El infierno del f¨²tbol italiano
El ¡®calcio¡¯ se plantea rebajas generalizadas de sueldos y reclama ayudas estatales mientras algunos equipos ya quieren volver a los entrenamientos
Mientras Italia alcanzaba este jueves la pavorosa cifra de 3.405 v¨ªctimas mortales asociadas a la pandemia del coronavirus (ya cuenta m¨¢s fallecidos que China) el calcio se debate entre la autoindulgencia de no aceptar una situaci¨®n cr¨ªtica y la b¨²squeda de soluciones pragm¨¢ticas de futuro para atravesar un t¨²nel del que no se divisa el final. La paralizaci¨®n de los campeonatos llega en un tiempo en el que el calcio estaba levantando cabeza en t¨¦rminos deportivos, estructurales y econ¨®micos tras duros a?os de desplome y p¨¦rdida de jerarqu¨ªa que hab¨ªan alejado a la Serie A de su esplendoroso pasado.
Hoy en el siempre delicado y singular ecosistema del f¨²tbol italiano habitan equipos en cuarentena con m¨¢s de una docena de jugadores confirmados como positivos por el virus. Tambi¨¦n clubes paralizados por las obligadas medidas para mitigar los contagios y al borde del colapso financiero por la abrupta interrupci¨®n de la actividad y los ingresos. Se multiplican los gestos de solidaridad, como los protagonizados por el presidente del Inter, el chino Steven Zhang, que a trav¨¦s del conglomerado empresarial Suning, propietario del club, ha donado 300.000 mascarillas m¨¦dicas fabricadas en su pa¨ªs al Departamento de Protecci¨®n Civil. O la iniciativa de la Juventus, encabezada por sus jugadores, t¨¦cnicos y dirigentes, que ya ha recaudado casi medio mill¨®n de euros para los desbordados hospitales del Piamonte.
A t¨ªtulo individual o colectivo los vestuarios y los clubes se vuelcan en las urgencias ben¨¦ficas mientras empiezan a evaluar el estado de sus propias heridas. ¡°El virus dejar¨¢ escombros¡±, sentenci¨® ayer Gabriele Gravina, presidente de la federaci¨®n, que cifra el agujero econ¨®mico previsto hoy por hoy por los clubes en 700 millones de euros y clama por un fondo de ayudas p¨²blicas para salvar el f¨²tbol. Las p¨¦rdidas proyectadas en un panorama de incertidumbre son una inc¨®gnita. Ya se debate el modo en el que los jugadores asuman un recorte salarial para que el sistema pueda ser sostenible. ¡°Solo as¨ª dar¨¢n un significado real a la palabra solidaridad¡±, a?adi¨® Gravina. ¡°La sostenibilidad del f¨²tbol durante esta crisis global es obviamente de absoluto inter¨¦s para todos aquellos que vivimos en este sistema, incluidos los futbolistas. Todos estamos interesados en preservar el equilibrio econ¨®mico y por eso habr¨¢ que evaluar todos los elementos en el momento preciso¡±, afirm¨® a la agencia ANSA el residente del sindicato de jugadores, Damiano Tommasi.
Las autoridades sanitarias advierten de que el pico de infecciones y contagios en Italia se alcanzar¨¢ en unas dos semanas, pero la Federaci¨®n trabaja en un calendario demasiado optimista para reanudar el campeonato a partir del 2 de mayo con estadios a puerta cerrada y finalizar la Serie A a mediados de julio. Algunos equipos ya preparan una vuelta inmediata a los entrenamientos, pese a la opini¨®n contraria de los m¨¦dicos deportivos. La Lazio, protagonista de una gran campa?a que le mantiene con opciones de pelear por el Scudetto, hab¨ªa citado a su plantilla por grupos y en diferentes horarios para volver a entrenar el lunes evitando los contactos directos durante las sesiones. Tambi¨¦n el Brescia est¨¢ en el ojo del hurac¨¢n. Su presidente, el volc¨¢nico Massimo Cellino, que pide ayudas econ¨®micas al gobierno mientras ha convocado para volver a trabajar incluso a los miembros del equipo t¨¦cnico de los dos entrenadores, Eugenio Corini y Fabio Grosso, a los que hab¨ªa cesado antes de la suspensi¨®n del campeonato. El exjugador internacional Marco Materazzi (y muchos otros representantes del f¨²tbol italiano) dedica a Cellino fuertes cr¨ªticas en las redes sociales: ¡°Gente como esta solo hace el mal¡ y no solo al f¨²tbol. ?Averg¨¹¨¦nzate!¡±
¡°Volver a jugar ahora es una utop¨ªa¡±, sostiene Tommasi. ¡°Se habla de fechas, pero es pronto. El problema es serio y algunos insisten, como aquellos m¨²sicos que continuaron tocando mientras se hund¨ªa el Titanic¡±. Nunca antes el calcio se hab¨ªa paralizado por una crisis de salud p¨²blica. Ni siquiera tras la epidemia de c¨®lera que se ceb¨® con el sur de Italia en el verano 1973 dejando 24 muertos. Aquel a?o muchos equipos del norte, como el Inter de Helenio Herrera, vacunaron a sus plantillas, pero el campeonato comenz¨® con puntualidad. El f¨²tbol en Italia solo se hab¨ªa detenido con motivo de las dos guerras mundiales, episodios puntuales de violencia homicida protagonizados por los ultras, huelgas de jugadores reivindicando sus derechos o luto por el fallecimiento del Papa Juan Pablo II y futbolistas como Morosini, del Livorno, o Astori, de la Fiorentina. En noviembre de 1985 la Juventus se midi¨® al Hellas Verona por los cuartos de final de la Copa de Europa, apenas unos meses despu¨¦s de la tragedia de Heysel. Como una desconcertante anomal¨ªa hist¨®rica, el encuentro se celebr¨® a puerta cerrada en el estadio Comunale de Tur¨ªn. ¡°Se ha jugado sobre el fondo de un cr¨¢ter lunar¡±, escribi¨® el legendario cronista Gianni Brera. Si hoy viviese, Brera seguramente habr¨ªa reflexionado sobre c¨®mo el f¨²tbol italiano gira ahora, doliente y desorientado, por los mism¨ªsimos infiernos de Dante.
El hoy impensable Atalanta-Valencia
El 19 de febrero, menos de un mes antes de que la UEFA suspendiera todas sus competiciones, el Atalanta derrot¨® al Valencia (4-1) en San Siro en los octavos de final de la Champions. El equipo de B¨¦rgamo, la ciudad de Italia en la que el coronavirus est¨¢ teniendo efectos m¨¢s mort¨ªferos con cerca de 500 fallecidos, estuvo arropado en el estadio milan¨¦s por miles de sus aficionados. Francesco Le Foche, jefe del hospital de enfermedades inmunoinfecciosas del policl¨ªnico Umberto I en Roma, explicaba el jueves en una entrevista publicada por Il Corriere dello Sport el riesgo que supuso jugar aquel partido con puertas abiertas: ¡°En ese momento, muchas cosas a¨²n no estaban claras, comenzando con la enorme propagaci¨®n de este virus. Hoy ser¨ªa impensable que se hubiese jugado con p¨²blico. Ha pasado un mes desde ese partido. Los tiempos son relevantes. La agregaci¨®n de miles de personas, a dos cent¨ªmetros una de la otra, a¨²n m¨¢s asociada a las comprensibles manifestaciones de euforia, gritos y abrazos, puede haber favorecido la replicaci¨®n viral. Me refiero a una expulsi¨®n de grandes cantidades de part¨ªculas virales a gran velocidad desde las v¨ªas respiratorias superiores, la boca y la nariz. Estamos hablando del ¨¦nfasis colectivo de un partido hist¨®rico, con muchos goles. Un contexto tan socialmente agregador y emp¨¢tico como el f¨²tbol es la ant¨ªtesis de los comportamientos que se deben tener en la emergencia social de un virus. Una amenaza por definici¨®n.¡±
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