Muere un alpinista espa?ol de 44 a?os en el Himalaya nepal¨ª
El zaragozano Fernando S¨¢nchez Grassa regresaba de la cumbre del Himlung, junto a dos amigos que le hab¨ªan preparado la expedici¨®n como una sorpresa
El alpinista de Zaragoza Fernando S¨¢nchez Grassa (44 a?os) perdi¨® la vida este viernes mientras descend¨ªa de la cima del Himlung (7.126 metros), en el Himalaya de Nepal. Le acompa?aban dos amigos, los gemelos Juan Carlos y Jes¨²s del Cerro Mill¨¢n: uno de ellos, afectado de hipotermia, se qued¨® en el campo III de la monta?a mientras el otro alcanzaba el campo base y solicitaba su rescate. Todav¨ªa no se conocen las causas del fallecimiento de Fernando S¨¢nchez, conocido como Nanuk, si bien el hecho de que se viese afectado por una ceguera pueda explicarse por un edema cerebral derivado de su estancia en altura. Los equipos de rescate tratar¨¢n de recuperar su cuerpo este domingo.
S¨¢nchez Grassa, gu¨ªa de monta?a y barrancos, resid¨ªa en la actualidad en Arag¨¹es del Puerto (Pirineo de Huesca), y ya hab¨ªa compartido al menos otra expedici¨®n con los gemelos Del Cerro. Uno de los amigos de Nanuk, David Parra, recordaba este s¨¢bado c¨®mo se gest¨® la expedici¨®n: ¡°Los gemelos le prepararon una sorpresa y le compraron el billete sin avisarle. Quer¨ªan volver a viajar y escalar juntos, les gustaba su compa?¨ªa. De hecho, nadie dir¨¢ nada malo de Fernando, porque era una persona tremendamente sensible, cercana y odiaba las injusticias del tipo que fuesen¡±. Su compromiso le llev¨® a realizar varios viajes solidarios a Siria, alguno de ellos sumamente agitado.
¡°En Siria no se escond¨ªa. Estaba muy cerca del frente, dispuesto a ayudar despu¨¦s de los bombardeos. Era de los primeros en acudir a buscar supervivientes entre los edificios derruidos, o llevar agua y alimentos¡±, recuerda David Parra. De hecho, en 2017, Fernando S¨¢nchez fue detenido en Irak en compa?¨ªa de varios combatientes de diferentes pa¨ªses vinculados a la milicia YPG (Unidades de Protecci¨®n Popular de los kurdo-sirios) cuando trataban de regresar a sus hogares tras combatir contra el Estado Isl¨¢mico en Siria. ¡°Fernando ten¨ªa su visado caducado, por eso fue detenido y arrestado una semana hasta que todo se aclar¨®. ?l y los combatientes fueron perseguidos a tiros¡ Fueron momentos tremendos¡±, aclara su amigo David Parra.
Joan Belmonte, uno de los profesores que dan formaci¨®n a los t¨¦cnicos deportivos de monta?a en la Pobla de Segur (Lleida), recuerda que primero obtuvo el t¨ªtulo de media monta?a, y al poco regres¨® para obtener tambi¨¦n el de gu¨ªa de barrancos. ¡°Nanuk trabajaba como aut¨®nomo en la comarca y tambi¨¦n para una agencia alemana. Hab¨ªa varias familias alemanas que ven¨ªan al Pirineo sin hoja de ruta, solo para compartir con ¨¦l unos d¨ªas de monta?a¡±, observa Parra.
¡°La ¨²ltima vez que lo vi, en verano, paseando por Arag¨¹es, se paraba a charlar con todos los vecinos, seguramente porque se volcaba con todo aquel que lo necesitase¡±.
El pico Himlung es uno de los sietemiles m¨¢s codiciados de Nepal: es una monta?a de gran belleza, de ascenso r¨¢pido y que no presenta dificultades particulares ni peligros objetivos. Esto se debe a que en 2013, el gu¨ªa Kari Kobler encontr¨® una ruta alternativa a la que se ven¨ªa usando, muy expuesta a los peligros de aludes. El nuevo itinerario observa tambi¨¦n un nuevo emplazamiento para el campo base, a salvo de avalanchas. Con esto, el Himlung es una cima atractiva y todo lo segura que puede ser una monta?a tan elevada.
Segunda v¨ªctima espa?ola en 15 d¨ªas
El pasado 19 de octubre, el alpinista Felipe Valverde falleci¨® mientras hac¨ªa un r¨¢pel (descenso r¨¢pido con cuerdas) tras pisar la cima del Chukima Go (6.287 m, Nepal) abriendo una nueva ruta. Seg¨²n explic¨® su compa?ero, David Suela, el primer anclaje de r¨¢pel que instalaron fall¨®, y Valverde se precipit¨® con las cuerdas al vac¨ªo. Dos d¨ªas despu¨¦s, un helic¨®ptero pudo extraer con la ayuda de un cable al superviviente, cuyo descenso sin cuerdas era inviable. Solo una coincidencia asegur¨® su rescate: el tambi¨¦n alpinista Mikel Zabalza, con qui¨¦n coincidi¨® en la ¨²ltima aldea, les prest¨® una radio. Afortunadamente, la radio viajaba en la mochila de Suela y pudo dar la voz de alarma. Sin ella, quiz¨¢ nunca hubiese podido descender.
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