Muniain enfila al Athletic a la victoria

A veces, un vistazo a las tribunas dice mucho de lo que esperan quienes acuden a un partido de f¨²tbol. A San Mam¨¦s, despu¨¦s de la mala racha del Athletic en las jornadas precedentes, le cost¨® coger color, que lo tuvo despu¨¦s con el partido en marcha, y tampoco le ten¨ªan mucha fe los seguidores del Espanyol a su equipo. La zona visitante de San Mam¨¦s acog¨ªa a siete aficionados y seis guardas de seguridad, aunque no daba la sensaci¨®n de ser peligrosos, sentados en dos parejas y un tr¨ªo. Ninguno de los siete valientes se march¨® del campo cuando en el minuto 13, el Athletic ya hab¨ªa hecho dos goles, y eso que era buena hora para darse una vuelta por la noche temprana de Bilbao, aunque amenazara lluvia.

No se marcharon los seguidores visitantes ni tampoco los locales, a pesar de que despu¨¦s del segundo gol de Muniain, inspirado primero para cazar un rechace en el minuto tres y despu¨¦s para enganchar un remate a la escuadra de Diego L¨®pez a la salida de un c¨®rner, poco m¨¢s sucedi¨® en el c¨¦sped que resultara interesante para la grader¨ªa. Un poco porque los de casa siempre esperan alg¨²n detalle y los de fuera no ten¨ªan otra cosa que hacer, las gradas mantuvieron su aspecto, aunque la diversi¨®n fuera escasa.

Diversi¨®n hubo poca; sudor algo m¨¢s, porque no hay que dudar del empe?o de los protagonistas, parejo a su falta de pericia. El Espanyol tuvo alg¨²n minuto en la primera parte en la que amag¨®, aunque sus esfuerzos se agotaron con un remate que acab¨® en la red, pero que el juez de l¨ªnea consider¨® fuera de juego, y un remate de David L¨®pez que neutraliz¨® Unai Sim¨®n.

Apagado el equipo de Mach¨ªn, buscando sin encontrar, al Athletic se le puso el partido m¨¢s c¨®modo de lo que esperaba. No necesitaba arriesgar m¨¢s de la cuenta. Le bastaba con dejar pasar el tiempo.

Lo hizo de maravilla en t¨¦rminos pr¨¢cticos, porque los art¨ªsticos tendr¨¢n que esperar a mejor ocasi¨®n. El partido se durmi¨® durante muchos minutos, y a pesar de eso, ni los siete seguidores del Espanyol ni los 36.000 del Athletic abandonaron San Mam¨¦s. Siempre se espera alg¨²n chispazo m¨¢s. Lleg¨® en una arrancada de Ander Capa, que toc¨® para que C¨®rdoba le dejara la pelota de tac¨®n a Iker Muniain. Entre el navarro y V¨ªctor G¨®mez despistaron a Diego L¨®pez, que recibi¨® el tercer gol sin esper¨¢rselo. Le falt¨® medio gol m¨¢s al jugador rojiblanco para su primer hat trick.

Entonces s¨ª, la grada se empez¨® a despoblar, cuando el marcador ya no peligraba para los de casa y los tres puntos estaban m¨¢s que asegurados. A Mach¨ªn no le funcion¨® el planteamiento preparado para hacer sufrir al Athletic, porque los goles de Muniain en la primera parte se lo estropearon en un partido plano en el que ni siquiera se ense?aron tarjetas, y en el que el Athletic aprovech¨® casi todas las que tuvo y el Espanyol no, porque no tuvo ninguna.