El dulce despertar de Messi
La actuaci¨®n del argentino, autor de dos goles y dos asistencias, preside un partido c¨®modo para el Bar?a ante un desbordado Valladolid
A los 32 a?os, no se sabe muy bien qu¨¦ pedir ni qu¨¦ esperar m¨¢s de Messi. La leyenda del 10 aumenta con el paso del tiempo, siempre tan fiable y regular que al barcelonismo, desconfiado y temeroso, le da grima pensar qu¨¦ ser¨¢ de su vida sin Leo. Ahora puede que ya le cueste marcar tres goles en un partido y hasta es posible que rabie por una victoria m¨ªnima como la de Praga. La grandeza del argentino no le permite ciertas concesiones con independencia de la edad, del equipo que tenga y del rival, exigente, competitivo y ganador como es, un seguro de vida para el Bar?a, decisivo para abatir al Valladolid.
Messi regula hoy m¨¢s sus esfuerzos, solo corre hacia adelante y no para atr¨¢s y reparte caramelos para sus compa?eros al tiempo que se reserva los tiros libres para mantener su condici¨®n de goleador: no meter¨¢ tres sino dos a su conocido Masip. Hay muchas versiones de Messi y, sin embargo, ninguna es menor, al menos para zanjar partidos sin mucha historia, disputados en noches de mucha quietud, tranquilas en un estadio medio vac¨ªo, como si Barcelona se hubiera paralizado para ver a Messi desde casa, 23 d¨ªas despu¨¦s de la ¨²ltima cita en el Camp Nou y despu¨¦s de la suspensi¨®n del Bar?a-Madrid.
Al calor de su hinchada, poco a poco el capit¨¢n azulgrana coge la forma, remata y advierte que no est¨¢ dispuesto a dejar pasar la temporada sino que pretende mantener su estatus y tambi¨¦n la candidatura del Bar?a a renovar el t¨ªtulo y quien sabe si a la Copa de Europa, la palabra maldita para el Bar?a. Mejor no mentar la Champions para no estropear LaLiga. Alrededor de Messi, incluso cuando se regula, cobran vida futbolistas de distinto tipo, como el irreductible Arturo Vidal.
El chileno siempre se cuela en la alineaci¨®n en cuanto falta un centrocampista y ante el Valladolid descansaba Arthur. A Valverde le encanta la energ¨ªa de Arturo Vidal, m¨¢s protagonista que Rakitic y desde luego que Ale?¨¢, al que se lo trag¨® el t¨²nel de vestuarios de San Mam¨¦s en el estreno liguero contra el Athletic. La defensa dif¨ªcilmente se toca a la espera de ver qu¨¦ diablos pasa con la rodilla de Umtiti y en la delantera siempre baila la tercera pata del tridente desde la partida de Neymar. El entrenador no se atreve a tocar a la pareja Luis Su¨¢rez y Messi, y no le importa dejar en el banquillo a Griezmann.
Dos rechazos
Ausente Demb¨¦l¨¦ por sanci¨®n, el titular fue Ansu Fati, in¨¦dito desde el 24 de septiembre, cuando el Villarreal visit¨® el Camp Nou. El joven delantero se abre como extremo, le da amplitud al juego y se asocia con Messi. Los azulgrana empezaron tan bien el partido que a los dos minutos ya contaron con un gol afortunado de Lenglet o puede que de Barba porque el zurdazo del central rebot¨® en el zaguero despu¨¦s del centro de Messi. Marc¨® el Bar?a de rebote a la salida de un c¨®rner y empat¨® el Valladolid tambi¨¦n en un rechazo despu¨¦s de una falta de M¨ªchel. Ter Stegen tap¨® el tiro con el brazo y el bal¨®n dio en Kiko Olivas.
El empate atont¨® por momentos al Barcelona. Al Valladolid le encanta enfrentarse al equipo de Valverde. A veces parece como si fuera un partido aparte para Sergio Gonz¨¢lez. El t¨¦cnico trabaja un plan con tres centrales que acostumbra a anudar a los muchachos del Bar?a. Los encuentros son habitualmente espesos, dif¨ªciles de digerir para los barcelonistas, a pesar de que siempre acaban por cantar victoria, sobre todo si juegan en el Camp Nou. Ocurre que hay jugadores antisistema, indetectables para cualquier t¨¢ctica, incluso para quien ha empatado con el Madrid y el Atl¨¦tico como es el Valladolid. Futbolistas como Vidal y Messi.
El chileno atac¨® con una ruptura felina un pase profundo del argentino y con la punta de la bota bati¨® a Masip. El gol cl¨¢sico de Arturo Vidal. No necesita combinar, ni pasar ni tocar sino simplemente correr desde la segunda l¨ªnea para llegar a tiempo de poner el dedo gordo del pie derecho a la pelota dulcemente prolongada por el 10. El capit¨¢n no esper¨® ni siquiera a que llegara el descanso para cerrar el partido con un gol de falta tambi¨¦n muy suyo, muy visto y al que no da respuesta ni un excompa?ero suyo como Masip: golpeo con la zurda a la escuadra izquierda del arco y 3-1.
El gol de Messi mat¨® el partido y el plan de Sergio Gonz¨¢lez. El t¨¦cnico recuper¨® el dibujo de siempre y Valverde empez¨® a cambiar piezas para dar vuelo a Rakitic y Griezmann, que sigue mirando y preguntando, qui¨¦n sabe si igual de confundido ahora en el Camp Nou que en su ¨²ltimo a?o en el Atl¨¦tico. A Griezmann le toc¨® acompa?ar el juego de transici¨®n que tanto le gusta al Bar?a de Messi. El 10 recibi¨® un pase filtrado de Rakitic y remat¨® a bote pronto despu¨¦s de un gesto precioso: un control orientado mientras giraba para cruzar ante Masip. El rosarino tuvo tiempo incluso de asistir a Su¨¢rez para justificar la alineaci¨®n del uruguayo y poner el d¨ªgito m¨¢gico del 5. Hay cosas que no cambian con los a?os ni con la edad de Messi.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.