R¨¦cord de Osasuna en plena fiesta del f¨²tbol

Para centrarse en el presente, a veces es necesario viajar al pasado. Casi sesenta a?os atr¨¢s. El 13 de enero de 1959, Frederick Pentland, aparec¨ªa en una fotograf¨ªa del Diario de Navarra, con su sempiterno bomb¨ªn, ya anciano, atento al juego en el embarrado c¨¦sped del antiguo campo de San Juan. Su Athletic, que le iba a homenajear unos d¨ªas despu¨¦s, le gan¨® dos d¨ªas antes 1-8 a Osasuna. En esa jornada aciaga se rompi¨® una racha de dos a?os y 19 d¨ªas invicto en su campo, en la m¨¢xima categor¨ªa. El ¨²ltimo que le hab¨ªa ganado, el 23 de diciembre de 1956, tambi¨¦n hab¨ªa sido el Athletic. Pasaron 30 partidos entre una y otra fecha.

Pero esa marca ya es antigua. Se archiv¨® en el ba¨²l de las haza?as secundarias, que se recuerdan pero ya no son ¨²nicas. El equipo navarro presume de un nuevo r¨¦cord a las ¨®rdenes de Jagoba Arrasate: en El Sadar, escenario de un f¨²tbol m¨¢s complicado que el que se jugaba en el desaparecido San Juan, Osasuna consigui¨® este domingo frente al Alav¨¦s, acumular 31 partidos sin perder en su campo. El estadio pamplonica es, oficialmente, un fort¨ªn.

Adem¨¢s, el nuevo hito en la historia de Osasuna lleg¨® despu¨¦s de un partido espectacular, entre dos equipos sin complejos, que jugaron abiertamente a ganar. El Alav¨¦s, contagiado del ritmo fren¨¦tico que su rival imprime a los partidos, no se qued¨® atr¨¢s en intensidad. Las primeras ocasiones fueron suyas. Wakaso y Joselu pudieron agrietar el fort¨ªn en los primeros compases, pero no acertaron. Osasuna, zarandeado en el primer cuarto de hora, reaccion¨® con rabia hasta anotar el primer gol en un bal¨®n de ?vila a Rub¨¦n Garc¨ªa, que empuj¨® a la red sin obst¨¢culos. La revisi¨®n del VAR, que se prolong¨® dos minutos, no detect¨® anomal¨ªas.

El Alav¨¦s no tuvo tiempo para limpiarse el polvo despu¨¦s del tropiezo y ya estaba otra vez en el suelo despu¨¦s de una asistencia de Estupi?¨¢n desde la izquierda, que Chimy ?vila emboc¨® a bote pronto.

El segundo gol osasunista no detuvo el partido, que sigui¨® discurriendo como un espect¨¢culo delicioso. Apenas dos minutos m¨¢s tarde, el Alav¨¦s estrech¨® los guarismos del marcador en un disparo desde la frontal del central Laguardia. Nadie se escond¨ªa en el camino hacia la porter¨ªa contraria. El Sadar disfrutaba y sufr¨ªa al mismo tiempo. Joselu pudo empatar en un remate en plancha y ?vila ampliar la diferencia en un disparo desviado por cent¨ªmetros.

Pero a Osasuna todav¨ªa le quedaba una bala en el descuento de la primera mitad, despu¨¦s de un leve manotazo de Mart¨ªn que el ¨¢rbitro interpret¨® como penalti y que ejecut¨® Oier.

La fiesta no se acab¨® ah¨ª, sin embargo, porque en el regreso, un derribo a Rioja en ¨¢rea osasunista se convirti¨® en otra pena m¨¢xima, esta vez a favor del Alav¨¦s, que Lucas no desperdici¨®. En el tobog¨¢n goleador, todav¨ªa quedaba otro penalti en el minuto 54, por mano de Manu Garc¨ªa. Juan Villar hizo el 4-2, que fue el resultado final, pero la fiesta del f¨²tbol que se celebr¨® en El Sadar no se detuvo en ese momento. Se sucedieron las ocasiones con un Alav¨¦s sin frenos y un Osasuna desatado a la contra, corriendo como si fueran por debajo en el marcador. El equipo local estrell¨® un bal¨®n en el larguero; Lucas P¨¦rez pudo acortar distancias y no lleg¨® por cent¨ªmetros; I?igo P¨¦rez ensay¨® desde fuera del ¨¢rea, de nuevo al poste, ya en el descuento.

Nadie le puso en Pamplona puertas al f¨²tbol. Los casi 16.000 espectadores que presenciaron el nuevo r¨¦cord osasunista pagaron a gusto su entrada. Les cundi¨® m¨¢s que nunca.

Por cierto: el siguiente visitante de El Sadar es el Athletic.