Juan Rom¨¢n Riquelme disputa a Mauricio Macri el control pol¨ªtico de Boca

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F¨²tbol y pol¨ªtica se mezclan en Argentina

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Mauricio Macri dejar¨¢ de ser presidente de Argentina el pr¨®ximo 10 de diciembre. Es posible, sin embargo, que no sea la ¨²nica mala noticia que tenga esa semana. El 8 de diciembre habr¨¢ elecciones en Boca. La decisi¨®n del jugador Juan Rom¨¢n Riquelme de sumarse como candidato a la lista opositora al macrismo puso por primera vez en peligro el control que Macri tiene desde 1995 sobre el club m¨¢s popular de Argentina.

Macri se convirti¨® en presidente de Boca en 1995. Tres a?os despu¨¦s, nombr¨® entrenador a Carlos Bianchi y Boca gan¨® tres copas Libertadores y dos Intercontinentales. Los ¨¦xitos deportivos catapultaron a Macri a la alta pol¨ªtica. Renunci¨® al club en 2007 para asumir como jefe de Gobierno de Buenos Aires y desde all¨ª salt¨® a la Casa Rosada. Nunca, sin embargo, perdi¨® el control del club. Daniel Angelici, presidente de Boca desde 2011, es hombre fiel a Macri.

El Tano, como le dicen a Angelici, es mucho m¨¢s que un dirigente de f¨²tbol. En nombre del presidente visita a jueces y fiscales para enderezar temas considerados sensibles para el Poder Ejecutivo. Sus oponentes lo consideran un hombre poderoso, capaz de conseguir todo lo que se propone. Pero la ca¨ªda de su jefe pol¨ªtico en las elecciones generales del 27 de octubre ha oscurecido su aura. Las derrotas ante River hicieron el resto. Boca no le gana a su principal rival desde 2014 y la final perdida en Madrid por la Libertadores termin¨® por sellar la suerte del macrismo. Riquelme ha dado ahora el golpe de gracia.

Angelici no puede ser candidato a la reelecci¨®n en Boca y nombr¨® a un delf¨ªn, Christian Gribaudo, que no ha logrado despegar en las encuestas. Como principal opositor est¨¢ Amor Ameal, presidente de Boca antes de Angelici. Ameal logr¨® convencer a Riquelme y lo tendr¨¢ como candidato a vicepresidente segundo, dedicado a ¡°cuestiones futbol¨ªsticas¡±. Hay pocas figuras que el hincha de Boca quiera tanto como a Riquelme, y su nombre en una lista de candidatos es casi triunfo asegurado. ¡°Mi hijo me llev¨® a tomar la decisi¨®n [de ser candidato] cuando me dijo que ten¨ªa que volver al club luego de la final que perdimos en Madrid. Lo pens¨¦ much¨ªsimo y me siento contento de la decisi¨®n que tom¨¦. Es hora de volver, o intentar volver. Este es el momento¡±, dijo Riquelme, el mi¨¦rcoles por la noche.

La candidatura de Riquelme pone a la lista de Macri en Boca a un paso de la derrota. Salvo un milagro, el presidente perder¨¢ el club que imagin¨® como refugio pol¨ªtico tras su regreso al llano. Con todo, la jugada del delantero no debe sorprender. Macri y Riquelme nunca tuvieron una buena relaci¨®n. En los momentos de gloria futbol¨ªstica, las pretensiones econ¨®micas de la estrella eran motivo constante de tensiones.

Los hinchas a¨²n recuerdan aquel gol de Riquelme ante River en 2001 y el saludo con las manos detr¨¢s de las orejas que dedic¨® a Macri en el palco. Nueve a?os despu¨¦s, la decisi¨®n del presidente Ameal de renovar el contrato del jugador por otras cuatro temporadas precipit¨® la renuncia como tesorero del club de Angelici, en desacuerdo con el monto del contrato. En 2015, cuando Angelici fue reelegido como presidente de Boca, Riquelme acus¨® al hombre de Macri de tener el resultado ¡°comprado, a pesar de cuatro a?os de gesti¨®n muy malos¡±. Ahora, las partes volver¨¢n a encontrarse, pero en las urnas. Es probable que Riquelme tenga su revancha.