Cromos azules

?lbum y cromos. Dos palabras que van frecuentemente unidas para varias generaciones. El olor de aquel libro a¨²n vac¨ªo, repleto de cuadrados en cuyo centro hab¨ªa un n¨²mero, y que en unas semanas aumentar¨ªa de peso y de grosor. La sensaci¨®n de la ilusi¨®n al abrir un nuevo sobre. ?Saldr¨¢ el cromo que falta para completar la colecci¨®n? El zoco del patio del colegio o del parque de al lado de casa. Las gomas para sujetar los tacos de estampitas. Los folios en los que se anotaban los n¨²meros que restaban para completar la colecci¨®n. Los rumores sobre un cromo imposible de conseguir. O sobre la supuesta persona que pose¨ªa ese supuesto cromo imposible de conseguir. Hoy esas peque?as l¨¢minas contin¨²an ofreciendo diversi¨®n a la infancia, conducen a los adultos hasta la nostalgia y dan dolores de cabeza a los coleccionistas.

El f¨²tbol es una de las tem¨¢ticas principales de las colecciones. Estas, a su vez, son una interesante gu¨ªa para ver c¨®mo ha evolucionado la est¨¦tica del deporte, el dise?o y las maneras de posar de los deportistas.

En Cromos para una historia del Real Oviedo (Delallama), Jos¨¦ Mu?iz Mangas recoge la historia del club azul a trav¨¦s de l¨¢minas. Las de las primeras d¨¦cadas ¡ªtal vez porque los modelos no esperaban pasar a la posteridad¡ª son las m¨¢s naturales. Despu¨¦s, llegaron las fotos coloreadas y los dibujos estilo c¨®mic. En los 50, foto de cara y cuerpo dibujado. En los 70, los porteros en ¡°prevengan¡± y los jugadores de campo sacando de banda. En los 90, conduciendo el bal¨®n y con hilarantes montajes con la cara de un futbolista y el cuerpo de otro. Luego llegaron las pesta?as que permit¨ªan pegar m¨¢s de un cromo en el mismo espacio. Entre 2003 y 2015, el Real Oviedo no apareci¨® en las colecciones oficiales de cromos al estar compitiendo entre Tercera y Segunda Divisi¨®n B. A veces los ascensos traen alegr¨ªas inesperadas en forma de vuelta a los cromos. Para los ni?os. Y tambi¨¦n para los adultos.