Sh¨ªrov, campe¨®n de Espa?a al borde del abismo
El hispano-let¨®n, de 47 a?os, triunfa en la edici¨®n m¨¢s dura de la historia por mejor desempate
Alex¨¦i Sh¨ªrov, el Leonardo da Vinci del ajedrez, vive una segunda juventud a los 47 a?os (el declive suele empezar entre los 35-40). Su producci¨®n de belleza ha sido enorme en el Campeonato de Espa?a reci¨¦n terminado en Marbella, el m¨¢s duro de sus 84 ediciones, como puede apreciarse en las partidas publicadas por este peri¨®dico a lo largo de la semana. Pero un desenlace muy peculiar de las dos ¨²ltimas rondas ha estado a punto de privarle de su segundo t¨ªtulo de campe¨®n.
Siempre muy exigente consigo mismo, Sh¨ªrov dijo en la entrega de premios que no merec¨ªa el t¨ªtulo (algo parecido manifest¨® la primera mujer clasificada, Sabrina Vega, en reconocimiento a los m¨¦ritos de M¨®nica Calzetta). En este caso concreto, y a pesar de las magn¨ªficas partidas que jug¨® hasta la s¨¦ptima ronda de las nueve previstas, hay argumentos para darle la raz¨®n. El plet¨®rico hispano-let¨®n tuvo que morder el polvo este s¨¢bado en la pen¨²ltima ronda porque fue v¨ªctima de una impresionante preparaci¨®n casera de Iv¨¢n Salgado, quien hizo todas sus jugadas, las 39, de memoria. La tendencia creciente a partidas donde casi todo es ciencia, y casi nada arte o deporte, ha abierto el debate sobre si el ajedrez necesita alg¨²n cambio en sus normas o reglamentos para atraer a los patrocinadores.
Ese tropiezo dej¨® a Sh¨ªrov casi descartado en la lucha por el t¨ªtulo. Salgado afront¨® este domingo la ¨²ltima ronda empatado a puntos con Jos¨¦ Carlos Ibarra y Pepe Cuenca, quien el viernes hab¨ªa tumbado contra pron¨®stico al primer cabeza de serie, Paco Vallejo. Pero hete aqu¨ª que en el duelo Ibarra-Salgado ocurri¨® algo que no puede pasar en ning¨²n otro deporte, ya sea porque el reglamento lo proh¨ªbe o porque las sanciones o amonestaciones por falta de combatividad (como en los deportes de combate) pueden traducirse en derrota: tablas tras solo 26 movimientos en una posici¨®n llena de vida, a pesar de que eso dejaba el t¨ªtulo en manos de Cuenca, siempre que ganase a Manuel P¨¦rez Candelario. Lo intent¨®, pero este le super¨® en la lucha estrat¨¦gica, de modo que la derrota de Cuenca daba esperanzas a los perseguidores que parec¨ªan descartados.
Pero los hechos no presagiaban el triunfo de Sh¨ªrov, sino todo lo contrario. Probablemente tocado por el disgusto de la v¨ªspera, y cansado por el desgaste de ocho rondas muy duras a una edad en que la resistencia f¨ªsica es un problema, Sh¨ªrov omiti¨® un tempranero recurso t¨¢ctico de su rival, Hip¨®lito As¨ªs, lo que le oblig¨® a sacrificar una pieza con muy poca compensaci¨®n.
Sin embargo, Sh¨ªrov no es solo un artista genial: el pundonor y la capacidad de lucha han jalonado tambi¨¦n su larga y brillante carrera (subcampe¨®n del mundo en 2000, y 3? del escalaf¨®n en esa ¨¦poca). Movi¨¦ndose de puntillas al borde de la derrota durante horas, logr¨® meter la suficiente presi¨®n para que As¨ªs perdiese por tiempo cuando su posici¨®n era poco menos que ganadora. Y as¨ª, el Leonardo da Vinci del ajedrez se ha proclamado campe¨®n de Espa?a por 2? vez (la primera fue en 2002), por mejor desempate que Vallejo, Salgado, David Ant¨®n, Jaime Santos, Candelario e Ibarra.
Con su rendimiento en Marbella, Sh¨ªrov se acerca, como tercer espa?ol en el escalaf¨®n (51? del mundo), a un solo punto de Ant¨®n (49?) y a veinte de Vallejo (36?). Sin contar al tramposo checo Rausis (pendiente de que termine la investigaci¨®n que le sancionar¨¢ por recibir ayuda de computadoras durante las partidas), solo tres leyendas vivas con m¨¢s edad que el espa?ol est¨¢n por delante: Anand (49 a?os), Adams (48), Ivanchuk (50) y Gu¨¦lfand (51, empatado con Sh¨ªrov). Y ninguno de ellos produce ahora tantas partidas bellas como el nuevo campe¨®n de Espa?a.
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