La Real Sociedad ya es cuarta
El equipo de Imanol despacha al Eibar e iguala al Getafe en ¡®zona Champions¡¯
?Qui¨¦n grit¨® ¡°arbitrillo paquete¡± en un Ipurua desolado? Todo se escuchaba como si fuera un entrenamiento. Las voces de los futbolistas, de los entrenadores, y del espont¨¢neo que increp¨® al ¨¢rbitro, produc¨ªan ecos extra?os para un partido de LaLiga, el primero a puerta cerrada por el coronavirus. No hubo m¨²sica, ni se cantaron las alineaciones, ni se saludaron los jugadores. Hay que imaginarse la comida de directivas entre el Eibar y la Real como el banquete en honor a Sancho Panza en la ¨ªnsula de Barataria, con los camareros retirando los platos antes de que pudieran probarlos. Lo ¨²nico de verdad en el campo eibarr¨¦s eran los tres puntos. Para el Eibar, seg¨²n su t¨¦cnico Jos¨¦ Luis Mendilibar, era una bola extra. La posibilidad de sumar tres puntos con retraso de varias semanas (el encuentro estaba aplazado de la 24? jornada por el derrumbe del verterdero del Zaldibar), pero perdi¨® la partida. Para la Real, otra oportunidad para escalar y encaramarse a la cuarta plaza, con los mismos puntos (46) que el Getafe.
Fueron las dos caras del f¨²tbol guipuzcoano. La del Eibar, desafortunada; la donostiarra, optimista, entre otras cosas porque de unas semanas a esta parte la Real empieza a hacer bien cosas que no hac¨ªa, como adaptarse al medio en el que se mueve. Anta?o, que en el mundo del f¨²tbol es, como mucho, dos meses atr¨¢s, el conjunto de Imanol jugaba casi siempre a pi?¨®n fijo. Se le escapaban un buen pu?ado de puntos por la excesiva rigidez de sus planteamientos, pero el t¨¦cnico ha dado con la tecla y ha convertido a su equipo en un grupo flexible, maleable, que no lo conf¨ªa todo a la inspiraci¨®n de sus jugadores m¨¢s brillantes. En Ipurua, a Remiro no le cost¨® nada sacar en largo para evitar la presi¨®n adelantada del Eibar. Se evit¨® problemas, igual que la l¨ªnea defensiva donostiarra, que ahora no se permite veleidades ex¨®ticas. La Real tiene paciencia, evita la precipitaci¨®n. Tal vez ha perdido brillantez, pero ha ganado eficacia.
Lo contrario que el Eibar, precipitado muchas veces, desafortunado otras, como en el episodio del minuto 25, cuando Orellana desperdici¨® un penalti, en una mano de espaldas de Zubeldia. Remiro adivin¨® la intenci¨®n del chileno y evit¨® el empate eibarr¨¦s. Se hab¨ªa adelantado la Real tambi¨¦n de penalti; tambi¨¦n por una mano absurda de Bigas, que no tuvo su noche. Sali¨® en camilla en el minuto 81, con el partido ya vencido. Oyarzabal fue implacable en su lanzamiento para adelantar a los donostiarras.
Apret¨® y apret¨® hasta la desesperaci¨®n el Eibar, pero la Real defend¨ªa bien. Mediada la segunda parte, un bal¨®n desde el suelo de Portu a Willian Jos¨¦, acab¨® en el segundo gol txuriurdin, que sentenciaba el partido para el equipo que gestion¨® sus recursos con m¨¢s inteligencia. Un penalti transformado por Charles en el minuto 88 y que nadie en la grada pudo celebrar le puso un poco de picante al descuento, pero nada cambi¨® finalmente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.