La Real Sociedad no salta el muro de Zorrilla
El Valladolid resiste la acometida final donostiarra y acaba por validar el segundo empate consecutivo sin goles y la cuarta jornada seguida sin marcar
Empat¨® de nuevo sin goles el Valladolid, que repite el mismo resultado de la jornada anterior y encadena cuatro jornadas sin marcar gol. El cero sum¨® uno, sin embargo, para los castellanos en un partido esforzado, exigente ante un rival que no ofreci¨® su mejor versi¨®n, pero que busc¨® el triunfo con denuedo. En eso la Real Sociedad se sabe grande: ni en sus mejores d¨ªas renuncia a llevarse los tres puntos y siempre acaba por encontrar opciones para conseguirlo. En Zorrilla, un campo en el que solo ha ganado el Sevilla, no le bast¨®. Al final le pareci¨® mejor la conclusi¨®n a los locales que a los visitantes.
Una jugada en el amanecer del partido mostr¨® un retrato bastante fidedigno del Valladolid, que hace muchas cosas bien y es fuerte en su casa, pero encuentra un muro ante el gol. Acudi¨® a buscar al rival, a molestarle en esa salida de bal¨®n en la que la Real Sociedad no palidece a la hora de arriesgar. Lo hizo y se llev¨® un susto inicial, pero M¨ªchel se encontr¨® con tres opciones de pase y eligi¨® la peor, tarde y mal.
La Real empez¨® camuflada, a juego con el terno verde que confund¨ªa a sus futbolistas con el c¨¦sped de Zorrilla, con problemas para fluir y encontrar a Odegaard y Odriozola, encimada por un competidor que le alej¨® de su ¨¢rea durante la primera media hora, que le neg¨® por dentro. As¨ª que busc¨® sus opciones por fuera el equipo donostiarra, siempre con Monreal inmenso en la zurda, llegador para colocar balones e incluso para rematarlos. Creci¨® la Real en su confianza a partir de oportunidades generadas en centros que molestaron a Masip. Suficiente para sentir que el partido estaba bajo su mando.
La primera respuesta del Valladolid fue tibia en el juego, pero contundente en un libre directo que Herv¨ªas, casi desde Palencia, envi¨® al travesa?o. El paso de los minutos atemper¨® la presi¨®n alta del equipo que dirige Sergio Gonz¨¢lez Soriano. Apareci¨® Odegaard, pero siempre en medio de una mara?a de piernas. Hubo apreturas, pero tambi¨¦n frialdad: al partido le cost¨® romper. Al Valladolid no le import¨® que ese momento le cogiese replegado. Se apost¨® a la carrera y ah¨ª encontr¨® alguna combinaci¨®n entre Guardiola y Sandro, sus dos delanteros. Juntos fabricaron un gol que qued¨® anulado por fuera de juego, pero que mostr¨® hacia donde iba el partido porque la siguiente ocasi¨®n en que ambos se encontraron solo la rapidez de Remiro para tapar espacios le neg¨® el gol a Guardiola.
En ese momento ¨¢lgido maniobr¨® Sergio. Llam¨® a ?scar Plano, uno de sus favoritos, al que hab¨ªa dejado de inicio en el banquillo. Le encarg¨® que percutiese por el flanco derecho. El partido del Valladolid estaba en los espacios, el de la Real en evitar errores que los evidenciasen. Y en encontrar claridad en medio de un nublado. La linterna en esas ocasiones la porta gente como Oyarzabal, vivo para generar un remate que marr¨® Willian Jos¨¦, y afilado para descerrajar un disparo desde la frontal que atisb¨® la escuadra de la meta de Masip. La Real acab¨® en el ¨¢rea del Valladolid, con Isak en el campo para darle el frenes¨ª que le falt¨®. Busc¨® el triunfo ante un rival que se defendi¨® con orden y que tampoco dej¨® de acechar.
¡°Al final sumar siempre viene bien¡±, concluy¨® Oyarzabal. Al Valladolid tampoco le disgust¨® el resultado, se ve en la clasificaci¨®n con 19 puntos y tras encajar en 16 jornadas tantos goles como el Barcelona o la propia Real Sociedad. A veces el cero es grato.
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