Coronavirus, deporte y videojuegos deportivos
El giro reciente que las instituciones han realizado hacia este tipo de entretenimiento tecnol¨®gico parece ser contraproducente o incluso contradictorio
El coronavirus ha perjudicado a la mayor¨ªa de las actividades que resultaban centrales en nuestras vidas. Tambi¨¦n al deporte. Entre las pocas actividades que se han beneficiado del confinamiento obligatorio imperante en gran parte del planeta se encuentran los videojuegos. Su descarga y su empleo han crecido exponencialmente. Si bien los esfuerzos para maridar deporte y videojuegos deportivos no son novedosos, las instituciones deportivas ¨Cimpedidas de comercializar sus productos tradicionales¨C han centrado su atenci¨®n en el fomento de videojuegos deportivos como FIFA 20 y NBA2K para mantener su visibilidad y atraer a su p¨²blico habitual. En este sentido, por ejemplo, se han desarrollado iniciativas como la espa?ola La Liga Challenge, un torneo de un fin de semana, narrado por famosos comentaristas deportivos, en el que jugadores de f¨²tbol profesional se enfrentaron entre s¨ª a trav¨¦s de FIFA 20.
Ante el detenimiento de la industria deportiva, los videojuegos deportivos se han convertido en la ¨²nica alternativa al consumo de deporte en vivo. Las instituciones deportivas lo han aprovechado y, como expres¨® el periodista Marcelo Gantman, ¡°los videojuegos deportivos se hicieron cargo del entretenimiento de las personas en estos d¨ªas de aislamiento social¡±. Dejando a un lado el debate de si los videojuegos deportivos deben ser denominados deporte o no, los renovados esfuerzos por asociar deporte y videojuegos deportivos invitan a reflexionar cr¨ªticamente sobre ambas pr¨¢cticas y su relaci¨®n.
Pese a ciertas similitudes, los deportes y los videojuegos deportivos poseen caracter¨ªsticas diferentes, sobre todo en lo relativo al car¨¢cter de la actividad f¨ªsica requerida. Gran parte de los deportes, especialmente los m¨¢s populares y comerciales, exigen un nivel y una intensidad de actividad f¨ªsica muy superiores a lo exigido por los videojuegos deportivos. En parte, esto se debe a que, como defiende el fil¨®sofo Bernard Suits, el deporte es un tipo de juego que demanda el desarrollo y el ejercicio de habilidades f¨ªsicas con el fin de lograr su objetivo. As¨ª, el baloncesto impone la posesi¨®n de habilidades especializadas relativas a correr, saltar, lanzar y manejar la pelota, y combinarse con las compa?eras en un mismo espacio para lograr la meta de encestar m¨¢s veces que el equipo oponente. Aunque los videojuegos deportivos tambi¨¦n demandan el desarrollo y el ejercicio de habilidades f¨ªsicas ¨Ccomo la coordinaci¨®n de pulsar botones y manipular palancas en un controlador¨C para lograr su objetivo, el nivel y la intensidad de actividad f¨ªsica requeridas son significativamente menores. A punto tal que los videojuegos pueden considerarse como actividades sedentarias.
La diferencia en el nivel y la intensidad de actividad f¨ªsica requeridas por la mayor¨ªa de los deportes y los videojuegos deportivos resulta relevante para la relaci¨®n entre la salud y el deporte. Uno de los objetivos del impulso y la utilizaci¨®n del deporte en la sociedad es mantener a las personas f¨ªsicamente activas con el fin de mejorar su salud. As¨ª, las expertas recomiendan 150 minutos de actividad f¨ªsica de intensidad moderada a la semana para la poblaci¨®n adulta. Por ello, seg¨²n su nuevo director de medicina, la FIFA ¡°contempla el f¨²tbol como una actividad que conlleva importantes beneficios subyacentes para la salud¡± y que ¡°puede contribuir a la mejora de la salud mundial¡±. Es m¨¢s, la actividad f¨ªsica es una de las principales herramientas contra la obesidad, que seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), ¡°ha alcanzado proporciones epid¨¦micas a nivel mundial¡±, una de cuyas causas es el sedentarismo. La OMS enfatiza que ¡°cada a?o mueren, como m¨ªnimo, 2,8 millones de personas a causa de la obesidad o sobrepeso¡±.
Si la pr¨¢ctica deportiva es crucial para frenar la epidemia de obesidad, el giro reciente que las instituciones deportivas han realizado hacia los videojuegos deportivos parece ser contraproducente o incluso contradictorio. Los videojuegos impulsados por las autoridades futbol¨ªsticas ¨Cpor seguir con ese deporte¨C suponen una buena herramienta para mantener a su p¨²blico conectado al deporte, pero no generan uno de sus beneficios subyacentes: la salud. Todo lo contrario, estimulan comportamientos sedentarios. N¨®tese que, de acuerdo a la OMS, ¡°al menos un 60% de la poblaci¨®n mundial no realiza la actividad f¨ªsica necesaria para obtener beneficios para la salud¡±. El escritor Santiago Roncagliolo ha contado que, al igual de millones de personas durante el confinamiento obligatorio, ¡°para no pasarnos el d¨ªa enchufados en mundos irreales, en casa hemos incorporado un programa de ejercicios¡±. En lugar de ayudar a mantener una vida f¨ªsicamente activa, los videojuegos deportivos incitan a mantenerse enchufado en mundos deportivos virtuales, en los que la actividad f¨ªsica es nimia. Es cierto que muchas instituciones deportivas, as¨ª como muchas deportistas, han promovido la actividad f¨ªsica. Por ejemplo, la espa?ola La Liga lanz¨® el programa ¡°Qu¨¦dateEnCasa¡±, que incluye entrenamientos f¨ªsicos con embajadores de los clubes y preparadores f¨ªsicos. No obstante, hace falta escarbar a fondo en la p¨¢gina web de esta instituci¨®n para encontrar dicho programa. La promoci¨®n de la actividad f¨ªsica empalidece con la de los videojuegos futbol¨ªsticos.
El maridaje de las instituciones deportivas con los videojuegos deportivos es el resultado directo de la persecuci¨®n de intereses econ¨®micos por parte de la industria deportiva. La prioridad otorgada a los videojuegos deportivos muestra c¨®mo la l¨®gica del mercado sigue colonizando a la pr¨¢ctica futbol¨ªstica hasta desestimar muchos de los elementos valiosos que ¨¦sta aporta a la sociedad. El problema no est¨¢ en jugar un partido de FIFA 20 o NBA2K sino en los efectos perniciosos de la l¨®gica del mercado. En tiempos en que se especula c¨®mo las sociedades cambiar¨¢n, o deber¨ªan cambiar, despu¨¦s del coronavirus, es importante plantearnos si queremos seguir permitiendo que el efecto colonizador del inter¨¦s econ¨®mico siga prevaleciendo sobre los elementos valiosos que nos ofrecen las actividades que nos ocupan y nos preocupan.
Francisco Javier L¨®pez Fr¨ªas es Doctor en filosof¨ªa. Docente en la Universidad del Estado de Pensilvania (University Park).
C¨¦sar R. torres es Doctor en filosof¨ªa e historia del deporte. Docente en la Universidad del Estado de Nueva York (Brockport).
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