Messi tiene en vela al Bar?a
El argentino, que entre abril y mayo puede rescindir su contrato, ejerce m¨¢s que nunca de capit¨¢n, pero mantiene los desvelos del club pese a los mimos de Bartomeu
En esencia, algo pareci¨® cambiar en Lionel Messi el verano pasado en la Copa Am¨¦rica. No cambi¨® el resultado, y Argentina se march¨® de Brasil sin el t¨ªtulo. Pero el ni?o t¨ªmido y silencioso, ese que se pon¨ªa nervioso en una charla frente a sus compa?eros y que por rebeld¨ªa o pereza no cantaba el himno, se descubri¨® como un tipo cercano en el vestuario y desafiante ante los micr¨®fonos. Se le ve¨ªa c¨®mplice de la nueva generaci¨®n de la Albiceleste en la concentraci¨®n y punzante en la zona de prensa, hasta el punto de que acus¨® de corrupci¨®n a la Conmebol.
El nuevo Messi, que ahora tiene en vilo al Barcelona por su situaci¨®n contractual ¡ªsu acuerdo acaba en 2021 pero tiene una cl¨¢usula escapatoria por la que puede abandonar el club en 2020 si lo comunica entre abril y mayo¡ª, se hab¨ªa empezado a forjar hac¨ªa tiempo. Sin Mascherano, su compa?ero de siempre, tuvo que dar un paso al frente, el mismo que ya hab¨ªa dado en el Camp Nou desde la salida de Iniesta. Un proceso lento, simbolizado en la reivindicaci¨®n del vestuario ante la directiva para afrontar la crisis econ¨®mica por el coronavirus.
Seg¨²n cuentan los ejecutivos del Barcelona que negociaron con los capitanes la rebaja salarial, Messi fue el primero en tranquilizar a los directivos. Los jugadores se iban a bajar el sueldo, pero antes quer¨ªan consensuar una respuesta. No todos estaban de acuerdo y no quer¨ªan dar una imagen de desuni¨®n como pas¨® en alguna secci¨®n profesional antes de presumir del pacto del Palau. Y, por otra parte, quer¨ªan evitar que los directivos se excusaran en los elevados sueldos (su masa salarial es la m¨¢s alta de Europa) para justificar lo que ellos entienden como una mala gesti¨®n econ¨®mica del club. El rosarino tambi¨¦n fue quien dio el paso en p¨²blico. Una vez se logr¨® el consenso entre los jugadores, colg¨® en su cuenta de Instagram una carta en la que explicaba que la plantilla se recortar¨ªa el sueldo y ayudar¨ªa econ¨®micamente a los empleados, y dudaba sobre la junta. Sus compa?eros siguieron el ejemplo del capit¨¢n.
Al presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, reh¨¦n del vestuario desde que lo asentaron en el cargo con el triplete de 2015, le cuesta encontrar la f¨®rmula para complacer al grupo liderado por Messi. Prob¨®, una vez m¨¢s, con agitar la c¨²pula. La plantilla se hab¨ªa quejado de que la directiva ¡°hab¨ªa puesto a los jugadores bajo la lupa¡± y tras una nueva crisis de poder, Bartomeu se qued¨® sin seis miembros de la junta, entre ellos los que propon¨ªan una rebaja superior a la del 72% ofrecida por el presidente. En la reestructuraci¨®n, coloc¨® al futbolero Javier Bordas como el directivo responsable del primer equipo. Una decisi¨®n que entiende como un gui?o a los jugadores.
Las cr¨ªticas del rosarino
Ocurre, sin embargo, que a Messi no le gustan los cambios constantes ni la imagen de un Bar?a fr¨¢gil. ¡°Estar¨ªa bueno para el club y para todos que haya una estabilidad y no tanto cambio¡±, se quej¨® en el diario Sport en noviembre, cuando le preguntaron por la cantidad de secretarios t¨¦cnicos (cuatro en los ¨²ltimos cinco a?os) que hab¨ªan pasado por el Bar?a.
Messi se ha cansado de repetir que imagina su futuro ligado al Barcelona. ¡°No se me ocurre irme¡±, asegur¨® en febrero a Mundo Deportivo. Sin embargo, el argentino es muy precavido a la hora de amarrar su futuro. En su sue?o de volver a ganar la Champions, busca un equipo competitivo. Y no quiere sentirse solo en el campo ni atado a un contrato extenso. En su ¨²ltima firma en 2017, pidi¨® una cl¨¢usula para decidir unilateralmente su renovaci¨®n a partir de 2020, cuando el contrato expira en 2021. Entre abril y mayo, Messi debe informar al club si utilizar¨¢ o no la cl¨¢usula; si no dice nada, su contrato se extiende autom¨¢ticamente. El contexto actual, ya que el 30 de junio puede no marcar el fin de la temporada, plantea un nuevo escenario en el v¨ªnculo Messi-Bar?a.
Bartomeu habla de una pr¨®xima renovaci¨®n del rosarino desde agosto; tambi¨¦n ?ric Abidal, el director deportivo, expres¨® lo mismo: ¡°Estamos negociando¡±. Pero todav¨ªa no han empezado los contactos formales entre Bartomeu y Jorge Messi, padre y representante del capit¨¢n azulgrana.
A los 32 a?os (cumple 33 en junio), la continuidad del 10 es clave para Bartomeu, que finaliza su mandato en 2021, y para el Barcelona. Sin liderazgo en los despachos, con un equipo en el que no cuajan las nuevas generaciones y con un Espai Bar?a en stand by, Messi es el ¨²nico capital genuino para cuidar a los socios y el cebo para los patrocinadores. El Bar?a, sin embargo, no sabe c¨®mo mimar m¨¢s a Messi, cuyo final de temporada se presenta tan incierto como el inicio, cuando una lesi¨®n le impidi¨® hacer la pretemporada y posterg¨® su primer gol a la quinta jornada de LaLiga.
Ahora suma 19 tantos, suficientes para liderar el Pichichi, aunque tendr¨¢ m¨¢s dif¨ªcil su s¨¦ptima Bota de Oro. La duda que rodea al f¨²tbol es la misma que envuelve al rosarino desde que se reserv¨® la posibilidad de rescindir el contrato al final de cada temporada pese a que su cl¨¢usula es de 700 millones. No es una cuesti¨®n solo de dinero, sino de sensaciones, y con Messi nunca se est¨¢ tranquilo en el Bar?a, el club al que lleg¨® con 13 a?os, el que se plante¨® abandonar en 2014 hasta que Tito Vilanova le convenci¨® de lo contrario y en el que se podr¨ªa convertir en el ¨²nico sudamericano en consagrarse como one club man en Europa. Hay un nuevo Messi, pero se mantiene la incertidumbre.
Seti¨¦n: ¡°Espero que Leo cuente conmigo¡±
Messi, resguardado con su familia en Castelldefels, est¨¢ al tanto de todo. Ya se?al¨® p¨²blicamente al director deportivo del Bar?a, su excompa?ero ?ric Abidal, despu¨¦s de que acusara a la plantilla de holgazaner¨ªa tras la destituci¨®n de Ernesto Valverde. Y ahora, en el momento del confinamiento, con m¨¢s tiempo en casa, como el resto de sus compa?eros, aprovecha para revisar la prensa. Como ya pas¨® con Abidal, la televisi¨®n TNT Sports no se libr¨® tampoco del escarmiento del 10. ¡°Mentira 1¡±, ¡°Mentira 2¡±, escribi¨® el rosarino en Instagram despu¨¦s de que el medio argentino asegurara que Messi hab¨ªa pagado la fianza de Ronaldinho, cuando estaba preso en Paraguay, y que se ir¨ªa al Inter de Mil¨¢n.
La actitud de Messi sorprendi¨® por la determinaci¨®n y rapidez con la que actu¨® ante noticias a las que con anterioridad no daba importancia. Al delantero siempre le disgust¨® que se le se?alara como el mandam¨¢s del Barcelona, como si no se tomara ninguna decisi¨®n en el club que pudiera molestar al capit¨¢n y se procurara atender a sus deseos. El ¨²ltimo ejemplo es especialmente revelador al respecto. Al entrenador azulgrana, Quique Seti¨¦n, se le pregunt¨® el jueves en el programa El Larguero de la cadena SER si contaba con Messi la pr¨®xima temporada. ¡°Lo que espero es que ¨¦l cuente conmigo¡±, respondi¨® el t¨¦cnico del Barcelona.
Una manera divertida e ingeniosa para entender el temor reverencial que provoca una figura como la de Messi, siempre selectivo pero tambi¨¦n cada vez m¨¢s conciso y claro cuando interviene desde que asumi¨® una capitan¨ªa que comparte por votaci¨®n del vestuario con Busquets, Piqu¨¦ y Sergi Roberto.
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