La importancia de los porteros en Boca
En ning¨²n pa¨ªs, salvo la excepci¨®n marginal de ciertos emiratos petroleros, est¨¢ el f¨²tbol tan imbricado en la pol¨ªtica como en Argentina
Boca Juniors, el club m¨¢s popular de Argentina y uno de los grandes del planeta, cuenta con un portero excelente. Esteban Andrada es uno de los puntales indiscutibles de un equipo que no atraviesa su mejor ¨¦poca. Pero ahora mismo, para el futuro de Boca, resultan mucho m¨¢s relevantes otros porteros: los del Sindicato ?nico de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (SUTERH), esos que guardan las llaves, se encargan de la casa y ya exist¨ªan mucho antes de que a alguien se le ocurriera dar una patada a un bal¨®n.
El SUTERH no es poca cosa. Controla el Grupo Octubre, entre cuyas propiedades figuran el diario peronista P¨¢gina 12, la revista Caras y Caretas, otros medios escritos y cinco emisoras de radio en Buenos Aires. El poder econ¨®mico de los sindicatos y de los sindicalistas constituye un rasgo distintivo de la estructura pol¨ªtica argentina, que en lo esencial responde a¨²n a la herencia del general Juan Per¨®n e invade casi todos los ¨¢mbitos de la vida.
?Por qu¨¦ son relevantes los porteros del SUTERH para el futuro de Boca? Porque su jefe, V¨ªctor Santa Mar¨ªa, encabeza una operaci¨®n encaminada a arrebatarle a Mauricio Macri y los suyos el dominio sobre el club. El diario La Naci¨®n publicaba el otro d¨ªa que Santa Mar¨ªa firm¨® con el gobernador de Tucum¨¢n, Juan Manzur, un acuerdo millonario para construir un hotel en la provincia y, de paso, coordin¨® con el nuevo presidente de Argentina, Alberto Fern¨¢ndez, una estrategia para dar batalla al macrismo en las pr¨®ximas elecciones de Boca Juniors.
En ning¨²n pa¨ªs, salvo la excepci¨®n marginal de ciertos emiratos petroleros, est¨¢ el f¨²tbol tan imbricado en la pol¨ªtica como en Argentina. El periodista Andr¨¦s Burgo recordaba hace poco en estas mismas p¨¢ginas que el presidente saliente Mauricio Macri utiliz¨® la presidencia de Boca como trampol¨ªn hacia la pol¨ªtica; que el presidente de San Lorenzo, Mat¨ªas Lammens, fue el derrotado candidato peronista en las recientes elecciones locales de Buenos Aires; que el presidente de Atl¨¦tico Tucum¨¢n, Mario Leito, fue candidato peronista (tambi¨¦n derrotado) en las elecciones locales de Tucum¨¢n; y que la presidencia de Independiente est¨¢ ocupada por el poderoso sindicalista del transporte Hugo Moyano.
El ciclo electoral de Boca Juniors est¨¢ sincronizado con el ciclo electoral de la presidencia de la Rep¨²blica. Los socios del club votar¨¢n el 8 de diciembre, justo dos d¨ªas antes de que Alberto Fern¨¢ndez se instale en la Casa Rosada. Daniel Angelici, hombre de confianza y principal operador en los tribunales de Mauricio Macri, concluye mandato, se queda con la vicepresidencia de la Asociaci¨®n del F¨²tbol Argentino y respalda la candidatura de Christian Gribaudo, exdiputado macrista y presidente del Instituto de Previsi¨®n Social de la Provincia de Buenos Aires. Siempre que a Macri no le apetezca volver a Boca: las candidaturas siguen abiertas y todo es posible. Frente a Gribaudo se alinean el empresario Jorge Amor Ameal (que ya fue presidente de la entidad entre 2008 y 2011) con el apoyo del sindicalista del tabaco Roberto Dig¨®n, el empresario Jos¨¦ Beraldi, y el sindicalista de los porteros V¨ªctor Santa Mar¨ªa. Seg¨²n La Naci¨®n, el presidente electo Fern¨¢ndez le ha pedido a Santa Mar¨ªa que intente coordinar esas tres candidaturas para vencer a Gribaudo.
Disculpen la sopa de nombres, grupos pol¨ªticos y sindicatos. Pero es lo que hay detr¨¢s del f¨²tbol argentino. Y esta sopa tiene probablemente m¨¢s influencia en los resultados deportivos que las proezas de Esteban Sabandija Andrada, un portero de los que se limitan a detener balones.
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