡°El estereotipo dice que los burgaleses somos fr¨ªos, pero aqu¨ª dentro la ciudad se transforma¡±, se?ala Jaime Ruiz, director de M¨¢rketing de club, para definir la caldera del Coliseum. ¡°Contaban unos aficionados argentinos, que vinieron a ver a Campazzo, que no hab¨ªan visto nada igual en un pabell¨®n. Es una verbena constante, no paran de animar, ganemos o perdamos. Somos la Bombonera de Burgos. Es una magia que no se hab¨ªa visto antes aqu¨ª¡±, prosigue Ruiz, ide¨®logo de la entra?able imagen de marca que se ha ganado el club, por los valores de su afici¨®n y su proyecci¨®n en redes. ¡°Se trata de cuidar mucho a la gente de Burgos, pero tambi¨¦n crear una marca potente a trav¨¦s de la comunicaci¨®n. Queremos ser el equipo de todos. La misi¨®n es estar a la altura de nuestros seguidores¡±, completa Ruiz, que recalca el homenaje a Mumbr¨² en su despedida, la ovaci¨®n a Llull en su reaparici¨®n y el reconocimiento al Joventut tras sellar la permanencia como ejemplos de generosidad de la hinchada con los rivales. Y fuera de casa, hitos como las 2.500 personas que se desplazaron al WiZink Center para el partido ante el Madrid el primer a?o, las 2.000 contra el Estudiantes y las 3.000 que fueron a Vitoria.

Con las pe?as al frente de los coros y danzas, la entrega de los parroquianos del Coliseum ya ha sido reconocida en sus dos primeras temporadas con el t¨ªtulo honor¨ªfico de la mejor afici¨®n de la ACB. ¡°Se cre¨® un efecto presa despu¨¦s de tanta decepci¨®n, se acumularon las ganas, y la respuesta de la ciudad fue espectacular¡±, cuenta Jairo Mart¨ªnez, representante de la Pe?a Andr¨¦s Montes, la m¨¢s numerosa y representativa que, junto a Bochanos y Sauki, coloniza el fondo de animaci¨®n. ¡°Ves im¨¢genes del Coliseum cuando ¨ªbamos ¨²ltimos y ahora que estamos arriba y no hay diferencia. La ilusi¨®n no falla nunca y las buenas rachas sirven para echar le?a a la caldera. Esto va a enganchar a muchas generaciones¡±, remata Jairo. Su grupo encabeza la interpretaci¨®n del himno a Burgos en los proleg¨®menos y el ritual de la victoria tras cada triunfo, con los jugadores agachados palmoteando el parqu¨¦ en escala creciente hasta que la sacudida se convierte en saltos y jarana. La fiesta de una afici¨®n que, abrazada a su equipo, siente que la vida puede ser maravillosa.