El adi¨®s a Diego Forl¨¢n y a una d¨¦cada de oro para la celeste
El exfutbolista y ahora entrenador uruguayo se despide de sus fan¨¢ticos con un partido repleto de figuras
Nadie lo sab¨ªa a¨²n, pero en el entretiempo del partido que jugaron Uruguay y Senegal por el Mundial de 2002 se decidi¨® mucho m¨¢s que la posterior corajeada con la que los celestes empataron el partido tras irse 0-3 al vestuario.
Puede decirse que esos 15 minutos marcaron un antes y un despu¨¦s en la historia de una de las selecciones que m¨¢s evolucionaron en la d¨¦cada que termina.
Aquel plantel que se despidi¨® de la Copa del Mundo de Corea-Jap¨®n en primera ronda ten¨ªa dos grupos bien marcados: los m¨¢s experimentados, con Paolo Montero, Fabi¨¢n O'Neill y Dar¨ªo Silva; y los m¨¢s j¨®venes, con Fabi¨¢n Carini y Diego Forl¨¢n (Montevideo, 1979), quien esa tarde ingres¨® junto al Chengue Morales en el complementario y rubric¨® el 2-3.
"Conviv¨ª con Forl¨¢n y es un fen¨®meno de verdad, nunca fui amigo ni nada, compartimos y jugamos al f¨²tbol, este al lado de nosotros no toma, no fuma, no hace nada, entonces no pod¨ªamos estar al lado de ¨¦l", confes¨® alguna vez O'Neill, referente de una generaci¨®n que luego fall¨® su clasificaci¨®n al Mundial de Alemania 2006.
Puede decirse que, a partir de Forl¨¢n, el futbolista uruguayo, y todos aquellos que pretenden serlo se han vuelto m¨¢s serios, m¨¢s conscientes de que su trabajo fuera del campo y su conducta en la vida privada es tan importante como lo que hacen dentro del field.
El Mundial de Sud¨¢frica, en 2010, marcar¨ªa el comienzo de una d¨¦cada de oro donde la selecci¨®n charr¨²a consigui¨®, adem¨¢s del cuarto puesto mundialista, un sudamericano sub 20 luego de 30 a?os, la Copa Am¨¦rica de 2011 y la clasificaci¨®n a Brasil y Rusia, entre otras cosas.
"No es que el jugador de antes era malo y el de ahora es bueno sino que hay m¨¢s informaci¨®n que se est¨¢ utilizando y te permite prepararte de otra manera. El futbolista siempre fue profesional pero era diferente, yo romp¨ª ese paradigma, fui la persona que empez¨® el cambio", reconoce el ahora entrenador de Pe?arol en una entrevista con EL PA?S.
Forl¨¢n es un verdadero Atlas del f¨²tbol mundial. Dej¨® su pa¨ªs a los 17 a?os para jugar en Argentina y de ah¨ª no par¨®: Inglaterra, Espa?a, Italia, Brasil, Jap¨®n, India, Hong Kong y, l¨®gicamente, Uruguay, le han hecho cruzarse con grandes jugadores y una tr¨ªada de entrenadores de lujo como Menotti, Ferguson y Tab¨¢rez, aunque en esa terna, ¨¦l tambi¨¦n le hace espacio al chileno Pellegrini, a quien tuvo en el Villarreal.
Aquel submarino amarillo que integr¨® junto a Riquelme y Sor¨ªn accedi¨® a semifinales de Champions en 2006 luego de pasear al Inter de Mil¨¢n de Juan Sebasti¨¢n Ver¨®n. Arsenal, el obst¨¢culo para acceder a la final, comenz¨® ganando 1 a 0 gracias a Henry, pero a los pocos minutos el ¨¢rbitro pit¨® penal para el equipo espa?ol. Riquelme, hoy vicepresidente de Boca, bes¨® la pelota, pero el romance no fue correspondido: el portero alem¨¢n Lehman contuvo, tal como lo har¨ªa luego en el Mundial ante Argentina. As¨ª, Villarreal y Forl¨¢n quedaron cerca de la gloria.
"El penal de Rom¨¢n nos pod¨ªa haber dado la chance de ir al alargue y tal vez acceder a una final con Barcelona, pero es f¨²tbol, estuvimos dos veces en la puerta y no se dio", se sigue lamentando el uruguayo.
Sin embargo, guarda un gran recuerdo de Espa?a: "Fue divino, mi abuela era de ah¨ª y tuve la oportunidad de volver a su pa¨ªs para jugar siete a?os espectaculares en un lugar hermoso al que ir¨ªa a dirigir en un futuro, si tuviera la oportunidad".
Cachavacha, como le dicen, a?ora bah¨ªas y edificios de Hong Kong, las fondas espa?olas o italianas, de esas que "a la vista no parecen buenas, pero entras a comer y es todo lo contrario", y tambi¨¦n las playas. Sin embargo, ama Punta del Este, la ciudad balneario de Uruguay a la que le agregar¨ªa m¨¢s calor para disfrutarla "much¨ªsimo m¨¢s".
"Muchos excompa?eros de selecci¨®n me preguntan c¨®mo hago para acostumbrarme a Uruguay y yo les respondo: '?D¨®nde quer¨¦s que vaya? Es mi pa¨ªs", cuenta. "?Me voy a vivir a Europa? Si voy a dirigir, s¨ª, pero si no tengo nada para hacer afuera me quedo en mi pa¨ªs, para andar en la ruta [carretera], ir al interior, ver los campos, el mar, la rambla de Montevideo; para m¨ª tenemos un pa¨ªs espectacular y mientras m¨¢s pasan los a?os, m¨¢s me gusta", asume.
Al partido de despedida en el m¨ªtico Estadio Centenario de Montevideo est¨¢n todos invitados. Cuando salte al campo por ¨²ltima vez con uniforme de futbolista estar¨¢ acompa?ado por el plantel del Mundial de Sud¨¢frica que logr¨® el cuarto puesto y por figuras de la talla de Juan Rom¨¢n Riquelme, Luis Su¨¢rez, Edinson Cavani, Sebasti¨¢n Abreu, Diego Lugano, Javier Zanetti, Juan Sebasti¨¢n Ver¨®n, Esteban Cambiasso y Javier Chevant¨®n.
Despu¨¦s, llegar¨¢ la hora de dirigir al plantel profesional de Pe?arol y, sobre todo, ense?ar a los m¨¢s j¨®venes con la misma sabidur¨ªa y disciplina que de chico le inculcaron su padre, Pablo, y a su abuelo materno, Juan Carlos Corazzo, otros dos campeones de Copa Am¨¦rica con Uruguay.
"Nosotros de chicos entren¨¢bamos de una manera y hoy los ni?os con ocho o nueve a?os tienen habilidades que nosotros no ten¨ªamos", recuerda. "En la ¨¦poca en que mis padres nos ense?aron hac¨ªan ciertas cosas que hoy est¨¢n prohibidas; ahora sabemos que hay que priorizar los primeros 1.000 d¨ªas del ni?o, que luego los marcan para toda la vida, pero antes pens¨¢bamos en los ni?os a partir de los cinco o seis a?os, que es cuando empezabas a razonar", reflexiona Forl¨¢n, quien jug¨® su ¨²ltimo partido profesional hace un a?o y medio con la camiseta del Kitchee FC de Hong Kong, un pa¨ªs al que si tuviera la oportunidad de volver a trabajar "ir¨ªa feliz de la vida".
Este s¨¢bado, Forlan celebrar¨¢ una carrera que lo ha "realizado" y los uruguayos podr¨¢n volver a festejar a su equipo favorito, ahora sin las molestas vuvuzelas.
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