Abelardo, entrenador bombero
El nuevo t¨¦cnico del colista Espanyol ya ha superado momentos cr¨ªticos en los banquillos de Primera
La situaci¨®n era l¨ªmite. En la temporada 2014-15, el Sporting estaba catat¨®nico, al punto de que estuvo cinco meses sin poder pagar a los jugadores, tambi¨¦n sancionado por el Comit¨¦ de control econ¨®mico de LaLiga a fichar solo en el supuesto de que fueran del filial. Tan mal estaba la billetera del Sporting que Abelardo, entonces t¨¦cnico del primer equipo, puso dinero de su bolsillo para que alguno hiciera frente a los alquileres de sus viviendas. Hasta que el expresidente Antonio Veiga le advirti¨® de que o ascend¨ªan a Primera o el club se extingu¨ªa. ¡°No se lo coment¨¦ a nadie, pero fue muy duro. Dorm¨ªa mal y perd¨ª siete kilos¡±, reconoci¨® Abelardo un tiempo despu¨¦s. Pero su Sporting, sin fichajes ni dinero, logr¨® ascender y mantenerse al a?o siguiente. Justo lo que necesita el Espanyol, que lo ha contratado hasta que acabe la temporada para obrar el milagro de salvarse de la quema como tambi¨¦n hizo con el Alav¨¦s en el curso 2017-18, pues lo cogi¨® con nueve puntos en la jornada 14 y le sobraron cuatro partidos para certificar la permanencia.
Toda una gesta para el Alav¨¦s, tambi¨¦n una consecuencia del trabajo de Abelardo. Pitu empez¨® con los cadetes del Sporting, pero pocos meses despu¨¦s, en 2008, ya estaba en el filial. ¡°Puse a Preciado en el primer equipo y a ¨¦l en el B porque se ve¨ªa que ten¨ªa mucho recorrido¡±, recuerda Emilio de Dios, entonces director deportivo del Sporting y ahora del Sevilla. Pero tras un curso y medio se torcieron los resultados en Segunda B y se le destituy¨®. ¡°Fue una conversaci¨®n muy dif¨ªcil antes de Reyes y se enfad¨®, como es l¨®gico y porque tiene car¨¢cter. Pero con el tiempo se arregl¨®¡±, a?ade.
Fuera del Sporting, Abelardo se propuso empezar desde abajo, por lo que firm¨® por el Cand¨¢s, de Tercera. ¡°Cuando lleg¨®, fue un impacto. Pero pronto vimos que era persona humilde y alegre¡±, rememora Pablo Hern¨¢ndez, entonces jugador y ahora entrenador del equipo. ¡°Si soy t¨¦cnico¡±, dice; ¡°en parte es porque me hizo entrar el gusanillo. Era un entrenador top, que estaba fuera de lugar. Ten¨ªa los conceptos y sab¨ªa transmitirlos¡±. No solo eso, sino que todos recuerdan las an¨¦cdotas que explicaba del Bar?a, de la selecci¨®n y de jugadores como Ronaldo y Romario. ¡°Le preocupaba la uni¨®n del equipo y nos oblig¨® a hacer al menos una comida a la semana juntos¡±, agrega. Forma de hacer que llev¨® al equipo a ganar la Copa Federaci¨®n. Pero tras un a?o, Abelardo quiso mejorar.
La ocasi¨®n se la ofreci¨® el Tuilla, tambi¨¦n en Tercera pero con aspiraciones de ascender. ¡°Se fue Ricardo Bango [exinternacional] y le pedimos que nos trajera a alguien. Ese fue Abelardo, que ni siquiera negoci¨® el salario¡±, rememora Luis Alberto, entonces presidente del Tuilla. ¡°Gestionaba como nadie el vestuario; le escuchaban con ganas. Tambi¨¦n se los gan¨® porque hacia comidas semanales y participaba en los entrenamientos y partidillos, adem¨¢s de trabajar sin parar¡±, explica. Lo que les llev¨® a ganar la Copa Federaci¨®n. Pero en enero se baj¨® del tren, reclamado por el Sporting.
Regreso a Mareo
Con Clemente como t¨¦cnico del primer equipo ¡ªno logr¨® evitar el descenso a Segunda¡ª Abelardo regres¨® de segundo. ¡°Ten¨ªan una relaci¨®n excelente¡±, recuerda De Dios; "porque sab¨ªa d¨®nde estaba y porque, aunque tambi¨¦n sab¨ªa que acabar¨ªa en el banquillo del Molin¨®n, no ten¨ªa prisas". Pero antes pas¨® como entrenador del filial y en 2014 ya asumi¨® las riendas del primer equipo, bombero frente a la crisis deportiva y econ¨®mica del club. Y, aunque obr¨® el milagro del ascenso y al a?o siguiente de la salvaci¨®n, fue destituido en 2017 por malos resultados. Unos meses m¨¢s tarde, sin embargo, le lleg¨® la oferta del Alav¨¦s, que estaba en situaci¨®n cr¨ªtica. Nada que no solucionara el Pitu. ¡°Vino en una situaci¨®n muy mala, de puntuaci¨®n y estado an¨ªmico. Pero fue un acierto porque su fuerte es el vestuario. Trabaja mucho el d¨ªa a d¨ªa, la convivencia, y tiene involucrado a todo el mundo, por lo que ¨ªbamos contentos a los entrenamientos. Lo consigui¨® por su manera de ser¡±, conviene el central V¨ªctor Laguardia, todav¨ªa en el Alav¨¦s.
No vari¨® su librillo Abelardo, que exigi¨® durante los primeros meses que los jugadores desayunaran y comieran juntos en las instalaciones del club. ¡°M¨¢s adelante ya pasamos a cenas en restaurantes y logr¨® crear sinton¨ªa en el vestuario. Ese era su secreto. Quiz¨¢ no inventaba nada en cuestiones t¨¢cticas, siempre con el 4-4-2 o el 4-3-3, ni daba charlas emocionantes. Pero a nivel de confianza y mental nos hizo buenos, adem¨¢s de generar un gran ambiente¡±. Tanto, que a¨²n recuerdan c¨®mo se re¨ªan con ganas cuando se atrabancaba al pronunciar alg¨²n apellido complicado de la plantilla. Despu¨¦s de dos cursos, sin embargo, decidi¨® marcharse entre lloros. ¡°Me voy con mucha pena, pero mi cabeza me dec¨ªa que necesitaba un descanso, un cambio; ha sido una decisi¨®n muy meditada con mi familia y, muy a mi pesar, acertada¡±, resolvi¨®.
Ahora, vuelve a coger la pizarra y el silbato para reanimar al Espanyol, colista de Primera a cinco puntos de la salvaci¨®n con media temporada por disputar.
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